AzulOscuroCasiNegro

Lo meto todo en el spoiler, aunque el argumento se ve venir a la legua, por no desvelar detalles de la trama, y así.

El principio de esta españolada es prometedor, se nos cruzan varias historias tristes: un portero recién licenciado, un par de presos, un viejo con las babas de la demencia, un chico curioso, etc. Un compendio de personajes bastante realistas de una capa social semejante. Un drama social contado con honestidad, sin exagerar y sin caer en tópicos facilones. Pero ya digo, el comienzo de la película es así, me convence, tengo la sensación de estar viendo un subproducto del sistema bien hecho, pero después cambia el asunto.
Mi hermana, mientras veíamos la peli, me dijo: "esto es una ordinariez". Yo aún no había caído, pero, desde que me hizo ese comentario, empezó a señalarme lo ordinario de la peli... y me sorprendió cómo la película se iba desarrollando entre tramas soeces y españoladas del montón. Una película española sin los tópicos del género se queda en nada, sin homosexuales reprimidos emparentados con otros homosexuales reprimidos, sin presidiarios buenos e inocentes que se lían y que se ponen los cuernos con familiares con los que follan para hacerse favores, mamadas de soslayo (con lo bonito que son hacerlas de frente) y viejos incapacitados con la malicia de un perro viejo lanudo.
Y lo peor de todo es que en Azuloscuro... se las dan de poéticos, con reflexiones artificiales de salón de baile, hablando sobre no sé cuántas cosas, en una película tan chabacana como prescindible.
Está muy bien hecha, entiendo el goya a mejor director revelación... es dinámica y bastante divertida en algunas partes, los actores no están mal dirigidos y el aspecto visual está bien.
Se deja ver, se os olvidará con el tiempo...

Ópera Prima de Daniel Sánchez Arévalo, visualizada con interés tras perderme entre sus buenas críticas, pero que realmente me dejó bastante indiferente. Pasaré por alto en primer lugar tres cosas: el tono cansino de sus pretenciosas y lentas conversaciones, el horrible audio español en el que no se entiende ni la mitad de las palabras, y a Marta Etura, que si no me convenció en la genial Vientos de Agua aquí me convence menos todavía. Si olvidamos estos tres datos horribles, la película tampoco pasa de curiosa. No me parece madura, ni arriesgada ni original sino más bien pesimista, azarosa y aburrida. Si le quitamos todos los silencios innecesarios a sus 105 minutos se nos queda en menos de una hora. Ahora bien, no deja de ser una opinión, así que no diré nada más ni tampoco recomendaré no verla, hay una gran mayoría a la que le ha encantado y me alegro como el que más de que la hayan disfrutado. Yo me voy a hacer fotos, quizás desde la azotea.

Cuando la valoré en esta página, me había gustado tanto, que le otorgué un 7. En esta segunda vuelta, existen escenas que sobran, o tal vez son innecesarias. Me sigue gustando, dispone de ciertos elementos y situaciones que conmueven; resulta honesta.

Quim Gutiérrez, gran descubrimiento para mí. Un actor que doce años después de rodarla, ha conseguido madurar y salir a flote, haciéndose un hueco importante en un cine carente de buenos proyectos, que él gestiona con esmero.

"AzulOscuroCasiNegro" nos la habremos tragado más de una vez, y desde esa perspectiva es posible que la historia resulte típica o algo trillada, pues tanto su historia amorosa, como las subtramas que se van exponiendo a su alrededor, no resultan novedad visto lo visto, aunque el relato quiera discurrir por otros derroteros bien distintos.
De todos modos, lo que verdaderamente hay que premiar tras ver este interesantísimo film nacional, es la inteligencia de Sánchez Arévalo en el momento de desarrollar el entramado, otorgando una magnífica vivacidad a cada una de las secuencias que la conforman, sacando provecho de un elenco actoral, aunque casi novel en su mayor parte (prácticamente la mitad de actores provienen de series y poseen la justa experiencia), enormemente atinado y complementándolo con una fotografía que, además de ser bastante buena, ofrece al realizador la posibilidad de dotar de buenos juegos de cámara, y una BSO que ofrece un buen contrapeso.

Quizá lo mejor de todo, además de la perspicacia de Sánchez Arévalo al jugar sus cartas, sean esos tintes cómicos que posee la obra en determinados momentos, y un mensaje, que habiendo sido mostrado ya otras veces, resulta sumamente optimista y esperanzador tras un debut que parece sombrio y acallado.
Las interpretaciones también son un gran trabajo de complementación por parte de los actores, destacando el muchacho protagonista: Quim Gutiérrez, además del séquito de secundarios como el resultón Raúl Arévalo (muy lejos de su papel de "El camino de los ingleses"), un solvente Antonio de la Torre y Marta Etura, que da buena hendidura dramática a su papel. También cabe destacar a Hector Colomé, sencillamente genial su actuación.
De esas que son para ver y disfrutar.