Al azar de Baltasar

Una visión descorazonadora, catastrofista, pesimista que solamente muestra el lado oscuro de la vida y de las relaciones humanas.

Muestra un mundo de completa oscuridad en el que las personas se dañan a sí mismas y a los demás sin ningún atisbo de esperanza.

No se transmite sensibilidad ni emociones porque los personajes no son creíbles.

Visión parcial de la realidad, que es cierto que en ocasiones es muy dura, pero que tiene dos caras, y solamente se muestra una de ellas en todo momento.

No se comprenden las motivaciones, porque no está bien mostrada la psicología de ninguno de los personajes que, actúan de manera errática constantemente.

No consigue introducirte en la trama con una coherencia, ni emocionar, ni siquiera dar pena.

Sencillamente no le encuentro el sentido por ningún lado.

Aquellos que consideran, siguiendo a Samuel Fuller, que "el cine es como un campo de batalla: amor, odio, acción, violencia, muerte… En una palabra, emoción", deben huir de esta película como de la peste.

Una trama absurda (en el peor sentido de la palabra), situaciones ridículas, personajes falsos y acartonados, actores pésimos, más la frialdad y el distanciamiento característicos de los cineastas que van de intelectuales con pretensiones hacen de esta película una tortura para los que buscamos en el cine vida, emoción y verdad.

Para colmo, en un alarde de "originalidad", combina la música de Schubert con los rebuznos del burro (sin duda, el mejor actor de la película).

Terrible...

Ayer por la tarde estuve viendo en el cine "El azar de Baltasar". Fui con ganas de verla, teniendo en cuenta las buenas críticas que había leído. Bueno, pues la decepción fue enorme. En mi opinión "el azar de Baltasar" en un rollazo insufrible que no se merece la buena nota que tiene. Sin un desarrollo narrativo coherente, con unos personajes secos, poco comunicativos (verbal y físicamente) convierte a la película en un caos, una confusión enorme.

La película se centra más en una historia desordenada, turbia, incomprensible en algunos momentos, en torno a los humanos (dueños por los que va pasando Baltasar) que en la propia vida de Baltasar.


Gran decepción!

Después de ver esta película, pedí a gritos

una mexicanada de ínfimo presupuesto, como después de una

conversación entre filosofastros uno desea echarse a la piscina, incluso a una de

agua estancada.

El grado de insatisfacción erótica de algunos directores llega a ser tan pero tan evidente, tan

morboso, que ni siquiera les da para meterse a homosexuales.

Bresson entonces, sueña entre meterse a mariquita o a burro.

El cobarde eligió lo segundo.