Godzilla

Ya hace tiempo que no me paso por aquí. Pero esta vez la ocasión lo merece, esta es con diferencia una de las mejores películas que he visto en el cine en los últimos 4 años. Es tan espectacular como Pacific Rim pero con un componente algo más humano y con algo menos de acción (pero ojo, eso no significa eso que escuché de que los monstruos se ven poco). Te garantizo que verás a Godzilla y a sus monstruosos enemigos en su máximo esplendor y vayas con altas o bajas expectativas no te arrepentirás de haber pagado mas de 7€ por verla, y posiblemente quieras repetirla.
¡EL REY DE LOS MONSTRUOS HA VUELTO!

Antes que nada, cualquiera que vaya a ver esta película tiene que tener en mente a lo que va. Es decir, a ver una película de monstruos. Pero no de terror, sino de monstruos gigantes que asolan ciudades sin tener para nada el espíritu novedoso de King Kong. Si no gusta este tipo de cine, mejor no perder el tiempo y será mejor así. Pero si gusta, quedará la sensación de que ha merecido la pena.

La película nos describe en primer lugar a los personajes y la situación de cada uno, hasta que llega el momento en que el primero de los monstruos se despierta. Desde ese momento, la mayor parte de la película gira en torno a los movimientos de estos, sus destrozos y batallas. Pero entremedio se nos van aportando datos para comprender lo que está pasando. Es decir, un guión bastante simple pero dada la trama no vamos a esperar que un dinosaurio se ponga a filosofar o dar lecciones morales sobre la vida, ¿no? Aquí lo que interesa es entretenimiento y espectacularidad. Y los efectos especiales y diseño de los monstruos son fabulosos, superando de largo la anterior versión de 1998.

Además, la versión que se nos da aquí de Godzilla es muy distinta a la de esas anteriores películas. Es decir, se le da un tratamiento distinto a su sentido de existencia y comportamiento, que desvelo en spoiler. En resumen es una adaptación bastante decente que en su trasfondo encierra una crítica a la negligencia de las centrales nucleares.

Lo mejor: el impresionante diseño de los monstruos.

Lo peor: que a estas alturas todavía se pretenda abatir a un dinosaurio con una pistolita.

El público en general suele despreciar la primera americanización de Godzilla, y hasta cierto punto tienen razón. La película puede que no estuviese a la altura del legado que la precedía. Claro que en dicho legado también se puede encontrar cada pieza que da grima solo de mirarla. Pero al menos, todas tenían su encanto.

Gareth Edwards ha sabido trabajar mucho mejor con esta nueva encarnación kaiju básicamente porque se ha fijado en el máximo referente, la primera película del 54.

Aunque su tratamiento no es del todo similar a aquella, y el mensaje político/ecológico no está presente, la nueva entrega ha sabido encontrar un tono de seriedad que la envuelve con la misma solemnidad.

Es una lástima sin embargo que parte de la trama se ve perjudicada por la decisión de prescindir de los mejores actores para gran parte del metraje.

Tampoco cuenta con la acción bombástica de Pacific Rim, pero esto hace que la última parte de la película cobre más enteros.

Un buen principio que se desmorona según pasa algún acontecimiento, a partir de ahí, una película bastante normalita y por momentos aburrida.

La nueva versión de "Godzilla" es nueva de verdad. Nada de remakes ni versiones que no aportan algo original a la versión original. Una nueva pelicula con elementos interesantes y con una visión de la historia que a priori atrae mucho.

Lo mejor de todo es que el kaiju más famoso de la historia nipona tiene por fin vida propia y se distancia de lo que venía siendo habitual: un enorme monstruo que emerge del océano para destrozar todo lo que encuentra a su paso. Pero ahora esto ya no importa porque Godzilla protagoniza el otro lado de la historia convirtiéndose en el salvador de una humanidad presa de sí misma y de las barbaridades que le hace al planeta tierra. Toda una declaración de principios para un argumento que esconde tanto como muestra en este aspecto.

La película tiene todo lo necesario para creer en ella. Prepara la historia al comienzo con inteligencia sin aburrir en el preámbulo para continuar un desarrollo entretenido en el que el espectador no se entretiene en ningún momento en pensar en la anterior versión porque es dinámico y diferente, y finalmente un desenlace en el que las nuevas bestias son derrotadas por el nuevo aliado del hombre. Un planteamiento habitual pero lleno de personalidad.

También hay espacio para las historias personales de los protagonistas, aunque se entiende que no son demasiado relevantes para el conjunto de la película. Todos los actores tienen unas actuaciones normales teniendo en cuenta que no son lo principal aunque desencadenen la historia o aunque sean las víctimas de la batalla. Apellidos importantes los Watanabe, Olsen o Cranston que se unen al proyecto para dar lustre y para mostrar el lado humano.

Un homenaje en toda regla al monstruo más famoso que a partir de ahora puede sentirse un poco más feliz por salvar a la humanidad de sus garras y de paso protagonizar una película muy entretenida, con tensión acción y efectos especiales de primer nivel, y seguir siendo, sobre todo y sin perder su personalidad, Godzilla.