El justiciero: Capítulo final

La película carece de originalidad en toda su trama. La saga de "The Equalizer" se repite una y otra vez con el siguiente esquema: se plantea una situación injusta causada por personas muy malas, y el personaje interpretado por Denzel Washington lo soluciona todo debido a su capacidad para hacerlo y más. No hay desarrollo del personaje ni entrenamiento, ya que lo conocemos en plenas facultades físicas y mentales, y nada parece dificultarle la tarea o asustar a nuestro protagonista.

La primera entrega es la mejor, ya que nos presenta al personaje (creando un misterio que el espectador quiere descubrir) y además, el personaje de Chloë Grace Moretz es el único secundario con profundidad en toda la saga. Los demás personajes son secundarios en el mejor de los casos, y solo conocemos de ellos unas pinceladas mínimas. Si usamos esta entrega como ejemplo, tenemos al pescadero, al médico y al policía, pero no sabemos nada más sobre ellos que sus familias y trabajos. Si los villanos los matan, daría pena más por ser personas que porque la película haya establecido una conexión con el espectador. En cuanto a la construcción de los villanos, es igual de simple; son personas egoístas dispuestas a hacer cualquier cosa para conseguir lo que quieren.

En resumen, otra película salida de la cadena de montaje de un protagonista heroico con capacidades extraordinarias que actúa al margen de la ley y que imparte justicia donde sea necesario. Si te gustan este tipo de películas, aquí tienes otro ejemplo, pero si buscas algo original o que se destaque de las demás películas de acción, aquí no lo encontrarás.

Un film algo inferior a las demás películas de la saga (sobre todo la segunda parte), tiene sus buenas dosis de violencia pero no llega a ser redonda del todo.
Washington magnifico como siempre y las escenas con Fanning tiernas.
Lo que pasa en el pueblo y lo que hace el por salvarlo( por que le gusta su gente y como lo han tratado desde el principio aún siendo extranjero) tiene su lógica.
Los malos chirrían un poco y están un poco forzados en sus interptretaciones.
Lo que me ha gustado también es que cuando están los italianos hablando entre ellos lo hagan en italiano y se olviden de hacerlo en ingles.
Aún así me divertí.
La recomiendo y la pondré buena(7).
Besitos y saludos.

A mí lo que me sorprende de estas películas es que sigamos yendo a verlas pese a que son la enésima copia de una copia. Pero me sorprende aún más que se sigan valorando con un 7, 8 (o más) películas que no ofrecen nada nuevo en lo que se refiere a trama, tema y forma. Si esta película la hubiéramos visto en los 90, aún experimentaríamos la sensación de dejà vu. El cine comercial que vemos en los multisalas está tan nutrido de propuestas vacías que una que sobresale mínimamente respecto a las otras parece que es una obra de arte, cuando no lo es ni remotamente.

Entiendo que pueda gustar. Es una película que vuelve a apelar a los instintos más primarios, a saber: repartir justicia con nuestras propias manos y dejarnos de gilipolleces, de sistemas judiciales que consideramos injustos, y resolver nosotros mismos eso que parece que nadie va a resolver por nosotros. Es una visión muy simple de la realidad, pero la compramos porque así podemos canalizar toda esa impotencia que vamos acumulando día tras día en nuestras vidas. Un tema, que como digo, es más viejo que ir a pie, pero que se seguirá comprando mientras existan seres humanos.

Es cierto que tiene alguna que otra secuencia inspirada y que hay alguien detrás de las cámaras con conocimientos de cómo mover una cámara, encuadrar, etc. También es cierto que si no estuviera Denzel Washington defendiendo el papel, no estaríamos hablando de una película que arrastra casi un 6 y pico de media en esta página. Pero no es suficiente. No en pleno siglo XXI.

Tercera aventura del Ecualizador, que para unos será mejor, para otros peor y para el resto parecida a las otras.

Para mi gusto, y viéndole en el cine, lo que mejora siempre la opinión sobre una película, está bien. Cumple sus objetivos de entretener y ofrecer violencia descarnada, sucia, sangrienta, gore incluso.

Es muy amena (el largo prólogo es excelente), aunque no sorprende demasiado, pero está bien narrada, tiene la duración justa, sin perderse en filosofías profundas acerca del bien y el mal, y se pasa el rato de forma muy distraída.

Washington está como siempre en este tipo de, quizás, (sub) productos, y aspectos técnicos como el montaje y el precioso pueblo, Minori, Campania, Italia, donde está rodada la cinta, hacen que mejore la valoración final.
Algo arrítmica en ocasiones, no obstante te mantiene atento en todo momento.

Dentro del género de acción, está bien.

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Es muy diferente a las 2 anteriores y por desgracia a peor. Quizás lo que menos me ha gustado es lo lenta que es. Cuando vas a ver una peli de esta saga esperas ver esa acción que caracterizaba a las anteriores, pues aquí olvídate.

Su protagonista, ayudado por el buenísmo de gente que parecen seres de luz, hacen por el todo lo que haga falta sin conocerle de nada y sin pedir explicaciones. Robert (Denzell) se pega toda la cinta tomando café y dando paseos por un pueblecito de Italia, para algunas escenas hubiera quedado bien, pero es que se pasa toda la película sin hacer nada. 

El personaje de Dakota (la chica rubia), metida con calzador. Sueltas unas frases y desaparece su relevancia ninguna y ni te va a importar ya que es un personaje completamente vacio que debe de estar para que al final te digan: Es la hija de la amiga que mataron de Robert.. 

Muy decepcionado porque esperaba que estuviera a la altura de las anteriores, las cuales dicho sea de paso son bastante buenas.

Por cierto, no esperéis ver ninguna escena en cámara lenta empezando desde su ojo para empezar una matanza. Además, los malos no tienen el impacto que tenían en las anteriores. Todo peor por desgracia.

Supongo que aquí termina la historia de este personaje (o no). Lo que tengo claro es que ha sido un sabor agridulce y lento.