Haz click aquí para copiar la URL

Orgullo y pasión

Aventuras. Drama. Bélico Guerra de la Independencia (1808-1814). En 1810, durante la invasión de España por las tropas napoleónicas, un grupo de guerrilleros, con la colaboración de sus aliados ingleses, intenta evitar que un cañón de gran calibre caiga en manos de los franceses. (FILMAFFINITY)
<< 1 2 3 4
Críticas 18
Críticas ordenadas por utilidad
13 de marzo de 2013
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
A las costas españolas llega un capitán del ejército inglés con una misión. Tras conseguir ponerse en contacto con la fuerza guerrillera de resistencia española, quienes realmente no eran el objeto de su visita, se ponen en marcha. La misión prioritaria del oficial británico es el traslado de un cañón de guerra a Santander, sin embargo el líder guerrillero, interpretado por un mediocre Frank Sinatra en su labor actoral, considera la necesidad de llevar el cañón a Ávila para tomar la ciudad, en manos francesas.

Con esta premisa arranca un filme considerado como una de las grandes superproducciones que la industria de Hollywood rodó en los años 50 en España. Éste, concretamente del año 1957, coincide con la fase del fin de la autarquía y el aperturismo de la dictadura franquista. Se entiende por este mismo hecho que el rodaje de esta película tenga esos tintes de gran patriotismo. La cinta dirigida al gran público estadunidense en general, no dejaba de estar influenciada por la idea que proyectaba la dictadura que quería dar de España al mundo, buscando ciertos paralelismos entre la sublevación fascista con la Guerra de la Independencia.

A pesar de ser un filme rodado plenamente en España, da la impresión de que no es sino una necesidad de hacer efectivas las localizaciones y no en un afán de empaparse de la cultura nacional para hacer más sólido el guion, lo que movió a los magnates del séptimo arte norteamericano a rodar la película en suelo peninsular y no en cualquier lugar del medio oeste estadunidense. Orgullo y pasión está plagada de todos los peores tópicos que los españoles arrastramos fuera de nuestro suelo patrio aun a día de hoy; bailes flamencos, toros y Semana Santa. Además las imprecisiones en el itinerario recorrido por la expedición que desciende desde el norte del país camino a Ávila, pasando previamente por Cuenca, que realmente está más al sur, hace que la rigurosidad en representar fidedignamente algo que no fuesen las pretensiones de hacer dinero con la cinta eran escasas o nulas.

Por razones como las ya expuestas, a mi parecer, no hay más opción que enmarcar Orgullo y pasión en el género cinematográfico de aventuras. El contexto histórico utilizado es el pretexto y no el fin en sí mismo, por lo tanto, considerar el filme como un drama histórico me parecería una afirmación atrevida y falta de análisis. Imagino por otro lado, que todas las escenas de acción rodadas como la de las bolas de fuego rodando por la colina, el duelo de navaja entre Cary Grant y uno de los guerrilleros o el puente explosionado por la guerrilla española mientras lo cruzaba el ejército francés, fueron en su día reclamos para hacer el filme algo más atractivo, pero que visionadas a día de hoy no aportan absolutamente nada a nuestra época, dominada por un cine hiperrealista.

En definitiva nos encontramos ante un filme que pierde toda opción de considerarse como representante de la historia y cuyo galardón de superproducción ha quedado relegado al pasado y ni como vieja gloria de la industria cinematográfica hollywoodiense ha quedado en la memoria. Quizás el único suspiro que nos arranque Orgullo y pasión sea ver la siempre belleza eterna de Sophia Loren.
Oldboy
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
14 de febrero de 2023
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para una vez que Hollywood se ocupa de la historia de España sin dejarnos en ridículo, va y nos ponemos estupendos alardeando de conocimientos geográficos e históricos
¡Que hablen de nosotros aunque sea para bien!
Menuda excursión turística por Segovia, Santiago de Compostela, Cuenca, Ávila, Campo de Criptana, El Escorial ... Flamenco, toros, procesiones de Semana Santa bien "prietas las filas", peleas a navajazos ... Typical Spanish. Que más se puede pedir.
Estamos en 1810 en plena guerra de la Independencia y tenemos un supercañón que pretenden ingleses, franceses y españoles. Como si fuera un chiste.
Triángulo amoroso entre, nada menos, que Miguel (Sinatra), el capitán Trumbull (Grant) y Juana (Loren). Elenco de lujo que luce poco. Más lo hacen los cientos y cientos de extras que llevan corriendo a la carrera las cinco toneladas del cañón, más las bombas y la pólvora. ¿Será por fuerza bruta?
Cinta larga y tendida, ritmo muy desigual pero de acción continua. Se suceden las aventuras para llevar la pieza de artillería hasta las murallas de Ávila donde se halla el Estado mayor francés. A veces parece, a distancia, "La Reina de África" solo que por los caminos de España en vez de los ríos de África.
Interpretaciones manifiestamente mejorables de los protagonistas que salva una bellísima Sofía, auténtico cañón de Navarone bailando flamenco.
Nos ha gustado ver a los franceses como si fueran los mexicanos atacando El Álamo, uniformes relucientes y torpes como ellos solos; o el ataque de los guerrilleros al campamento gabacho dejando caer por la pendiente bolas de hierbas secas encendidas, vieja táctica que ya se usaba en la "Iliada"; o los créditos del comienzo con escenas goyescas.
También ver a Hollywood reconocer el valor de los españoles en la batalla, que mitiga un poco los tópicos folclóricos que nos siguen endosando.
Cinta interesante, de aventuras y estereotipos que merece un vistazo.
Lafuente Estefanía
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
20 de noviembre de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
3,7 millones de dólares costó realizar este derroche cinematográfico, en donde el guión es muy simple, así como las historias y las interpretaciones, y en donde el interés reside en las decenas de miles de extras que participan en la película sin transparencias, ni estudios, ni trucos de cámara.

Es un bochorno, que no se entiende, que la búsqueda del cañón inicie en Santiago de Compostela, en la plaza del Obradoiro, y el destino sea Ávila, y salgan imágenes de Toledo, Cuenca (ciudad encantada) y Campo de Criptana (molinos). Una chapuza en toda regla que incluye por esas tierras castellanas bailes flamencos muy poco frecuentados en la época.

Pero todo lo que conlleva el transporte del cañón es obra de magia cinéfila, derroche de fuerza, ostentosidad, caballos y dinero, mucho dinero.

Parece un Western, y es que, con la historia que tenemos, tan rica y nutrida, podríamos haber patentado decenas de géneros cinematográficos, sin necesidad de que los gringos vinieran a tergiversar nuestra historia.
CHIRU
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow