¡Madre!

Espero que Filmaffinity me apruebe esta crítica porque voy a disfrutar mucho haciéndola.

Antes de empezar voy a aclarar una cosa:

Esta crítica va a ser larga, no muy larga pero si de una duración considerable puesto que pesé a que no pìenso que la longitud de un escrito sea importante y proporcional a su calidad, he recibido críticas a mis críticas por su corta duración. Así que toca hacer una crítica larga.

Madre, y lo diré sin titubeos, es una mierda. Y ya está, poco más que añadir. Si es una mala película, es mala. Yo seré muy agresivo, destructivo y no tendré escrúpulos al escribir, pero eso no hará que la película mejore. Si es una puta mierda, es una puta mierda.

Ahora bien; ¿Por qué es una mierda?

En primer lugar el desarrollo; leeeento como un día sin pan. Tenemos más de hora y cuarto de película en la que no ocurre nada más que un desfile lamentable de primeros planos a Lawrence con trazas del resto de personajes actuando como enfermos mentales sin oficio ni beneficio. La última media hora de película adquiere interés pero se estrella en la nada. La película en conjunto vale dos reales. O sea...menos que peseta.

La trama...Se nos presentó como una trama compleja, misteriosa, inconexa, llena de suspense y que nos depararía algo impresionantemente impresionante. Para que al final sea una continua referencia a la biblia y poco más. Casi dos horas de mi tiempo...para que me cuentes la biblia y de forma infumable...Definitivamente no compro.

Los personajes y su reparto:
Personajes flojos, muy flojos, apenas sabemos sobre ellos, solo lo que nos trasmiten con acciones, expresiones y gestos. Protagonistas y secundarios sacados de ese circo llamado quizás "cristianismo a los ojos de Aronofsky".
El reparto no era del todo malo si hubiéramos sacado de la película a Jennifer Lawrence. La actriz de moda me parece una actriz de lo más normal, que no tiene nada de especial salvo empanarse con su cara bollo a cámara. No entiendo quien podría admirar su interpretación salvo las efervescentes adolescentes fans de Los juegos del hambre.
Ed Harris viene a hacer el papelón de su vida haciendo del hombre que se muere y fuma y bebe más. ¡FAN TAS TI CO! Con los papeles y películas que este hombre ha hecho...

Bardem me convenció. No soy muy fan del moreno pero me gusto su interpretación del escritor Jesucristo superstar.

El guión. El guión es inexistente. Podría decirse sin mucho margen de error que la cantidad de palabras de esta crítica conforman el grueso del guión de madre. La longitud es directamente proporcional a la calidad, un guión que el 90% del tiempo no dice nada...

La banda sonora no será recordada...de hecho no voy a escribir sobre ella porque no la recuerdo. Imaginad si resultó memorable.

Los decorados y el atrezzo están chulos. Mira, eso lo reconozco. Cuando nos salimos de los rasgos faciales de Lawrence es agradable mirar a pantalla y todo. Aunque no nos digan nada.

Tampoco se mucho más que decir. Si es que no me gusta hablar largo y tendido sobre cintas que no llevan a nada. Madre es mala, es muy mala probablemente. Me da igual que vengáis a decirme que no he entendido la película y que esta llena de metáforas preciosas y lo que queráis. Habla de la biblia (principalmente) eso lo pillé, fui a un colegio e instituto de curas, otra cosa no, pero la historia de la biblia me la se. ¿Temas secundarios? Yo no digo que no los haya, los hay seguramente pero no trascienden, ni ahondan, ni se explican ni se entienden. Y Aronofsky tampoco ha dicho nada. Lo más seguro es que la mayoría de estos sean inventados por fans de la película por ver a Jennifer Lawrence decorando su casa. Y el resto, solo son retazos de un director presuntuoso y prepotente. Conocía a Aronofsky mucho antes de que con esta peli estuviera en boca de todos, hubo un tiempo en el que sacaba joyas.

En fin, si he hecho esta crítica es porque no soporto que se le de crédito a la mala calidad. Yo fui a ver madre emocionado sabiendo que era de Aronofsky. Pensando...wow, es del tío que hizo Réquiem por un sueño (peliculón). Perdí 2 horas de vida y 7 euros.

Veréis. Se produce muchísimo contenido, demasiado. Una cantidad enorme de la que hay que cribar imperativamente. Madre es parte del contenido a purgar.
Y si me decís que me excedo juzgando el trabajo de los demás, os diré que tenéis razón. Mucha. Y no podría estar más orgulloso por hacerlo.

A todo el mundo nos juzgan nuestro trabajo: jefes, superiores, profesores, críticos...y los peces gordos del cine no deberían ser menos.

Así que menos juzgar y menos atribuir mérito a films que no lo tienen, y más ser crítico.

Gracias por dejarme hacer esta crítica.

Y gracias por leerme.

Resumen: Obra maestra del siglo XXI.

Aronofsky ha conseguido que afloren de mí los más primitivos instintos, instintos opuestos, ha aparecido el odio seguido del amor, admiración y autocrítica. Ninguna película antes había conseguido que mi ignorancia, profunda ignorancia, emane de todas mis glándulas sudoríparas y me exponga ante un espejo en el que un “yo” confrontado me señala y me dice: “no tienes ni p… idea de cine, ni p… idea de antropología, ni p…idea de religión y, seguramente, ni p…. idea de Historia”.
Aronofsky me ha demostrado que él es un genio y yo un “cuñado” más que se cree crítico o erudito del cine, y simplemente soy un ingenuo más. Por otro lado, ha vuelto a despertar mi amor por el cine, ese amor que hace que lea y lea páginas en internet en busca del significado de la historia que cuenta, alegoría tras alegoría, detalle técnico tras detalle técnico, simbología, etc… Por fin, una película vuelve a enamorarme como lo hicieron, a su manera, El Padrino, Perdición, El crepúsculo de los Dioses o Pulp fiction. (También debo destacar películas recientes que me despertaron ese “ser primitivo”, como Interstellar u Origen. Nolan, otro adelantado).
Os lo he avisado, Aronofsky me ha generado un trastorno bipolar.

Menuda chapuza de película. Siguiendo la absurda moda de rodar en 16mm, si ya de entrada hay mala calidad de imagen, encima recortan aún más la imagen para hacerla en Scope. El resultado: un ruido y un grano feísimo y una falta de foco evidente. La fotografía resulta pésima. Hay un abuso enervante del primer plano y la cámara va haciendo piruetas alrededor de los personajes todo el rato, hasta que imaginariamente uno se pone a gritar ''BASTA!!!!'' al cámara.

El argumento es una masturbación mental de principio a fin. Toda la película se resuelve al final. Van pasando cosas raras sin que el director crea que debe explicar nada. Dos horas preguntándote cuándo Aronofsky se va a dignar a darte un poco de información sobre lo que está pasando. Él parece creer que dar información al espectador arruinaría la historia, o la haría menos (¡menos aún!) interesante.

El montaje también es pésimo, claro que nunca se puede llegar a saber si la culpa es del montador, pues él/ella trabaja con el material que se ha rodado. Pero algunas imágenes no montan bien, y además las transiciones ocurren bruscamente. Un montaje poco invisible.

El trabajo actoral de Javier Bardem es aaceptable teniendo en cuenta que está muy mal elegido. ¿A quién se le ocurre darle el papel de escritor angloparlante? ¡Si se le nota el acento a kilómetros! Absurdo. El resto de los actores, muy bien, en especial Lawrence.

Me pregunto qué necesidad había de hacer esta película, de vacilar a los espectadores de esta manera, aunque, por lo que he visto, ha gustado, y bastante. No me lo explico.

Antes de ir al cine a verla me pasé por filmaffinity a ver la puntuación: 6.5...mal empezamos. Pero tratándose de una película del director de Pi, Cisne Negro y Réquiem por un Sueño podría deberse a que es muy conflictiva o rara y hay gente que la odia y gente que la adora.
Pero no, hoy la he visto y apostaría a que baja a un 5. Por qué? Bueno porque o no te gusta porque no la entiendes o la entiendes y entonces no te gusta.
Me explico: la película tiene luces: bien dirigida, mantiene tensión, actores muy buenos y un sonido magnífico, por las que se llega al 5. Y sombras: movimiento de la cámara y zoom excesivo y agotador, pero sobre todo el guión que intenta rizar el rizo de una forma tan obsesiva que es desesperante y seguro que hasta confuso para el espectador que tiene que aguantar una última media hora donde no sólo no se resuelve nada sino que es una sucesión de secuencias sin sentido y un final bastante pobre. Ni leyendo comentarios exclarecedores sobre la, al parecer, gran metáfora que es esta película me hizo cambiar de opinión ni subir una décima a éste 5 punto 0.

Desde el primer segundo ‘Mother!’ te engulle como un agujero negro hacia una experiencia cinematográfica única, elaborada por una retorcida mente capaz de escribir y dirigir un largometraje que llevará tus sensaciones cinéfilas al ambivalente punto del amor-odio.

Darren Aronofsky lleva a ‘Madre!’ a una dimensión menos convencional, no hay sinopsis que pueda describirla, así que olvídate de ella, la película es un desdeñable sinsentido del que en ocasiones querrás huir, pero no hay opción, eres esclavo de la búsqueda de respuestas a las constantes preguntas tejidas por una inteligente malicia.

El director de 'Réquiem por un sueño' y 'Cisne negro' construye un surrealista y juguetón relato a través de un excepcional guion cuya primera parte deja en ti un irrefrenable interés por saber más. Pero poco a poco tu búsqueda del porqué se ahoga en una demencia argumental que despierta en ti una sensación de rechazo, esperas ese giro que de una lógica a todos tus planteamientos, pero nunca llega.

No son Jennifer Lawrence, Javier Bardem, Michelle Pfeiffer ni Ed Harris, ni su absorbente atmósfera, tampoco su notable banda sonora, sino la capacidad que tiene ‘Mother!’ de dirigir tu estado de ánimo de la curiosidad al interés, la sorpresa, la incredulidad, el odio y la incomprensión. La aparente coherencia enloquece hasta un punto en el que sólo queda esperar el más absoluto desastre, es entonces cuando olvidas el argumento y no te queda más que admirar lo experimentado, posiblemente sea repudiada por muchos pero sin duda es un título imprescindible para buscadores.

Lo mejor: Aronofsky juega contigo y cuando crees que lo ha perdido todo te das cuenta que la partida es suya.

Lo peor: juega en un terreno de provocativa complejidad que puede no ser del agrado de muchos.

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