El gabinete del Dr. Caligari

Obra cumbre en la historia del cine mundial, que ha reivindicado a través del tiempo el cine como arte. Excelente dirección de Robert Wiene que realiza una magistral puesta en escena y esa impresionante ambientación que nos recuerda nuestros sueños más extraños.
Imágenes que permanecen en nuestro pensamiento, una atmósfera expresionista y atrapante, que nos permite ver a través de las magistrales actuaciones de sus actores el cuerpo en su totalidad, emanando sentimientos, deseos, paranoia, pensamientos profundos y el amor que se abre paso en medio de los mas recónditos parajes del pensamiento. Magistral obra, enigmáticamente profunda.

"EL GABINETE DEL DR. CALIGARI
Hay espíritus...por todas partes.
Están a nuestro alrededor...
...me han expulsado de casa y del hogar,
lejos de mi mujer e hijo...
"Es mi prometida..."
"Lo que he vivido con ella es aún más
extraño que lo que usted ha vivido...""

Axioma número 1: No vivimos en 1920, axioma número 2: Por aquella época el lenguaje cinematográfico ni siquiera estaba desarrollado del todo, por lo que tenemos con esta película es protocine, ni siquiera creo que se le pueda llamar cine en sí mismo. En su contexto la película sería una maravilla, pero valorar con tal altas notas a esta película es más que excesivo, delirante. Leo en las críticas elogios a los maravillosos decorados, pero lo cierto, que dando el ambiente gótico y atosigante que le da esa inquietud a la cinta, lo cierto es que es cartón-piedra de principios de siglo, es claramente un decorado, no hay en ningún momento sensación de realidad, es todo artificioso, y cuando digo todo sumo las interpretaciones teatrales (Reitero que el lenguaje cinematográfico no estaba desarrollado en la época y hay mucho de teatro en esta obra) en las que las abusivas gesticulaciones de la cara no son nada creíbles, el maquillaje obsceno en su concepción con personajes que más bien parecen mimos y por no hablar de la concepción cinematográfica de un director que basa toda la ¿película? en planos medios y primeros planos siempre de frente (apenas hay un par de trávellings de centímetros y algún plano detalle interesante). En cuanto al guión, es cierto que el sorprendente final con el giro de 360 grados arregla mucho y es elogiable pero en general es irrisorio, poco elaborado (de verdad alguno de los que la califican con más de un 8 ha visto profundidad en los personajes o se traga que dos personas se enamoren de la misma mujer a la que solo han saludado). En fin que como curiosidad histórica, como avance en la concepción de lo que posteriormente sería el séptimo arte, no tiene precio, pero si se trata de valorar una película... ahí tenéis mi 1.

Increíble película para la época en la que fue hecha (1919). No solo por su indudable plasticidad, sino por el simbolismo que está representado en los personas, escenas y decorados (cuchillos, trajes, ojos, guantes, etc.). La guinda a todo esto es el sorprendente final de la película, impropio de la ingenuidad cinematográfica de aquellos años, más cercano a thrillers como Seven (claro está, 70 años después) que a historias estéticas (Nosferatu) o pretenciosas (Metrópolis). A destacar el parecido entre el sonámbulo Cesare y el personaje con el que ha ganado el Oscar Bardem.

La vi hace ya unos años en el festival de cine mudo de La Serena, Chile.
El pianista ayudó al ambiente pues interpretó obras contemporáneas al film.
Tienen que verla si se creen "cinéfilos"
Cómo el director logra mostrar la muerte del personaje es genial, muy simple pero impactante.
Véanla.