Río Bravo

Pero antes de que empiece, antes de que Wayne rompa el silencio, ya han pasado tantas cosas que se necesita de papel y boli para ir enumerándolas. No sé cuantos minutos necesita Hawks para iniciar uno de los grandes westerns. Son pocos, son silenciosos, huelen al humo del saloon y son magistrales.

Luego… olemos a pólvora hasta mucho tiempo después de que todo esto haya acabado.

Eso es el cine.

¿Qué decir de esta película?. Qué es cine de verdad, de sesión continua, del bueno, del auténtico, de cuando el cine era arte de verdad. No sólo es buena en su concepción, es un auténtico estudio psicológico de los distintos personajes, cada uno esconde una película propia y cuya suma es esta obra maestra. Amistad, secretos ocultos, pasión y sobre todo el deseo de justicia. Destaco a John Wayne, en su papel, con sus ideas claras, en su estilo, no era el más guapo, ni el más fuerte, ni el más conquistador; es simplemente la justicia. Impresionante.

La misma amiga que me recomendó Beautiful Girls, me recomendó que volviera a ver, la había visto hace mucho, Río Bravo, y naturalmente lo he hecho, los buenos consejos hay que tenerlos en cuenta. Además quería dedicarla la crítica a ella y en el día de hoy, y como lo prometido es deuda allá voy.

No he querido leer nada sobre esta peli, no me he leído ninguna crítica, pues no quería dejarme influir por nada, y ser lo más neutral posible.

Para mí esta película está dividida en varias partes muy diferenciadas.

La primera la trama en si, con un asesino que se siente protegido por su poderoso hermano, y cree que puede ir por ahí haciendo lo que quiera y mata a sangre fría a una persona . El Sheriff le arresta y afronta moralmente el reto de que el tipo pague por su crimen. El hombre poderoso va pagando a diestro y siniestro a pistoleros para liberar de la cárcel a su hermano. Es decir hay una parte de Western puro que hace de conexión a las diferentes partes de la película.

La segunda es de un ex ayudante de Sheriff, un Dean Martin alcohólico, llamado Merluzón por el pueblo, que lucha por recobrar su autoestima. El en otro momento gran tirador, y persona respetada, es el hazmerreír de todos. Una decepción amorosa le llevó a la situación y durante todo el film lucha contra ella, entre temblores y decepciones.

La tercera es la historia de Amor entre John Wayne y la preciosa Angie Dickinson, una viuda de un jugador de Poker, que llega casualmente al pueblo y se enamora perdidamente del maduro Sheriff.

Finalmente, aunque pasa bastante más desapercibido, está el viejo ayudante del Sheriff, un viejo tullido, al que el todopoderoso hermano del asesino le ha arrebatado sus tierras, dejándole en la miseria. Este lucha por verse válido, seguir sintiéndose útil.

Dicho esto, pienso que hay personajes que están sembrados, Angie hace un papel de mujer coqueta y provocadora, pero que desprende sensibilidad a diestro y siniestro, dejando constantemente desarmado al veterano y rudo John Wayne. Las escenas en que salen los dos, además de derrochar bastante sentido del humor, son de lo mejor de la película, bonita historia de amor, una delicia.

Dean Martin en sin lugar a duda mejor actuación frente a las cámaras, más que convincente, su papel de alcohólico lo borda.

Walter Brennan simplemente sensacional, su papel de viejete tullido y simpático, es quizá para mí de lo mejor de la peli, cada escena suya es un show, grandísimo actor, un diez.

Flojo Ricky Nelson en su papel de pistolero santurrón, quizá debido a que su papel no da ningún tipo de lugar al lucimiento.

Sigue en spoiler, no cuento nada.

La perfección estilística y narrativa de Howard Hawks.

Un espléndido (para variar) John Wayne.

Dean Martin expresando la amargura absoluta.

Bellísima y tristísima música de Dimitri Tiomkin.

La explosivamente sensual Angie Dickinson.

Unos secundarios de auténtico lujo.

Maravillosa fotografía de tonos ocres.

Lirismo, belleza, humor y poesía a partes iguales.

Tan buena que uno tiene la tentación de ponerla a la altura del mejor Ford.

Una sonrisa de felicidad se me dibuja en el rostro con tan solo escribir el título.

Si este no es uno de los mejores westerns que baje Dios y lo vea.

La esencia del oeste, reflejada en una botella de whisky, en un rifle, en un rostro y en una canción: My rifle, my poney and me...

Extraordinaria.

Puro cine.

Pura vida.

De nuevo a vueltas sobre el cine clásico y más aún del oeste. Pero me temo que se trata de una batalla perdida, es como hablar con la pared. Tomemos por ejemplo esta "Río Bravo". De entrada diré que entretiene pese a su largo metraje pero por un extraño motivo cada vez que la veo me parece más floja. El planteamiento no está mal pero creo que no se le saca todo el jugo que lleva dentro. La situación da para mucho más que unos cuantos paseos, algunas añagazas en las que demuestran que los malos son tontos y el juego del gato y del ratón que se traen. De hecho la película es tan plácida que se permiten una cantidad de bromas y gracietas que rebajan la tensión que debiera producirte la custodia del preso.

Pero hablando de tensión lo que más lo estropea es la mezcla de géneros y de subtramas. Reconozco que el viejo es divertido y que la chica, Angie Dickinson, es mona, pero lo que resulta evidente es que al pasar del drama a la comedia y de esta a la historia romántica la tensión se desinfla como un globo. El tono "serio" se pierde y luego cuesta una barbaridad recuperarlo y de hecho no lo hace. El tiroteo final resulta hasta impropio con tantas bromas que se marcan los protagonistas. Es cierto que hay algún buen momento como la "canción del degüello" pero en conjunto la sensación es que la obra es demasiado simple y que por no haber no hay ni escenas de acción en condiciones pues la final es casi de risa.

Del mismo modo toda la historia de Chance con la chica sencillamente sobra. No sólo porque distrae del argumento principal sino porque la relación es hasta desagradable. Primero por la diferencia de edad pues John Wayne le saca 24 años a Angie Dickinson y como en la película ella se quita cinco años, la diferencia es mayor aún: él 52 años y ella 23. Pero eso no es lo peor. Lo más lamentable es que Chance se dedica a poner cara de palo y a no hacer absolutamente nada y ella, rendida a sus supuestos encantos nada más verlo, no sabe hacer otra cosa que ofrecerse de forma lastimosa con un letrero en la cara diciendo "Estoy loca por ti". ¿Quién puede creerse esta historia? Y lo peor ¿A quién le puede gustar? Eso de que las chicas se ofrezcan rendidas a unos galanes de lo más insulsos, ya sea James Stewart o John Wayne, que ni siquieran se toman la molestia de intentar seducirlas, resulta además ofensivo para las mujeres pues en realidad se ofrece una imagen de las mismas como mero objetos sexuales con el sólo objetivo de resaltar la supuesta grandeza o reforzar el ego de nuestro héroe de turno.