Ausencia de malicia

A través de una periodista, el Departamento de Justicia estadounidense filtra una noticia que inculpa a un hijo de la mafia de un delito que jamás cometió.

De cómo el poder se sirve de los medios de comunicación a su interés, pudiendo arruinar la vida de casi cualquier persona, al amparo de una mal entendida libertad de prensa. Un drama sobre la ética periodística, con ribetes de thriller, que en su día obtuvo una satisfactoria respuesta crítico-comercial. Rodaje en Miami y protagonismo a cargo de Paul Newman y Sally Field.



"El público se cree lo que quiere creer."

Que ha envejecido mal es evidente. Sólo gustará a amantes incondicionales de Newman, estudiantes de Periodismo, a Periodistas o a profesores de Ética. Como historia, no está mal, pero de 1981 para acá ha evolucionado en telefilm de Telecinco a mediodía. El tema de fondo es interesante pero se torna deprimiente en un escenario de apartamentos y barcos insulsos, coches y redacciones de prensa grises y personajes a medio hacer.

La química entre la pareja es absolutamente nula, no digo que ella no transmita, pero Newman es Newman, incluso en ese papel odioso. La tensión sexual está metida con calzador y la frialdad con que se trata no ayuda absolutamente nada.

En fin, es de estas películas sobre la ética profesional o, dicho vulgarmente "donde tienes la olla no metas la polla, joven y atractiva periodista" pero para eso, te ves Scoop que tiene la gracia de Woody Allen y los encantos de Scarlett, que, lo siento Sally, son mucho mejores.

Eso sí: joder con Newman. Como el vino.

Ramplona, fría y, por momentos, tediosa película de Sidney Pollack.

Es de agradecer la cruzada que pareció mantener este hombre contra los medios de comunicación, porque sin duda merecen ser blanco de las iras, pero aquí se le fue la mano, centró todas sus energías en afilar el estilete y olvidó casi por completo imprimir ritmo y pasión a la película.

Es una obra muy inteligente, pero con poca alma. Y el gran Newman parece contagiarse y brinda una de las actuaciones más anodinas que le recuerdo.

La intención no lo es todo, pero bueno, yo la aprecio, en cualquier caso.

Casi siempre confundo a Sidney Pollack con Sidney Lumet. Sé que uno es un buen director y que el otro es un director del montón, pero me cuesta a menudo tener claro cuál es cuál, y tengo que pensar un rato para decidirme. Al final recuerdo que Pollack es el bueno y Lumet el del montón (aunque haya dirigido un par de películas buenas). Ausencia de malicia es de Sidney Pollack, y contiene una de las mejores interpretaciones de Paul Newman, que no es poco decir. Sale también Sally Field, que aunque ahora nos pueda parecer extraño, era una de las dos o tres máximas estrellas femeninas de la época. El guión es particularmente inteligente y el conjunto más que notable, rozando el sobresaliente. Y lo digo porque tengo la sensación de que se trata de una peli algo olvidada y que rara vez se cita. Si la tienen a mano o saben que la van a poner en TV, no duden, pónganla.

La vi hace muchísimos años, y la recuerdo vagamente. La tenia en VHS y ahora la he comprado en DVD, en ese proyecto que tengo de sustituir las cintas antiguas grabadas por DVDs.
Una crítica brutal al periodismo y a los conexiones con la policía, los políticos, el poder. Una joven periodista, ambiciosa y con conexiones con el FBI deja que le filtren una información de dudosa credibilidad sobre la imputación del hijo de un mafioso en la desaparición (y probable muerte) de un líder sindical. No se comentan los motivos por los cuales los policías creen que el sujeto es quien ha ordenado su desaparición. No sólo es hijo de un mafioso, sino también el sobrino de otro. La policía no tiene nada. Por eso filtra que le están investigando a la prensa, que pica y publica que le están investigando. Nada es cierto, pero es lo de menos. Lo importante es mover el avispero para ver qué ocurre. Todo parece indicar que el sujeto investigado es un honrado comerciante de licores al por mayor, importador y demás. No tiene, al menos que se aprecie, conexiones con la mafia. Simplemente el hijo de quien es.
La clave del asunto es el título de la película: ausencia de malicia. Para demostrar que la prensa no ha cumplido fielmente sus deberes deontológicos debe acreditarse que había malicia en sus artículos. Es decir, lo único que evita la responsabilidad del periodista y el periódico es que exista "ausencia de malicia".
Paul Newman, y Sally Field, acompañados de Melinda Dillon, Bob Balaban, Wilford Brimley, Barry Primus, Luther Adler.
Director para mi antes idolatrado, ahora ya no tanto. Después de los Walsh, Wise, Tournier, Fleischer, Aldrich, etc., los que llamo clase media Pollack queda en un segundo plano.