Billy Lynn: Honor y sentimiento

¡Maravillosa! Solo pido que Ang Lee continue apostando fuerte por el 3D y no siga los pasos de Ridley Scott. Esperaré impacientemente la fecha de estreno de "Thrilla in Manila" (su siguiente película). Este director taiwanés es sinónimo de calidad y la única duda será si el 3D alcanzará la matrícula de honor o se quedará en un sobresaliente.
¿Estás cansado de que algún amigo te mire raro cuando le comentas que eres un apasionado del 3D? Fácil. Invítalo a casa, ponle una película de Ang Lee y se obrará el milagro.

Me rindo completamente. La película de principio a fin nos machaca con un 3D aplastante y gran parte de culpa es el volumen. Aquí no hay lagunas ni "áreas de descanso". Para empezar el director juega constantemente con primeros planos. Todos y cada uno de los personajes tienen cabida en este apartado. La sensación es una continua proyección que sobresale del marco del televisor, pero ahí no acaba todo, la diferenciación entre planos es de matrícula.

El tema militar es la excusa perfecta para gritar ¡FIRMES! y formar una fila. La colocación de la cámara es sublime (cuando entran en la limusina, cuando honran a un compañero, cuando se sientan en las butacas del estadio, cuando están en el escenario...). Es un disfrute tener que afinar la vista todo el rato y no solo eso, Ang Lee consigue que un plano abierto quede enfocado en su conjunto acentuando más este efecto. También es sorprendente como logra separar a voluntad a los protagonistas como si de recortables fueran a modo de expresar determinada sensación o sentimiento muy acorde con el tema principal de la película. Si en "La vida de Pi" jugó con las bandas horizontales (Imax 3D Frame Break) aquí juega a placer con los distintos planos. Eso se llama cátedra.

Y aquí no acaba todo. La profundidad es magnífica. Planos a ras de suelo, colocación de la cámara en pasillos estrechos, trincheras y tuberías... Mención especial para las escenas del estadio durante la consecución del partido (son de referencia absoluta). Desconozco si Ang Lee es un aficionado a los videojuegos pero hay ciertas tomas que recuerdan mucho a determinados shooters bélicos en tercera persona. Sólo me faltó coger el mando de la consola y seguir con la acción.
En relación a efectos pop-ups, no destaca. Recuerdo uno relacionado con un balón de fútbol americano (por mi parte di un leve cabeceo hacia atrás), otro con cierto elemento balanceante del interior de un coche militar y otro relacionado con un bote de pastillas. Tampoco se echan en falta.

Metiéndome en aspectos técnicos, el aspect ratio de la película es 1.85:1. No es formato panorámico puro 16:9 pero está realmente cerca. Se pueden apreciar unas finísimas bandas negras arriba/abajo pero lo dicho, son tan sutiles que no suponen impedimento alguno. En cuanto a crosstalk, ausencia total de contornos fantasma ni aparición de doble imagen por efecto de una determinada iluminación. La calidad de imagen del blu-ray es demo.
La película fue rodada con cámaras 3D.

Ang Lee lo ha vuelto a hacer. 3D de referencia. En EEUU venden la película en un pack completo (3D, 2D y UHD) estando en este caso 100% justificado (el UHD está rodado en 60 fotogramas por segundo HFR). Lástima que aquí haya que pasar dos veces por caja. Por mi parte me quedo con la edición 3D por preferencia personal.
Mi nota:

3D - 9,7/10
Película - 8/10

Sorpresa super agradable. El talento de Lee al servicio de una visión de la guerra, que si bien algo edulcorada, no deja títere con cabeza en los estratos más enfermos de los states. Plantel magnífico, con un protagonista al frente en una interpretación magistral que será considerada como la mejor y mas original visión del estrés postbélico sensato realizada. técnicamente impecable, ritmo perfecto. lo dicho, a por ella.

Aparte de los detalles tecnicos, que me parecen buenos, la historia de los soldados que van a las guerras y no saben que estan defendiendo siempre es dificil de explicar. Esta pelicula no lo termina de explicar muy bien, pero invita a que algunas personas puedan reflexionar sobre el esfuerzo y sacrificio que hacen algunos para que los que quedan en casa puedan disfruten de una seguridad y condiciones de vida que no aprecian ni valoran porque no se han parado a pensar cual es su precio y correponden al sacrifi io de sus protectores con la indiferencia cuando no con el desprecio hacia los que han estado en una guerra. No viene mal una pelicula que invite a reflexionar sobre esto.

Willy Lynn

En la película que a continuación trataré de reseñar, existe una excepcional particularidad que creo merece la pena señalar antes de entrar en materia. A 10 o 12 fotogramas por segundo (fps), el ojo humano percibe las imágenes por separado. El cine mudo utilizaba entre 16 y 24 fps y sólo algunas de las películas que vemos en la actualidad están rodadas a 60 fps. Pues bien, “Willy Lynn”, la última realización del taiwanés Ang Lee, ha sido filmada en 120 fps, lo que proporciona a sus imágenes una mayor nitidez y realismo, al extremo de situarnos prácticamente en el lugar en el que se desarrolla la acción. Y ahora sí, vayamos al asunto que nos ocupa.
Ang Lee, un director atípico, comprometido con un cine valiente, atrevido y en muchos casos transgresor, pero que nunca te deja indiferente, es autor de películas tan notables como “El banquete de bodas”, “Comer, beber, amar”, “La vida de Pi” o su más reciente “Brokeback Mountain”, en la que aborda con gran sensibilidad y exquisita delicadeza uno de los temas tabú hasta no hace mucho en el mundo del cine: la homosexualidad.
Ahora, en “Willy Lynn” -adaptación de la novela “El eterno intermedio de Willy Lynn” de Ben Fountain-, Lee expone con crudeza pero también con fina ironía y sentido del humor las enormes contradicciones e hipocresía que aquejan a un gran país como EE.UU. En las postrimerías de su vergonzosa intervención en la guerra de Irak, ocho jóvenes combatientes pertenecientes al mismo pelotón de combate pasan unos días de permiso en sus respectivos hogares. Una fortuita circunstancia hará que el soldado Willy de apenas 19 años -y con él su grupo- se conviertan en héroes nacionales momentáneos. Cuando buena parte del pueblo norteamericano cuestionaba la utilidad de esa guerra y ponía en tela de juicio la falacia argumental -recuerden las famosas “armas de destrucción masivas” jamás descubiertas- con la que Washington justificó el ataque, el presidente Bush y su lobby aprovecharon en beneficio de sus propios intereses la breve estancia de estos chicos de la forma más abominable, cínica y humillante para convertirlos en grotescas marionetas antes de devolverlos a jugarse nuevamente la vida en Irak.
Joe Alwyn borda una memorable actuación interpretando a Willy Lynn, así como el resto de sus inseparables compañeros juramentados hasta la muerte en una hermandad sellada a cal y canto en la aterradora soledad de las lejanas y polvorientas tierras del frente irakí. Lee escarba sin compasión en la herida, introduce su bisturí hasta las vísceras y logra un cuadro tan estremecedor que produce en el espectador auténtica naúsea. Y lo verdaderamente escalofriante es que no se trata de una ficción sino de la más pavorosa realidad. Aunque nos obcequemos, una y otra vez, en darle la espalda.

Emilio Castelló Barreneche

Extraordinaria película de género bélico, antibelicista, que dirige el mago director Ang Lee y oscarizado por "La vida de Pi". El director emplea las dos horas de metraje de la película para filosofar sobre que la guerra es mala, como si no lo supiéramos, o existiese opinión contraria a dicho dogma. Hay pocas escenas bélicas, pero las que hay son muy buenas y de mucha acción, resaltando el sonido superrealista de las mismas. Las escenas no bélicas, casi todas, se centran en el medio tiempo de un partido futbol americano, del que hace referencia su título original, un medio tiempo de juego larguíííííííísimo, en donde cabe todo tipo de shows, sin faltar las animadoras.

No es una apuesta original, puesto que ya Clint Eastwood, en "Banderas de nuestros padres" nos ofreció una cinta en donde se paseaba, por todo el país, a los héroes de Iwo Jima, para recaudar fondos para la guerra, aunque en defensa de Ang Lee, habría que decir que se tenía que ceñir a la novela de Ben Fountain, para ésta.

El debutante Joe Alwyn, que respira ingenuidad, lo hace bien, junto con otros veteranos como la de "Crepúsculo" o Vin Diesel (el 50 % de "Fast & Furous").

Los flashblacks pueden marear un poco al espectador, pero creo que aquí lo exige el guión. La puesta en escena es muy "americana" y en este film se refleja, de manera auténtica, cómo es la sociedad en EEUU., a veces, difícil de entender por los europeos.

Por último quiero destacar, antes de ir a los spoilers, que vi la película en un disco Blu-Ray 4K Ultra HD, formato en que merece la pena ver, sobre todo en esta película, la primera cinta rodada en 60 fotogramas por segundo. Son 60 fps, no 120 como he leído más arriba, se indica en la carátula del disco y además, en los extras del mismo, sale el director Ang Lee hablando técnicamente sobre la velocidad de filmación, en 60 fps (la velocidad normal de cualquier otra película digital es de 24 fps).