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Río Rojo

Western Terminada la Guerra de Secesión (1861-1865) y después de haber sobrevivido a una matanza de los indios, el ganadero Tom Dunson (John Wayne) y su hijo adoptivo Matthew Garth (Montgomery Clift) proyectan trasladar diez mil cabezas de ganado desde Texas hasta Missouri. Nadie hasta entonces había intentado una operación de tal envergadura. (FILMAFFINITY)
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Críticas 75
Críticas ordenadas por utilidad
7 de enero de 2011
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ayer yo me preguntaba en qué subgénero catalogaría esta película dentro del western. Pues está claro: en el de vaqueros, que es el primero dentro del western, y trata de un hombre solitario que compra un toro y se encuentra con un chico joven que tiene una vaca, y ambos emprenden la aventura de fundar un gran rancho, y de tener muchas vacas. Para conseguirlo Dunson (John Wayne) ha debido abandonar a su novia en el camino.

Llega un momento en que el ganado es demasiado grande, nueve mil cabezas, y ya no lo vende, y ha de trasladarlo a otro Estado de la Unión. Tendrán que enfrentarse a los pieles rojas, a los forajidos, a tempestades, a crecidas de los ríos, al desánimo, a la soledad, al polvo del camino.

Howard Hawks es otro John Ford, cine del grande, que cuenta epopeyas que tratan de territorios salvajes, de hombres solitarios que sacrifican el amor por una idea, que se vuelven locos y matan movidos por una pasión que se torna enfermiza.

Una gran historia de padres e hijos.

Montgomery Clift está muy bien como vaquero: hace un papel tranquilo pero duro, en contraste con el de Wayne, que hace el papel de hombre rudo que con el paso de los años se va volviendo más y más duro.

Película grande de las que se vuelven a ver con el paso de los años.
Fag1955
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19 de julio de 2006
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin duda el mejor western que he visto. Si lo tomamos desde un punto de vista general y atemporal, es un historia más de esta vida, de cualquier época y de cualquier cultura. La eterna lucha de la supervivencia del hombre, en la que los sentimientos y pasiones se ven entrecruzados. Hijos encarándose a sus padres, padres renengando de ellos. ¿Quién no ha visto cosas así hoy día? Por ello veo una película casi perfecta.
De los pocos westerns en los que no sobran ni una bala (rompiendo de nuevo con la falsa leyenda del salvaje oeste). No todo eran tiros y matar indios. Incluso en el duelo entre Clift e Ireland, cuando se conocen, dichas balas no son superfluas. Los jóvenes de hoy se "pican" con piedras a ver quien tira más lejos, pulsos para ver quien es más fuerte o corriendo para comprobar al más veloz; incluso llegan a matarse en discotecas con navajas por el mero hecho de ser el que más. Junto a Raíces profundas, La Diligencia y El hombre que mató a Liberty Valance los westerns más sólidos que hay desde mi punto de vista. No hace falta que diga que creo que es la mejor película de la historia!!!
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
EMILBOC
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20 de septiembre de 2008
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película del oeste magistral y la primera colaboración entre Wayne y Hawks (posteriormente vendrían otros grandes éxitos como "Río bravo" o "El dorado"). El tema central de la obra, "The chisholm trail", de Borden Chase, es el vínculo que existe entre el poderoso ranchero interpretado por el Duke y el debutante Monty Clift, en el papel del muchacho reprimido que al quedarse huérfano fue acogido por Wayne y tratado como si fuese su hijo.

Hawks hizo varias películas del oeste, pero con John Wayne se entendía a las mil maravillas. Un buen papel de Walter Brennan y una menos interpretación de John Ireland como pistolero.

Arthur Rosson dirigió las sobrebias escenas de acción. Russell Harlan hizo un trabajo manífico con la cámara. Pequeños papeles secundarios quedaron en manos de viejos actores que intervinieron en los primeros westerns.

Debut en la gran pantalla de Montgomery Clift y Shelley Winters.

El filme también puede verse en versión coloreada.

Inprescindible para los amantes del Western.
cartagenero_humilde
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26 de diciembre de 2013
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Western emblemático de Howard Hawks que nos presenta a Tom Dunson, un vaquero que abandona la caravana de pioneros donde viaja – incluida la mujer a la que ama – para establecerse en solitario en los fértiles pastos del medio Oeste. Poco después su joven prometida morirá a manos de los indios dejando en él una herida moral irreparable en forma de arrepentimiento y culpa. Hawks convierte en imágenes la emoción, a veces epidérmica e ingenua, otras honda y moral, propia de la aventura del pionero. Tras catorce años criando ganado junto a su hijo adoptivo Mathew Garth (Montgomery Clift) y Groot, un viejo cocinero (Walter Brennan), que encarna al eterno amigo fiel depositario de la verdad, deciden contratar a unos vaqueros para trasladar y vender más de 9,000 cabezas de ganado.

Western inmortal sobre la transmigración del ganado, una odisea épica que pondrá a prueba la resistencia humana ante las dificultades insalvables de tan vasto y salvaje territorio. En esta trashumancia de ochocientas millas, desde Austin a Abilane, se trata de llegar al ferrocarril, para abastecer de carne a todo el país. Todo está ligado a los intereses personales de Tom Dunson (John Wayne), un hombre hecho a sí mismo, cuyos métodos son demasiado severos y desproporcionados, sin estar privados de una siniestra grandeza, como el hecho de recitar una plegaria (que da título a esta crítica) sobre la tumba de los hombres que ha matado poco antes. Un itinerario iniciático que también sirve para delinear la evolución de los distintos personajes, con esas amistades encubiertas bajo circunstancias adversas, con ese sentimentalismo disimulado por inofensivas ironías o con el inefable humor de Walter Brennan.

Un western muy físico, espacios abruptos y cambiantes, cabalgadas con nubes de polvo, las inclemencias del tiempo, la escasez de comida y la temible estampida. A estas alturas, el clasicismo hawksiano, en el cenit de su apogeo ya no sorprende a nadie, pero sí puede conseguir aún su loable sencillez narrativa lograda a base de un proverbial sentido práctico, capaz de hacer de la elipsis o de la disposición de los actores en el encuadre inmejorables generadores de significado. La elipsis es, justamente, el factor clave para la eficacia del prólogo del film, en el que se dibuja la base de la personalidad autoritaria y sentimentalmente frustrada de Thomas Dunson y su deseo de afirmación individual muy propia de la índole mitológica a la que, en el fondo “Rio Rojo” se adscribe.

En cuanto a la distribución de los personajes en el interior del plano, se trata de uno de los aspectos fundamentales del cine de Hawks, un cineasta que a menudo adecuaba la planificación de una escena en función de la situación emotiva o psicológica del personaje dentro de ella y dentro de la evolución del conjunto de la historia. Es el primer guión importante que escribió Borden Chase, luego escribió para Aldrich, Walsh, Sturges y Mann. Es pues, un grandioso western sobre ganaderos emprendedores, la puesta en funcionamiento de la maquinaria que habría de fabricar una nación. Recomiendo ver la versión auténtica que es en Blanco y Negro para apreciar y respetar el trabajo del fotógrafo Russell Harlam, porque la “Sexta 3” que presume de ser un canal dedicado exclusivamente al cine, emitió en varias ocasiones una indecente versión coloreada.
Antonio Morales
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12 de marzo de 2016
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Western crepuscular de D. Howard Hawks rodado en blanco y negro sobre la base de la conducción del mayor rebaño de ganado entre Texas y Missouri, donde todo gira sobre la dureza de su conducción a grandes distancias cuando aún no estaba generalizado el ferrocarril y la crudeza de los elementos, el frío, el polvo, la ausencia de agua y de alimentos, amén del propio peligro del ganado cuando se descontrolaba, filmando una de las más grandes y espectaculares estampidas jamás rodadas.

Hawks se rodeó de actores con los que luego volvió a trabajar en la obra maestra "Río Bravo", contando con un joven John Wayne al que vió unas dotes interpretativas que no le reconocía otro de los grandes, John Ford, y el genial secundario Walter Brennan, además de darle su primer papel a un jovencito Montgomery Clift, que debutó por la puerta grande; y su imprescindible cara bonita con carácter, el personaje femenino al que le daba mucha importancia, en la persona de la guapa Joanne Dru. Gentes rudas, con carácter y valentía, y con determinación además de ese gen aventurero de las gentes que se aventuraban en las tierras vírgenes del Oeste americano.

Destacar por fín la excelente banda sonora de Dimitri Tiomkin, con el tema que envuelve toda la película y que canta Dean Martin en la cárcel de "Río Bravo", acompañado por la armónica de Walter Brennan y la guitarra y los coros de Ricky Nelson.

Otra obra de arte del maestro Hawks, otra matrícula de honor, un 10 y a favoritas. Historia del western, del bueno, del inmortal.
andeltor
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