Extrañas coincidencias

No hay que buscar respuestas explícitas, ni diálogos totalmente coerentes. Es una sutil reflexión de la vida, y digo sutil porque cuesta pillarle el sentido.

Quizás sea "demasiado original" para algunos, pero lo cierto es, que como comedia raya a un estupendo nivel, y merece que vayas a verla.

Extrañas Coincidencias es un producto de naturaleza extravagante, pero su extravagancia, en líneas generales, no constituye en fin, sino el medio… el medio para hablar de filosofía, de religión, de sexo, de racismo, de hipocresía, de capitalismo, y de todos esos tabúes que aún colean en las cinematografías modernas.

A primera vista, tanta palabra junta asusta y puedes enfrentarte a la película o ni intentarlo y salirte del cine. Es de esas películas con las que tienes que conectar desde el primer momento no tanto por el detalle del diálogo sino por lo que refleja cada escena, es un reflejo de nuestro alrededor que te lo sirven desde una trama psicológica y filosófica que realmente engancha si la sigues. Muestra lo absurdo de la realidad que puede llegar a resultar molesto para algunos, una crítica constructiva y cómica.

Tras la ilusión de los planteamientos trascendentales de los personajes se esconde algo que trasciende mucho más que todo ese bómito de filosofía platónica. Hay que dar un paso más para no deslumbrarse por lo obvio y (casi irónicamente) comprender que, como en el mito de la caverna, lo que se ve no es más que la sombra deformada de una realidad que nos envuelve. Esto es lo que es esta película, una narración que nos define en clave de humor. Somos raros y lo que nos parece importante no pasa muchas veces de ser un callejón muy bonito pero sin salida.

No debería preocuparnos en exceso perder el tiempo, pues es lo que hacemos con demasiada frecuencia. Tampoco debería preocuparnos demasiado que nos tomen el pelo, o por lo menos lo intenten, pues habitualmento mostramos un gran interes por engañar al prójimo, así pues, no entiendo tanto revuelo por una película que sabemos de donde viene y donde va. A ninguan parte, por si alguien no se ha enterado.
El argumento y sus personajes me recuerdan esos extraños sueños infantiles que todos teníamos, donde todo sucedía, y que todos tratabamos de explicar a nuestras madres mientras interumpiamos su exposición por un instante para preguntar: ¿Qué hay para desayunar ?