Moonraker

Estamos ante uno de los films más amenos y simpáticos de la etapa de Roger Moore, pues sigue la estela marcada de sus anteriores películas añadiendo un mayor protagonismo a los artilugios electrónicos de Q consiguiendo así escenas bastante divertidas dentro de la acción creando una película con una esencia muy desenfadada.

Lo mejor de esta nueva entrega de 007 es su frenético ritmo, pues es realmente un film dentro de lo que cabe, bastante ameno y divertido de ver. Son dos horas de pura evasión y de espectáculo con escenas de acción muy logradas como la persecución por Venecia o su espectacular inicio.

El film cuenta esta vez como chica Bond a Lois Chiles, que cumple de forma muy correcta. Por si fuera poco, el film cuenta como villano principal con el fantástico Michael Lonsdale, y es que hacía tiempo que la saga no disponía de un villano tan carismático ni con tanta clase. Tampoco hay que olvidar la repetición de Richard Kiel como el personaje de Tiburón, que vuelve a las andadas para hacerle la vida imposible a James Bond.

No obstante y pese a que estemos ante un film de la franquicia de lo más simpático, también tiene fuertes flaquezas. Para empezar, su guión a veces roza un infantilismo y una ridiculez muy exagerada, algo que se deja ver en diversas escenas cuyas situaciones rozan lo absurdo.

Por otra parte, hacía tan sólo dos años que se había estrenado el primer episodio de la saga “Star Wars” de George Lucas, y los productores vieron necesario colocar un personaje tan emblemático como 007 en el espacio haciendo que tuviera una mastodóntica batalla espacial con la mayor fuente de recursos disponibles. Desgraciadamente, la falta de conocimientos técnicos y la propia ambición empañan dichas escenas, no muy logradas, que también acaban por lastrar el conjunto del film.

Aún así, no deja de ser una cinta de James Bond, hecho que implica grandes dosis de entretenimiento, humor y acción

Mucho antes de Mike Myers se pasara por las nalgas la imaginería Bond, un tal Lewis Gilbert plagió a conciencia Austin Powers 20 años antes, con peores resultados. En efecto, como comedia Moonraker es floja, pero como película de James Bond es lamentable; sin entrar en la idoneidad del inexpresivo Roger Moore para el papel, el guión hilvana un disparate tras otro con toques de humor sonrojante, homenajes cinéfilos de todo a 1 euro, etc. Los efectos especiales cumplen su cometido, pero repito que todo tiene un aire a ciencia ficción de serie B bastante hilarante. En definitiva, peculiar componente de la saga 007 que apenas interesará a los aficionados.

En plena moda de las películas espaciales debido al éxito de La guerra de las galaxias, Brocoli quiso hacerse eco del tema y produjo uno de los filmes más caros de la saga. Esta vez Bond deberá enfrentarse con Hugo Drax, un magnate que desea destruir el mundo con unas letales esporas diseminadas por la atmósfera, para después construir una civilización en el espacio.

El reputado Michael Londsdale interpreta al villano de turno, que vuelve a estar acompañado de Tiburón, el guardaespaldas que protegía a Karl Stromberg y que consiguió sobrevivir al ataque final. La película es un despropósito de tamaño sideral pero si uno no se toma demasiado en serio su argumento, se puede disfrutar gracias a sus vistosas escenas de acción. Moonraker es una parodia de los filmes de Bond con una trama disparatada pero entretenida. Su abultado presupuesto permitió que los efectos visuales fuesen de gran calidad y estuvieron nominados al Oscar. La cinta es una cascada de secuencias de acción que se suceden sin descanso con un delirante final en el espacio con el enfrentamiento entre las tropas de Drax y el ejército de Estados Unidos. Todos ellos ataviados con sus respectivos trajes espaciales disparando sus armas de rayos láser. Una vez más el papel del villano es relegado a fugaces apariciones para potenciar la acción de la película.

Entre las escenas más llamativas se encuentran la persecución en lanchas por las cataratas de Iguazú o la del comienzo con la pelea entre Bond y Tiburón mientras caen de un avión. Hay también bastante humor infantil como cuando a Bond se le dispara un dardo de un dispositivo que esconde en la muñeca y se clava en el culo del caballo de un cuadro del despacho de su jefe. O la surrealista persecución en góndola por la Plaza San Marcos de Venecia. O aquella en la que uno de sus perseguidores acaba estrellándose contra un cartel publicitario en Brasil que dice "Nosotros cuidaremos mejor de usted" a lo que Bond responde: -¡Pues por mi pueden quedárselo!

Compréndame, yo he nacido en los noventa y tenía la imagen de un Bond como Pierce Brosnan o Daniel Craig, que eran creíbles y sus películas sorprendían, y entenderán que a alguien joven como yo esta película le ha sorprendido en el mal sentido de la palabra. No se sabe ya si uno está viendo una comedia infantil, una película de espías, o una bazofia aburrida de space opera, pero desde luego no lo que uno espera de una película de James Bond.

Sí que es verdad que destacan los efectos especiales, especialmente cuando se destruye la ciudad espacial, pero desde luego no vamos a valorar a la película, que parece más de serie B que otra cosa, por eso. Por culpa de tener al mismo director de la película anterior, película que por cierto nos prometía en los créditos finales que la siguiente que veríamos era la de Solo para tus ojos, se vuelve a copiar la idea de un villano con el sueño de exterminar a la humanidad con un chorrito y empezar una nueva civilización, idea que ya era absurda en la película anterior, pero que la hacen doblemente absurda en esta.

Al ver la sinospis ya sabía que la película iba a ser mala, pero me esperaba algo de James Bond, y lo que veo es un refrito cutre de la película anterior, solo que sustituyendo el océano por el espacio, cuando en la película anterior el propio villano decía que por qué molestarse en la conquista del espacio cuando el océano, que es lo que tenemos más cerca, es lo menos explorado de la Tierra. Lo mejor de la película son las frases con doble sentido de 007, lo demás es de pura vergüenza. Si hay alguien que le pone un siete a esta película, como he visto en las críticas, no sé qué hace con su vida. Será porque es una película de James Bond según el márketing, porque cuando la ves no lo parece. He visto películas de mala calidad que no eran superestrenos y eran de serie B mucho más entretenidas y menos absurdas que este bodrio. El Tiburón se nos ha hecho bueno, no queda claro por qué, si porque ha descubierto el amor o porque sabía que al no ser un Adonis, como le pasaba al villano, que no era un Adonis, le iban a desterrar, pero lo quieren poner, de una manera muy infantil, que por eso creo que esta película está clasificada para todas las edades, como el villano secundario que salva su alma, cuando en la anterior película mataba a sangre fría con fríos mordiscos. Para ver esta película mejor ver una de Mortadelo y Filemón, que por lo menos ahí el absurdo es intencionado.

Pues con Moonraker espero haber visto la peor película de la saga Bond... porque si hay otra peor que esta... es que no me puedo imaginar una película Bond peor que esta.

La historia es inverosimil, pero bueno, estamos ante Bond, hay que tener la mente abierta a todo... pero esta me ha parecido tan inverosimil que rayaba el humor absurdo. Si hubiera sido una película de Austin Powers igual le estába poniendo una nota muy buena, pero era una película Bond de verdad, todavía me cuesta creerlo.

El argumento, salvo por el tema espacio, no me ha parecido novedoso, en realidad el planteamiento me recordaba a La espía que me amó: supervillano que quiere acabar con el mundo y conseguir una civilización mejor.

Con las chicas en esta película es que ya ha sido demasiado, Bond ni siquiera tenía que hacer nada, con cualquiera que se cruzaba era llegar y besar el santo... y la historia con la espía pues también es algo repetitivo y poco novedoso.

Algunas escenas o planos eran para partirse de risa, algunas ideas eran exageradamente idiotas... pero quizás lo peor sea el destrozo que han hecho con Tiburón, ese que tanto miedo y respeto infundía en la película anterior, aquí daba más risa que miedo... una verdadera lástima.

Total, que la saga Moore está decayendo de forma muy peligrosa, espero que esto sea lo más bajo que llega a caer... ese es mi consuelo, la siguiente, a la fuerza, tiene que ser mucho mejor, espero no equiocarme.

Un saludo.