Juntos hasta la muerte

A mí personalmente me parece un filme que allana el género westeril en su largo camino, polvorienta, grasienta, violenta y sexual, aunque con menos altisonantes, menos carnal, más sensual con Virginia Mayo, agradecido Raoul Walsh por mostrarnos western canónico en esta década... Más que remake me parece un rebbot de la novela High Sierra de WR Burnett en las policiales High Sierra de 1941 y I Died a Thousand Times de 1955, personalmente no le encuentro parecido, los personajes son otros y los escenarios también.

El atractivo lo proponen el sugerente guion, la fascinante escenografía, la resonante melodía y las bombonas Victoria Mayo y Dorothy Malone en una historia salvaje del oeste Americano, impureza, indecencia e impúdica entre roñosos, ruina, soledad, indigencia y mezquindad, el conflicto de un desadaptado en rehacer su vida, entre dos mundos, el delictivo, el honesto y entre dos mujeres, una culta, obediente, decente Dorothy Malone y otra sensual, exótica y auquénida, la personalidad de McCrea se adapta bien a la ambigüedad del personaje, a este arquetipo de "cumbres borrascosas".

Vista colorizada por IA.

Siendo mayormente muchas y muy buenas las producciones de cine negro rodadas principalmente durante el segundo tercio del siglo pasado, y teniendo a "El último refugio 1941" como una de las 2 películas que encabezarían esa hipotética lista de films que me llevaría a una isla desierta (la otra seria "Al rojo vivo 1949", también del genial tuerto Walsh), y sabiendo hace ya tiempo la existencia de este autoremake en clave western, por unas cosas u otras iba postergando la visión del mismo, hasta que por fin me la he enchufado (algo ha tenido que ver con ello, y con la reciente revisión de obras maestras del western – y bastantes que no había visto –, el comprobar si el mal sabor de boca que me ha dejado ese calco perpetrado por los Coen de "Valor de ley", era producto de una equivocada visión, o por el contrario – como así está siendo – descubrir que hasta me he pasado con el "pasable" con el que la califique).

Pues bien, aun estando a mi juicio por debajo de la obra maestra que fue aquella, a pesar de reconocer entre los sutiles cambios de la trama el mismo espíritu fatalista de la misma, y quizá a causa de ser otra vez Raoul Walsh en encargado de contar la historia, la he disfrutado como un excelente western noir mas que como remake.

Joel McCrea imbuyendo de fatalismo y recia dureza a su personaje de fuera de la ley metido por amistad y respeto a ese "Old man" en un golpe que apesta, y una excelente y muy guapa y sensual Virginia Mayo dándole la réplica como esa mestiza de armas tomar de vuelta de todo a la que domina la pasión que siente por su tierra y ancestros; Dorothy Malone en ese personaje de ambiciosa arpía del Este, y Henry Hull como ese padre recto y lleno de bonhomía y agradecimiento, haciendo, y comportándose como un hombre que se viste por los pies, y un resto del casting acompañando más que dignamente la función.

Sigue en spoiler por falta de espacio:

398/10(11/12/22) Buen western dirigido por uno de los especialistas en el género, Raoul Walsh, que hace un remake del film que el mismo dirigió 8 años antes, variando la época donde sucede el relato, donde era cine negro con Humphrey Bogart y Ida Lupino, aquí es una del oeste con Joel McCrea y Virginia Mayo. El guion de John Twist (“Todos eran valientes”) y Edmund H. North (“Patton”), adaptando la novela “High Sierra” (1940) de WR Burnett (“La Jungla de Asfalto”), trata sobre un forajido que sale de la cárcel para ayudar a conseguir un último trabajo ferroviario (en la versión original era un casino). Filtrada por el género tenemos todos los elementos iconográficos como el asalto a la diligencia, asalto a trenes en marcha, tiroteos, jinetes al galope por desfiladeros, planos de praderas desérticas, el sheriff, los carteles del ’se busca’ por una recompensa.

Todo muy bien desarrollado, con poder de emocionar en la relación de Joel con la Mayo, desprendiendo gran química entre ellos, sobre todo a la fabulosa actuación de Virginia (Raoul Walsh estrenó este mismo año este film uy otro con “Al rojo vivió”, con también Virginia Mayo de co-protagonista), esplendorosa como una hermosa mestiza, con unos ojazos que traspasan la pantalla, con una sensualidad turbadora (como deja ver una y otra vez sus piernas por encima de la rodilla), su pasado tormentoso de mujer de la vida intentando sobrevivir enternecedor, como vemos se enamora perdidamente de Wes nos es reconfortante, sensacional interpretación cargada de raza y visceralidad; Tenemos a un carismático Joel McCrea representando al antihéroe lacónico, con fuertes principios, curtido pistolero, desconfiado, duro, inteligente, pero con grietas emocionales, por donde deja entrever su fragilidad emocional, ser que intenta driblar a su destino plagado de traiciones, deslealtades, persecuciones, disparos, y asedios. Encuentra en Colorado a su media naranja, con la que solo es capaz de pasar un fugaz momento de felicidad planificando la quimera de su futuro. Notable McRea en su rol.

Hay una relación que en una sola escena es capaz de transpirar melancolía y amistad, como es la del protagonista con la de su jefe Dave Rickard (gran Basil Ruysdael), destila camaradería y años de gloria vividos, ahora tocando a su fin, todo ello señado por un sentimental primer plano en el choque de manos; Hay escenas de acción muy bien planificadas (como es el robo al tren, todo un prodigio milimetrado en cada movimiento); Con escenarios cargados de una mística fascinante (me refiero por supuesto a la Ciudad de la Luna, un poblado excavado en la una roca); Tiene un rush final trémulo, de los que ponen el vello de punta, con un devenir que marca a sus personajes en el fatalismo con multitud de detalles (El Cañón de la Muerte, la antigua misión española de Todos los Santos abandonada tras ser devastada por contagios y seísmos, y tenemos como lar final al poblado indio “La ciudad de la Luna”, con una leyenda negra tras de sí; en realidad esto último es el llamado ‘Cliff Palace’ en Mesa Verde, ciudad construida por los nativos Anasazi y abandonada se cree hacia el 1300 dc.); y hay un final de los que cala. Todo ello dejando un grato sabor de boca cinéfilo.

Pero tiene el obstáculo de ser un remake de un film buenísimo, donde todo cuadraba, por lo que intentar mejorarlo es tarea imposible. Aquí al argumento primigenio poco se le aporta orgánicamente, aunque altera algunos elementos (spoiler). Pero el espíritu de como no se puede luchar contra el destino permanece en la historia, todo está ahí. Lo cual hace que poco te pueda sorprender. Tenemos al veterano ladrón (aquí huido, en la original indultado), tipo noble y fiel a sus amigos, taciturno y con fuertes códigos morales, tenemos el último trabajo, tenemos a los cómplices poco fiables, tenemos a la mujer de la vida incrustada en la banda (lo que hoy se puede llamar la ‘puta de buen corazón’), tenemos al anhelo idealizado del protagonista (aquí con el MacGuffin del pozo por hacer, en la original que la joven era coja), tenemos al enfermo patrón, hay un robo accidentado, tenemos un persecución final con asedio, y el final es cuasi-calcado (aunque cambia algo*). Aun así, Walsh es un maestro del ritmo y hace que su película se siga con agilidad en su desarrollo, atrapándote con estos personajes perdedores a los que deseamos tengan una salida, de esas películas donde quieres que los antihéroes sean felices.

Arranca en un tono desorientador, pues lo hace con la huida del protagonista Wes de la celda de una comisaría, ello con un plan que destila mucho humor en esa abuelita gancho que lleva comida en una cesta a su nieto, y también un mensaje (en clave), ello con claro tono de comedia. Esto contrasta con el tono seco y adusto del resto del metraje, sin concesiones a la sonrisa. Tenemos también en este inicio una bella secuencia que nos retrotrae a uno de los leit-motives de John Ford como es la visita a una tumba, en este caso la del protagonista a la de su esposa fallecida Martha. Tenemos todo el impasse hasta el atraco al tren, con la relación con ese padre (buen Henry Hull) y su bonita hija Julie Ann (correcta Dorothy Malone) que encandila a Wes, la reunión de los ladrones en el poblado abandonado de Todos los Santos, donde conoce a Colorado (Virginia Mayo). Para luego pasar al clímax del atraco al tren, sensacional en cómo lo rueda Walsh, desde como Wes se da cuenta de que es una encerrona hablando con la mujer del comisario, a como acecha al tren desde una loma, como lo sigue y monta en él, como subir por el techo con la cámara filmado con brío, todo un alarde ingenio visual puesto al servicio del espectador.

Como ya dije en el film original del cual este es remake, ya se sabe que por los códigos de la época un ladrón no podría tener un final feliz terrenal. Contando con eso, me maravilla lo entretenida que es la película desde el principio, mejorando a la original, que contaba con Bogart pero con menos frescura.

Los códigos de honor se anteponen a la podredumbre humana que es esclava del dinero.

Y la bella Virginia Mayo carga de razones a McCrea para que olvide sus fantasmadas. Los hechos son las antorchas que guían en el camino.

Esa iglesia, esas campanas, tienen que volver a cobrar vida por el alma de sus fieles muertos.

Carta abierta a Raoul Walsh

Estimado Raoul:

Me decido a dirigirte la presente tras visionar uno de tus mejores trabajos, a tenor de la valoración que de ella han hecho muchos amantes del cine en general. Me refiero a tu "Colorado territory"; una película que no conocía pero que me ha sorprendido gratamente.

Si lees alguna de mis críticas verás que soy bastante exigente, me gusta bastante ir a fondo, afinar el análisis y no quedarme con las meras apariencias. Ni con las famas ni con alabanzas creadas. Ver un producto fílmico con la mayor inocencia, tratando de eliminar prejuicios. Y sobre todo, ir al encuentro con lo verdaderamente humano, con lo que hace que valga la pena estar más de una hora frente a una pantalla... con lo que podríamos llamar alguna clase de "arte", al modo en que se dio desde siempre un sentido particular a esta palabra, y que parece hoy olvidado.

Evidentemente, Raoul, tu película tiene, sobre todo, hechuras de entretenimiento. No podía ser de otra manera, un western, con buenos y malos, con protagonistas de rostros bellos. Y en una época en que el cine necesitaba, sobremanera, distraer.

Qué bueno que te hayas salido del clásico guion acomodaticio, Raoul. El que el protagonista sea un forajido perseguido por la ley, que no se turbe si tiene que matar al mismísimo sheriff, me rompió los esquemas. Quizás podías haber mejorado el retrato del protagonista, va un poco forzado eso de juntar a delincuente y "buenazo", pero la mixtura me ha dejado reflexionando... y supongo que a la Academia también, veo que no te dieron muchos premios por ello. Por cierto, buen trabajo de McCrea, solvente en su papel.

Ya no se estilan, en nuestras sociedades modernas, esos gestos nobles tan maravillosos que muestras a través de los protagonistas, Joel y Virginia. La lealtad, el regalo desinteresado, la justicia. Ya solo por encontrar estas pequeñas lecciones de ética vale la pena su visionado, Raoul. Por supuesto, hay que saber mostrarlo, dentro de una narración con belleza o encanto. Y tu lo has conseguido, Raoul.

Oye Raoul, no sé si sabes que hoy día han cambiado las cosas respecto al mundo de la pareja. Hoy es difícil encontrar una buena película en la que hombre y mujer se tengan tanto respeto y entrega, como has reflejado tú. Es muy hermoso ver esa entrega incondicional, de dos seres que como el título dice, son capaces de dar la vida por el otro u otra. En la actualidad lo que impera es el individualismo, los egotismos varios, la ambición excluyente. Si Raoul, incluso es difícil encontrar lo que tú nos has contado, que hay hombres despreciables y también mujeres despreciables.

No sé Raoul, no soy ningún entendido de cine, pero me gusta opinar, descifrar el valor de un trabajo cinematográfico. Es posible que no todo el filme esté perfecto, pero pienso que mayormente destacan los elementos positivos, sustentados por las cuestiones que ya he referido. Pocos defectos, sólo te voy a remarcar el hipermaquillaje de Virginia Mayo, que salvo por esta cuestión, creo que su actuación es también meritoria. Hay cosas que no has explicado bien, como el pasado del personaje de McCrea, o la presencia de Mayo con los bandidos.

Hay películas que te animan a disculpar los errores o carencias, Raoul. Como esta "Colorado territory". Una sorpresa. Me dejó muy buen sabor de boca. Sin duda la recomendaré, muchas gracias Raoul.

Your sincerely

(Dejo en el spoiler un par de leves apuntes)