Haz click aquí para copiar la URL

Zack y Miri hacen una porno

Comedia. Romance. Drama Zack y Miri, dos amigos que se conocieron en el instituto, tienen serias dificultades para madurar, por lo que se encuentran agobiados por las deudas. Como necesitan ganar dinero inmediatamente, deciden montar una empresa para grabar cine porno con sus amigos. Durante el rodaje, ambos descubren que sus sentimientos van más allá de la platónica amistad que los había unido desde siempre. (FILMAFFINITY)
<< 1 3 4 5 10 19 >>
Críticas 95
Críticas ordenadas por utilidad
22 de junio de 2009
11 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Kevin Smith vuelve al lenguaje soez que tanto éxito le dio en su ópera prima 'Clerks', pero se queda sólo en eso, en un guión vacuo cargado de palabras malsonantes, groseras y soeces donde una ordinariez muy mal llevada es la protagonista, habiendo o no porno delante.

Como comedia funciona levemente, si acaso algunos puntazos como cuando entra el tío ése medio fumado a pedir un café a las tantas de la madrugada, el momento "¿qué mierda es ésta", el timón holandés y poco más sinceramente. En cuanto a los protagonistas, los dos en general simpatizan bien delante de la cámara. Sin embargo a Seth Rogen le he visto torear en mejores plazas (sin ir más lejos en la genial 'Pineapple Express') y a Elizabeth Banks bueno, es la que destaca más en la trama y la chica está de muy buen ver pero nada del otro mundo tampoco.

Evidente, con menos caña y chispa de la que me esperaba y ese final "empalagoso" e inverosímil le resta enteros a la cinta. Un aprobado justillo es lo adecuado.
Condosco Jones
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6 de febrero de 2009
9 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es curioso cómo una película puede ser tan contradictoria a la vez; la censura de Estados Unidos se ha encargado de perseguir la peli más inofensiva y azucarada de Kevin Smith.

Porque bajo el tema del porno, los tacos, y algún que otro desnudo, se esconde el esquema típico y tópico de película romántica que hemos visto ya hasta la saciedad, de hecho el argumento es increiblemente previsible.

Aunque las cosas como son: es una peli la mar de divertida, con momentos desternillantes y escenas memorables; muchas de ellas de la mano de Jason Mewes aparcando el papel de Jay; pero la verdad es que podría haber ofrecido más, mucho más, sobretodo si tenemos en cuenta que es de Kevin Smith de quién estamos hablando.
Alarik
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
14 de abril de 2009
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Zack (Seth Rogen) y Miri (Elizabeth Banks) no son pareja aunque se conocieron del instituto y posteriormente decidieron compartir piso como amigos. Pero faltaba algo más... Sin embargo el apartamento destartalado que comparten representa la cuesta abajo en cuanto a recibos de la luz, agua y gas, a pulso de sus sueldos basura, especialmente el de Zack, que se lo gana como camarero en una cadena de cafeterías tipo "Starbucks" y vigilado constantemente por la videocámara que su jefe le ha instalado para vigilar las buenas atenciones que tiene con los clientes que se regocijan del frio para tomarse un caliente y merecido Capuchino en vaso de gomaespuma.

Los problemas de los dos amigos se disiparán cuando en una reunión de antiguos alumnos les llamará la atención de que el machote y guaperas capitán del equipo de rugby se ha hecho actor porno "gay" y que vive en el Séptimo Cielo de los Astros del Género X. Entonces decidirán crear su primera película porno a la que titularán Star Whores (Cerdas de las Galaxias), pero su inexperiencia, especialmente con los tratos en el alquiler de una garaje concebido como plató pero a punto de ser derruido por excavadoras, les obligará a tomar la cafetería donde trabaja Zack y hacerse con la videocámara de su jefe. Y así volver a empezar. Contarán con la complicidad de un grupo de amiguetes, algunos de ellos interpretados por la ex-actriz porno, ahora reciclada, Traci Lords (ya había trabajado en films de John Waters como "Cry Baby") o los actores fetiche de Kevin Smith; Jeff Anderson (el incordiante empleado del videoclub en "Clerks") y Jason Mewes que aquí se olvida de su recordado, y tal vez algo ya plasta, personaje de Jay, el poeta y porreta de New Jersey que acompañaba siempre a Bob el Silencioso en sus correrías de urbanita desquiciado y propenso al insulto y al verso del mal gusto.

Lo Mejor: incluso rodando cine dentro de cine Kevin Smith destila su capacidad de transmitir buen rollete
Lo Peor: los buenos tiempos de "Clerks" ya no se divisan en el horizonte
Natxo Borràs
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
11 de junio de 2009
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
No éramos pocos los que nos preguntábamos si el cerebro de Kevin Smith había sido exprimido por completo. Aquel realizador gamberro y deslenguado que tanto sorprendió con sus tres primeros largometrajes, ya llevaba casi una década desaparecido en combate. A las decepcionantes ‘Jay y Bob el silencioso contraatacan’ y ‘Jersey Girl’ se le unió el aceptable pero muy tramposo “back-to-classics” que supuso ‘Clerks II’. Ante tan desalentador panorama, los más devotos debíamos contentarnos siguiendo a Smith por las universidades de todo el mundo en las dos entregas del “ego-cumental” ‘An Evening with Kevin Smith’.

Migajas. Las sobras del que antaño fuera un auténtico portento del ingenio y el humor. La raíz del problema parecía ser que el universo del irreverente director se había colapsado. Por lo visto, la energía que movilizaba aquel rico microcosmos no era tan duradera como algunos hubiéramos esperado. Personajes cada vez más inverosímiles, situaciones descaradamente forzadas para buscar el gag soez, y un estado de continua embriaguez causada por ególatras autorreferencias. ¿Resultado? Una auténtica crisis en todos los sentidos de la repetitiva fórmula del éxito.

Curiosamente en tiempos de crisis financiera global el cineasta más malhablado de la actualidad se ha inspirado y ha dado un soplo de aire fresco a su agonizante carrera. Sería inadecuado hablar de una reinvención, pero lo que sí es obvio es que con ‘¿Hacemos una porno?’ estamos por lo menos ante una reinterpretación de los estándares del cine “smithiano”. Ya no estamos en Nueva Jersey, pero el invierno de Pittsburgh sirve también para dibujar un entorno gris en el que los cada vez menos jóvenes protagonistas vean justificada su desencantada visión de la vida. Ni rastro de los freaks más emblemáticos de la galaxia, pero -por suerte- ahí siguen estando Jason Mewes y Jeff Anderson; por su parte, Seth Rogen (uno de los abanderados del imperio Apatow) es la perfecta reencarnación de Kevin Smith ante las cámaras. Se han cambiado los videoclubs -templos de sabiduría nerd- por un sofisticado café de la era Starbucks... no obstante, los Pixies siguen sonando de fondo: la Generación X aún vive.

Las peripecias de de Zack y Miri tanto para esquivar las penurias económicas como para descubrir los sentimientos enterrados en su corazón, se traducen en un lavado de cara que el mundo de Kevin Smith pedía a gritos. Pero lo mejor de ello es que esta operación de cirugía estética ha afectado sólo la fachada, dejando intacto el espíritu transgresor del director. Muy hábilmente, el cine pornográfico acaba convertido en la excusa perfecta para indagar en el sinsentido de un sistema moral hipócrita y obsoleto. Tal y como reza el propio póster promocional de la cinta: “En tiempos desesperados, medidas desesperadas...” O en otras palabras, no hay más que cortar el suministro de luz y gas para que caigan en el olvido todos los cánones morales de los que tanto alardeamos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
reporter
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
17 de enero de 2011
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
La idea es muy original, el guion no es malo, hay interpretaciones sobresalientes* (ver spoiler) y buen humor. Pero no acaba de convencer. Cualquier director español de comedia fácil debería verla para subir su moral y ver que los americanos también hacen malas imitaciones al cine típicamente español.

Tiene puntos que la salvan de ser un bodrio infumable, pero no de que te quedes con la sensación de que has perdido tu tiempo mientras te venden la historia de un calzonazos que en 10 años conviviendo con una tía despampanante nunca la ha mirado con los ojos con que la ves tú. Nunca, hasta que se acuestan juntos en una película porno para poder pagarse el alquiler. Ya, seguro... Aún hasta ahí no está mal, como cuando pruebas el chocolate de un bombón relleno. Te das cuenta de que en toda la película parece que la única opción para que el amor llegue y/o dure (o lo que es lo mismo: se acabe), es ser un pusilánime sometido a la chica con la que te casaste al acabar los estudios, o bien declarar tu amor puro y eterno a la chica que te gusta dieciséis millones antes de que ella te corresponda, e incluso, por qué no, cambiar tu apellido tras el matrimonio (¡atención al detalle en la escena extra entre los títulos de crédito!). Acabas de morder el relleno: naranja amarga confitada. Y ese es el sabor que te quedará en los labios.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Mengo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 3 4 5 10 19 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow