Maléfica: Dueña del mal

Segunda parte de ''Maléfica''. Cuando salió la primera no esperaba que la cosa fuese a continuar, solo a darnos otra historia o parte de ese famoso cuento de la bella durmiente, contado de otra forma. Pero dado el éxito que tuvo nos llega la continuación, la cual no era demasiado necesaria, pero el resultado es eficiente. En este caso se nos sigue ofreciendo más magia, más seres mágicos y más acción propia de un cuento.
La historia sigue donde lo dejase la anterior, quedando bastante pronunciada la necesidad de ver antes la primera para comprender, sobre todo, a Maléfica. Su camino y su desarrollo son importantes, todo gira en torno a ella, y parte de ahí. La trama de Aurora, al menos la que conocíamos, ya está vista, por lo tanto debían tomar otro camino. Pese a ello tiene referencias a aquello, cerrando el círculo empezado en la anterior.
Se hace entretenida en todo momento, si te gusta la magia claro, que es lo que abunda de principio a fin. No deja de ser un cuento de hadas, destinado sobre todo a quienes busquen justamente eso. También tiene su dosis de acción, en este caso muy bien ejecutada. El asedio al castillo en la batalla final me ha gustado mucho. Recuerda a otras películas de temática similar y está bien plasmado en pantalla.
Angelina Jolie vuelve a copar, como no podía ser de otro modo, el reparto principal. Si en la primera ya lo hacía genial aquí lo vuelve a hacer. Desempeña un papel que le viene como anillo al dedo y nos brinda una interpretación bastante buena. Destacar a una Michelle Pfeiffer como villana que le queda muy bien a la historia, en un personaje bien desarrollado. Elle Fanning cuenta con el peso que su personaje merecía. El resto correctos y pasables sin más.
Y acabar añadiendo que el aspecto sonoro está bien pensado. Con solo oír sus partituras ya nos lleva la mente a un cuento de hadas, queda muy bien, y creo que han hecho un buen trabajo al respecto que no podía pasarse por alto. El CGI, de nuevo, está a la altura del género.
En resumen ''Maléfica 2: Maestra del mal'' es una secuela similar a la primera. Quienes hayan disfrutado con aquella lo harán con ésta. Sigue la misma estela, el mismo patrón y ofrece un pasatiempo ameno. Es bastante fácil hacerse una idea de lo que nos podemos encontrar en la película antes de verla.

Lo mejor: Es entretenida, Angelina Jolie, los efectos visuales y la secuencia del asedio al castillo.
Lo peor: Nada importante. El final es previsible, pero era lo esperado.

* Un 5 *

La magnifica Angelina Jolie brilla en esta película con ese magnetismo y carisma que le otorga a maléfica, pero lamentablemente la película no le hace justicia a Angelina ya que el guion es un despropósito completo lleno de clichés por todos lados, ademas pierde ese corazón tan especial que su antecesora si tuvo en vez de eso lo que hay es una cantidad exagerada de aventura.
La película en un punto cae en el melodramatismo de novela mas ridículo, con la pelea entre el la reina y Maléfica que es demasiado exagerado para ser una cinta infantil.
Aparte de Jolie las otras actuaciones no son las mejores, especialmente la Elle Fanning que da una interpretación muy perezosa y sin gracia.

La película es un cuento de hadas moderno enmarcado como una obra de arte en movimiento, gracias a su impresionante fotografía y efectos visuales. Angelina Jolie brilla como una estrella en la oscuridad con su actuación cautivadora, aunque la trama puede ser confusa y enredada en momentos. A pesar de los altibajos, la película logra mantenernos atentos a través de los efectos visuales de ensueño, que la hacen parecer una pintura en movimiento.

En resumen, "Maleficent: Mistress of Evil" tiene sus pros y sus contras, pero la interpretación de Jolie y los impresionantes efectos visuales la hacen visualmente impactante y memorable.

Vaya vaya con Maléfica.
La villana de la Bella Durmiente, versión Disney 2014-2019, ha resultado ser no una villana, sino prácticamente una santa. El personaje, que ya quedaba bastante redimido en la primera entrega de la maldición que echaba sobre la pobre Aurora (una Elle Fanning que, siendo la extraordinaria actriz que es, sabe que aquí no es ella la estrella y actúa en consecuencia) y que era presentada ante nuestros ojos como una auténtica víctima, se convierte en esta ocasión directamente en la heroína absoluta de la historia y, sí, prácticamente una santa. Santa Maléfica. Quién se lo iba a decir a la malvada bruja del clásico animado.
Es verdad que Maestra del Mal tampoco nos cuenta ninguna historia maravillosa, no va a cambiar seguramente la vida de nadie, y está más vista que el tebeo. Esto de los reinos en guerra, de una reina malvada que quiere armar lío y de dos jóvenes enamorados en medio que pagan el pato de la ambición de sus mayores es algo que sin duda ya nos suena. Además, también es cierto que la película peca un poco de excesivamente deudora de un CGI algo excesivo a ratos (ver por ejemplo el personaje de Ed Skrein, o las tres hadas a quienes ponen voz y cuerpo para la motion capture Imelda Staunton, Juno Temple y Lesley Manville), pero que sin duda funciona a la perfección para recrear el ambiente fantástico y de cuento que requiere la película (atención a los bellísimos planos aéreos del castillo y el bosque).
Sin embargo, Maestra del Mal consigue ser superior a su predecesora porque construye mucho mejor su narración. Allí donde a Maléfica le faltaban minutos para que su dramatismo calase y todo quedase bien desarrollado, esta segunda parte se toma su tiempo para presentar a los nuevos personajes, reencontrarse con los ya conocidos (una vez más, excelentes las escenas entre Maléfica y su cuervo-humano Diaval, un estupendo Sam Riley) y llegar a un final mucho más épico, entretenido y, sobre todo, emotivo que en Maléfica. Poco importa que, en las escenas finales, la cursilería se desborde y nos suba el azúcar a todos: ningún problema para los que hayan entendido que estamos ante un cuento de hadas, nunca mejor dicho, aunque contado de distinta manera y con una Maléfica, repetimos, que es la auténtica heroína de la historia.
Hay que rendirse además a los pies de Michelle Pfeiffer, que se lo pasa divinamente con su rol de, esta vez sí, mala malísima, más o menos como ya hizo en Stardust hace unos años, y por supuesto también a los pies de una Angelina Jolie que parece aprovechar este personaje para dar una nueva vuelta de tuerca a una carrera como actriz que, reconozcámoslo, no estaba en su mejor momento en los últimos años. La siguiente parada son los mismísimos Eternals del Universo Marvel, así que poca broma. Jolie, como hacía en Maléfica, realiza una brillante composición de esta hada buena, especialmente en su expresión corporal y especialmente su voz, para quienes la vean en versión original. Mención especial para Warwick Davis, un extraordinario actor que siempre consigue destacar por muchos kilos de maquillaje que lleve encima, y una leyenda viva del cine que, así a lo tonto, se ha paseado por sagas como Star Wars, Harry Potter, Las Crónicas de Narnia, Leprechaun o, por supuesto, la inolvidable Willow. Y es un excelente actor, repetimos.
En definitiva, una película familiar y de fantasía más que digna para todos los públicos, y además superior a su predecesora, lo cual es extraño en una secuela.

Lo mejor: Su mejora respecto a su predecesora en cuanto a entretenimiento, emotividad y un mejor desarrollo de la historia, y lo bien que se lo pasan Angelina Jolie y Michelle Pfeiffer, reinas absolutas de la función.
Lo peor: Es verdad que depende demasiado de un CGI un poco exagerado, y la historia que nos cuenta tampoco es una obra maestra.

Uno, dado los tiempos que corren, casi que mira con cierto cariño y nostalgia anticipada este tipo de cine de pantalla grande, de fuegos artificiales, espectacular, creador de mundos visuales donde solo el cine es capaz de llevarnos. Y nada mejor para ello que un cuento y nadie mejor para ello que Disney.

Linda Woolverton, guionista, supo en "Maléfica" (2014) darle con acierto otra mirada a "La Bella Durmiente" de Perrault y a la propia versión de Disney. Ahora, seis años después estira el producto que dirige con plantilla Joachim Ronning mezclando géneros y apoyándose en dos recias columnas capaces de sustentar cualquier producto como Jolie y Pfeiffer. La primera media hora tiene su gracia y ambas están espléndidas, luego la cosa deriva en pirotecnia CGI, en sensación de deja vu de otras películas, en cine amable para toda la familia, en el que al final se agradece una cierta pátina de integración entre seres diferentes y armonía con la naturaleza de la que estamos tan necesitados y cuya falta estamos pagando y vamo a pagar muy, muy caro.

Y colorín colorado...