Hitman, agente 47

En estas películas si el protagonista falla y no da la talla, la película deja de ser película para ser una Presunta película. La calva no tiene nada que ver. Todas son iguales (exceptuando las de alguno que tienen el coco que terminan en pico) pero un auténtico asesino no puede llevar una calcomanía en el cogote. Eso es para niños.

Max Payne, Transporter, Misión Imposible, 007, etc… Es más de lo mismo. Lo bueno es que me gusta la acción, y este tipo de películas te engancha desde el principio, pero lo malo es que no te da la impresión de que estés viendo absolutamente nada nuevo.

Ni quieres follarme, ni quieres matarme, jamás he notado tanta indiferencia, gran frase en la preciosa boca de Olga que gana, no hay más, deseo y acabose, ganas de reproducirse o de extinción, eros y thanatos, te la meto o te la descerrajo, filosofía esencialista que me pirra en una cápsula encerrada o metida dentro de esta maqueada pocilga.
Ni el propio Dios te oirá, cierra el asunto con un comentario bello, desolador, exacto, nada eres y nadie te ve, no existes, no importas, ni siquiera al que te creó, le dice el matarife al de la bañera abyecta, ese menda lerenda.
John Wick de baratillo o el doble de tu doble que a mi razón se hace me dobla el dobladillo por otra parte.
Ella, entera, cada centímetro de su cuerpo o anatomía es una oda a la evolución, un canto de esperanza, una truncada ilusión, es de Dios, ese gran cabrón, de su existencia o presencia la definitiva e indudable demostración, de qué si no, y algún matarile chulo, el resto es como si nos habláramos en círilico, algo chungo, en alemán que diría Cela, nuestro cerebro desconecta, piloto automático, se va a otro mundo, mejor que este mucho, el sueño de los justos, que den mamporros ellos, más es más.
Esta película palmaria demuestra claramente que la vida humana está muy sobrevalorada, se acumulan cientos de cadáveres delante de nuestras narices y no movemos un músculo de la cara, ahí me las den todas, nos afectan menos esos innumerables infinitos fiambres que el vuelo zumbón de una mosca cojonera, cuestión de prioridades, mucho menos que la fluctuación inapreciable de la bolsa o el ronquido del vecino que se oye como si estuviera durmiendo contigo gracias a esos materiales nobles que se utilizaron y todavía perpetran en nuestra santa tierra a la hora de construir habítaculos, casas, esas cosas pareciera que tal vez algo si me apuras necesarias, viva la más popular arquitectura, hurra.
La piel que yo habito tiene código de barras porque ya soy un producto en serie Warholizado, puro pop, por eso mato a modo, porque soy un juguete, por eso no follo, soy patético, ni la o con un canuto, me solazo o empalmo con un ak 47 por decir algo.
A menos pelo, más al mata, patata, los calvos son una seria para la sociedad ominosa amenaza, número uno peligro público, hay que ponerles coto, de caza, como a conejos cazarlos, hay que pararles los pies, en barras, otra vez con el código de marras, incrustarles una peluca a la que se descuiden, qué menos, como los gabachos del diecisiete, esa moda tan mona.
Es irse a la madre Rusia y comenzar el armagedón, qué gente, no tienen un pase, desde siempre, no saben estarse tranquilos, son como niños.

Pese a que juego habitualmente a videojuegos, he de reconocer que "Hitman" no es ni de lejos una de mis sagas favoritas. De hecho, sudo totalmente de ella y apenas he jugado un rato a alguna de sus entregas. Pese a todo, como viene siendo normal en las adaptaciones, me esperaba una puta bazofia y sólo se queda en una película mediocre sin ningún elemento de interés más allá de la escultural Olga Kurykenko y algunas escenas cuidadas.

La historia es absurda para un videojuego, así que imaginadlo en una película: un tío creado con los genes de los mejores asesinos del mundo es enviado a un país a acabar con un líder político. Pero le tienden una trampa y bla, bla bla, lo demás es historia. Así es el agente 47, un tipo sin nombre, de casi dos metros y, aunque en la película no lo parezca, un hijo de puta muy sutil. Por desgracia aquí se encarga de darle vida Timothy Olyphant, un actor de casi 40 años que tiene la cara de un quinceañero y por tanto le quita algo de seriedad al asunto. Pese a todo lo intenta llevar bien y el personaje no le queda tan, tan mal como parecía en imágenes.

Pese a que el agente 47 usa como mejor arma la infiltración y las sombras, en la película es totalmente diferente y tiende más a liarla por ahí. Las escenas de acción son casi todas cojonudas, no en el sentido de quedarnos boquiabiertos a lo Johnnie To, sino más bien por que están rodadas con gancho, como la del traficante de armas o el baño. Pese a todo, se nota el origen del material.

La película está estructurada justamente como un videojuego, con unos actos preliminares, varias "fases" en las que se dividen entre cada localización y finalmente una gorda, gorda, donde se arma el jaleo más potente para quedar abierto a una secuela. En ese sentido es irreprochable: como adaptación cumple. Pero hablamos de cine y no es suficiente solvente como cinta de acción como para hacerse un hueco, y menos con la saga Bourne por ahí.

Al menos merece la pena como entretenimiento absurdo -como Shoot'em Up- y tiene a una "femme fatale" cojonuda, la rusa Olga Kurylenko que, como es lógico, enseña las tetas en más de una ocasión. Y es que las cosas no cambian y la cinta va evidentemente enfocada al espectro de usuarios adolescentes salidos. Qué le vamos a hacer.

Bueno ni con este film va a llegar el armageddon ni Olyphant es tan mal actor, lo que pasa es que se abrió la veda para con ella y al final el rebaño ha seguido la corriente.

No digo que sea una obra maestra ni siquiera una obra cumbre dentro del género, es una cinta de acción de serie B con ínfulas de ser mucho más, podemos poner la cara de Snipes, Van Damme o Sthantam al protagonista y llamarlo John Walker y la cosa seguiría igual o incluso subiría la nota, porque al fin y al cabo lo que se critica es el film como adaptación del juego, que si que seguramente no sea muy fiel (¡¡¡de algún lado habrá sacado Timothy esos andares!!!) que si que lo de la puta está requetevisto y más trillado que el “le faltaba una semana para jubilarse”. Pero en qué quedamos: cuando nos dan una peli de tollinas y tiros sin guión nos quejamos y cuando nos dan un film más estructurado y con los disparos justos también, así no se puede.


La dirección me parece correcta, Gens cumple, nos deja ver lo que pasa, no escatima en sirope de fresa, hasta hace parecer competente al flojeras de Dougray Scout, los caras a caras de 47 con sus colegas agentes están bien resueltos igual que la visita al garito del hermano de Belikov que sin ser el summum de lo guay (como pretende ser la Saga Bourne) se deja ver. Volviendo a Olyphant, de verdad, al chaval me lo queréis hundir entre todos, en la Jungla 4.0 cumplió con lo que le dieron y aquí mas de lo mismo, a mi también me hubiese gustado ver a Sthantam o incluso a Willis si tuviera 15 años menos en el papel de agente 47 pero al final esto es lo que hay y no es tan malo.

La chica que hace de mujer de cuerpo de infarto y neuronas cero, es eso una tía que está muy buena que pone la misma cara de “no saber que hago aquí” en todo el metraje y que enseña las tetas en el momento justo, ni más ni menos le habrá pedido el director que hiciera.

No pasará a la historia, no será ningún crimen gastarte 5 euros en ella ni te mandarán al pelotón de fusilamiento por decir que te gustó y pasaste el rato.