Lars y la chica real

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Género

1) Acción
2) Bélico
3) Ciencia-ficción
4) Comedia
5) Drama
6) Documental
7) Musical
8) Western

País

A) EUA
B) España no ganará la eurocopa
C) Andorra
D) Islas cocodrilo
E) Perejil español
F) Gibraltar también
G) En una galaxia muy muy lejana

Música

1A) Techno
2B) Reggaeton
3C) Pachanga
4D) Algo tipo Ramoncín
5E) Con buen gusto (es decir, eliminen lo anterior)

Reparto

A1) Estrellas de primer nivel
B2) Estrellas de segundo nivel
C3) Estrellas que se apagan
D4) Estrellas muertas (ordenador)
E5) Sin estrellas y brillando


Director y guión

AA) De primer nivel
BB) De segundo nivel
CC) De televisión
DD) Principiantes con talento


Un momento por favor…

Ud. a escogido: 4-5, A, 5E, E5, DD

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Un momento por favor…

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Su película escogida es:

“Lars y una chica de verdad”


Que la disfrute.

Extraña y tierna película, sin duda. Uno de esos filmes menores, de los que llegan suavemente, de puntillas, como ese beso leve que te da tu madre en la frente cuando acabas de dormirte. Aunque no lo adviertas en tu parte consciente, ese gesto furtivo de ternura se graba, noche tras noche, en tu subconsciente, y abriga tus huesos y tu corazón como si fuese una bufanda tejida de cariño.
Puede que esta película sea como recibir ese pequeño beso cotidiano. Casi ni te das cuenta, no lo mencionas durante el día, en la superficie no le concedes más atención. Nunca hablas de ello, y tampoco lo hace tu madre. Pasáis el día hablando de las cosas corrientes, cuando tenéis tiempo. Pero, aunque nadie haga referencia a ello, flota sobre vosotros durante todo el día.
El gesto está ahí siempre.
Quizás esta película sea algo tan sencillo como el beso de una madre. Conforta el espíritu sin necesidad de grandes palabras, ni de explicaciones racionales. De alguna forma, tiene una llavecita que abre una cerradura por ahí dentro, más o menos por el lugar donde se encuentran los afectos humanos. Una llavecita algo oxidada, para una puerta modesta que a veces es difícil de abrir. Algunas veces se atasca, se hincha con la humedad y hay que forcejear un poco. Pero finalmente se abre.
Es esa puertecita que llevan en el corazón todos los que conocen a Lars. Todos ellos están más que dispuestos a abrirla por él.
A lo mejor lo que se nos cuenta aquí es una metáfora sobre el aislamiento emocional y el temor a amar y ser amados. Muchos, en esta sociedad en progresiva despersonalización, se protegen levantando una barrera a su alrededor, transformándose en autistas sentimentales. Como le ocurre a Lars.
Ésta es la peculiar historia de alguien que fue muy real para un hombre que tenía miedo al amor, y para una comunidad. De alguien que los ayudó a crecer y a ser mejores.
Ella fue real.

Una comedia dramática romántica y puede que algo más. Llena de encanto, con un guión mucho más que original, una selección de actores y actrices bien escogidos y una banda sonora graciosamente dulce. Trata el tema con una seriedad y un toque de humor negro perfectos, sin caer en chistes desagradables y típicos sobre el tema. Todo un pueblo acude a la cura de un delirio, calibrando siempre entre lo bueno y lo malo, sin aprovecharse de esas oportunidades que les ofrece Lars. Un contraste entre la simpatía y la seriedad.

En una sociedad donde casi no hay cariño, ni comunicación, ni ganas de ayudar los demás... ¿cómo sobrevivir? Es precisamente en ese entorno donde exsten sucedáneos de casi todo, que nos ayudan a seguir adelante. Cuando en la década de los setenta Luis García Berlanga dirigió "Tamaño Natural", con Michel Piccoli, muchos se echaron las manos a la cabeza, esgrimiendo estúpidas letanías "contranatura" y demás litigios religiosos. Lo que no se imaginaban todos esos detractores es que en el siglo XXI la visión del cineasta valenciano ha sido casi profética, existiendo en Japón (una de las sociedades presuntamente más avanzadas del mundo) agencias de compra/venta/alquiler de muñecas realistas, e incluso hoteles que ofrecen fines de semana con muñequita incluida. Todo eso ya ha estado en las portadas de los informativos, y a nadie sorprende ya el uso de las muñecas hinchables como sustitutas sexuales de las mujeres. Pero ¿qué pasaría si la sustitución no fuera sexual, sino emocional? Esa es la originalidad del planeamiento de este film, que sitúa a un tímido chaval de una fría localidad al norte de los Estados Unidos en un momento crucial de su vida, ya que tuvo que aguantar solo la viudedad de su padre cuando su hermano se largó de casa para hacer su vida, y ahora se ha convertido en un autista emocional, incapaz de tocar o ser tocado por nadie. Ese mismo chaval se inventa una novia cuando recibe su muñeca "realdoll" (que existen en realidad y en efecto, tienen un realismo sobrecogedor). Cuando la doctora le reconoce, intenta ayudarle haciendo que todo el pueblo finja que la muñeca es un ser vivo como los demás... Precisamente ahí está el gran problema de "Lars y una chica de verdad": oscila entre dos frágiles tonos que con frecuencia son traspasados y no terminan de encajar. Por un lado tenemos un cuento en clave de realismo mágico, que fuciona y emociona. Pero por el otro, tenemos un drama sentimental en la que un pobre chico no se atreve a vivir la vida como debe hacerlo. Ryan Gosling está convincente en su papel protagonista, aunque se echa en falta algo más de profundidad en el dibujo del personaje. Una historia algo tibia, para lo que podía haber sido un acercamiento mucho más interesante al tema de la soledad, la incomunicación y la inseguridad emocional.

Para enfrentarte a su visionado tienes que caer en todas sus trampas. Desde el hermano y la cuñada, hasta la psicóloga que lo trata. Si aceptas lo inaceptable desde un punto de vista pragmático, te enfrentarás a una deliciosa, extraña y fresca película, donde todo parece puesto a disposición de Lars, para que el engranaje termine encajando.