Un papá genial

Para que, ante la barbarie de ver como un adulto permite al niño al que está criando mear donde se le antoje, jugar a las cartas con sus colegas de birras o usarle para intentar beneficiarse a una mujer, y luego observemos como susodicho adulto es juzgado por otras livianas actuaciones, y no por su despreciable actitud entorno a la educación de un chaval, hay que tenerlos gordos, como el tal Dugan. De hierro forjado.

Me sigue viniendo a la cabeza el tema de siempre, y nunca me canso de repetirlo. Ya no se trata de si, empleando unos mecanismos cercanos a la comedia prehistórica, rancia y rácana se intenta sonsacar la sonrisa del personal, ya no se trata de si su vomitiva moralina intenta que nos demos por satisfechos ante un producto tan repulsivo como los de esta calaña, se trata, más bien, de poner sobre la mesa unos ases tan pobres, y dar un ejemplo tan nulo, despreciable y repudiable como el de "Un papá genial", que más que un papá, parece un descerebrado irresponsable en potencia. Bueno, parece no, lo es.

Si a ello sumamos que todo está perpetrado por los de siempre, y que aparecen los típicos secundarios (Schneider, of course) cuya carrera no se alza más allá de salas repletas de preadolescentes con acné riéndoles las mamarrachadas, nos quedamos con una propuesta sumamente bochornosa, no porque su estilete, el señor Adam Sandler, no tenga ni repajolera idea de como llevar ningún personaje a la pantalla con un poco de gracia, sin mover un maldito músculo, sino por el mero hecho de que los personajes no son más que un pelele a cargo de las gracietas de siempre. Gracietas sin gracia, recursos sin vida.

Es así como películas como esta, nacen desde un buen principio muertas, puesto que aquí no interesa un mínimo desarrollo en las acciones de los protagónicos, o una pequeña reflexión entorno a sus actuaciones, aquí sólo importa recaudar, y para recaudar, es mejor no aburrir al espectador, darle cuantiosas dosis de humor podrido y desaliñado, y esperar a que la carcajada padre inunde la sala (o salón), para que la próxima vez, la pasta salga de la cartera con más facilidad. Y hasta la próxima, oye...

Lamentablísima comedia protagonizada por el pseudo-actor Adam Sandler, quien bien merecería por esta actuación el Oscar y hasta un Goya, todos ellos obviamente, por vía rectal.
A pesar de que estuve intentando emplear el tiempo en otros menesteres más menesterosos y de que recurrí a alterar mi estado de conciencia con todo tipo de sustancias que tenía al alcance, aún degusté, más de lo que hubiera querido, ésta obra cumbre del séptimo arte, la cual encarna algunos de los valores que más detesto en una película, ésto és: guión de telefilm, personajes estúpidos y arquetípicos, sensiblería barata y una gran dosis de moralina yanki de la peor especie.
Por si eso fuera poco, hemos de aguantar al protagonista más cretino que he visto en mucho tiempo, un tipo cuya conducta y actitud ante la vida no produce en el espectador más que verguenza ajena y las ganas de verlo algún día en la portada de un nuevo remake de Holocausto Cannibal.
No es que no la recomiende, es que voy advertir a todo aquel que tenga un mínimo de decencia que salga por patas ante semejante producto y a aquellos usuarios que la han puntuado con buena nota que vayan rápidamente a un hospital porque los daños cerebrales que provoca pueden ser irreversibles.
Huir.

Es una película como la mayoría de las comedias americanas que basan el humor en escenas grotescas y de mal gusto. Sólo a ellos les divierte los vómitos y las cochinadas. Para ellos está bien y es un acto de heroísmo que el papá le enseñe a su hijo a hacer lo que le venga en gana sin mostrar el menor respeto por los demás. No sé donde puede estar la enseñanza para los niños que ven esta película. Pero la imaginación de los "humoristas americanos", salvo algunos muy respetados, desafortunadamente muy pocos, no les da para más.

El niño es algo realmente encantador. Me alegra saber que son gemelos. Es el que mantiene toda la película, sin él Adam Sandler estaría perdido. Tiene momentos graciosos, auque no se la dejeis ver a niños pequeños que puedan pensar que esa es una buena forma de educación.

Me gustó mucho esta película. Me parece una buena película y muy entrañable(hasta lloré al final). Adam Sadner muy bien y el niño un encanto. Recomendable.