Los chicos de mi vida

Una mezcla entre teen mom y esas películas de fin de semana de la 3.

Los chicos de mi vida repasa la vida de una chica con muchas aspiraciones en la vida que un buen día se junta con el tonto del pueblo y se queda embarazada. Este embarazo, es decir, su hijo, chocan con esas aspiraciones que nuestra protagonista tenía y ve cómo por él tiene que hacer grandes sacrificios. Vamos, lo que le pasó, le pasa y le pasará a miles de personas en el mundo.

El personaje de Barrymore tiene el inconveniente de que además el padre de su hijo cae en la droga y el alcoholismo, La peli está basada en un libro escrito por la protagonsta, y claro, nos pintan al padre como lo peor y solamente vemos el sufrimiento de ella. Creo que, como en todo, haríamos mejor en no aceptar ciegamente la imagen que se nos muestra de este señor.

La madre consigue sacar a su hijo adelante lo que le supone un grandísimo esfuerzo (repito, nada nuevo) y finalmente consigue su sueño.

No os voy a engañar, la peli entretiene y se deja ver. Las actuaciones cumplen, el desarrollo y la forma de contar la historia está bien llevado. Ni la hisoria ni la peli es nada del otro mundo pero está bien para pasar una tarde de fin de semana relajada y sin grandes espectáculos.

Historia dramática, que nos viene endulzada dentro de un formato "comedia" que funciona bastante. El secreto supongo que se debe a que los personajes, que son cercanos, a la vez tienen esa máscara que permite al espectador no sufrir en exceso los problemas que se cuentan.

Personajes humanos a veces un poco estereotipados, que nos sumergen en una especie de fábula con una dicotomía moral entre: acatar la responsabilidad de ser una madre o el derecho a seguir siendo una persona con unas metas muy diferentes. Bev nos saca sonrisas, y sin duda Drew Barrymore hace un trabajo muy destacable y maravilloso.

Por último destacar el montaje formal de la película, que unido a una banda sonora preciosa, terminan de redondear bastante bien el trabajo final como "comedia romántica"; algunas escenas son realmente buenas, entrañables y memorables.

La reina de las comedias románticas protagoniza esta historia en la que una chica debe enfrentarse a una vida difícil, llena de sacrificios por un descuido adolescente; la película es un drama, seguro, (en algunas partes lloré a moco tendido) pero de tanto en tanto va surgiendo alguna escena o momento simpático que da un respiro a la película, puede ser por la presencia de Drew Barrymore, a la que le va mucho la comedia o porque la historia es así, sea lo que sea creo que hace ver que el personaje de Beverly Donofrio adopta la postura clásica de lo que llamamos en la cultura popular, "me río por no llorar", es decir, el de una mujer resignada cuando sufre desilusiones aunque también inconformista cuando tiene las oportunidades que siempre quiso.

Tachada de comedia a mi más bien me pareció una fría analítica de la vida oscura de una adolescente desfavorecida. Encuentro muchas de las películas de nuestra Drew de esta época simplonas y a ella algo demacrada físicamente, lo de los kilitos de más es un añadido que puede que venga hasta bien al personaje. Pero a lo que vamos, que el libro en que está basada será toda una maravilla pero pasado al cine no deja de ser menos que mediocre. Los verdaderos Jason y Beverly D'Onofrio aparecen en la película en la escena de la boda. Adam Garcia, que interpreta a Jason, es en realidad 3 años más grande que Barrymore; aunque se supone esta es su madre.

Con el pelo después de haberlo metido en una sartén de teflón, la ropa de la "Maru" de mi barrio, y la cara de empanada de pulpo que la caracterizan, la Mari Drew nos presenta este dramilla de tres y media de la tarde, que para lo mal que lo estoy poniendo, en el fondo me gustó.
Es un pelín empalagosillo, y chungero, pero a la vez es tierno aunque seguramente me hubiera gustado mas si no hubieran puesto a la drack Barrymore...

Es una linda historia dura, pero no demasiado, donde se imponen las historias difíciles, y el amor...

Podría ser peor...