En busca de la felicidad

En busca de la felicidad, es una gran película sobrecojedora, emotiva, entretenida. Todo ello por su argumento, donde la interpretación de Will Smith destaca sobre todo (lástima que no le diesen el oscar).

Una película recomendada para todos, dónde se ve lo duro que es ganarte la vida, los esfuerzos y sufrimientos que hay que hacer para ello.

Últimamente el cine sólo se acordaba de los superhéroes de comic, pero parecía haber olvidado a aquellos que son normales, ciudadanos de a pie como el personaje de Will Smith inspirado en el auténtico Chris Gardner. Nunca pensé que diría esto sobre un comediante como Smith, pero me quito el sombrero ante su interpretación y no es de extrañar que estuviera nominado al Oscar. Su papel es simplemente maravilloso, digno del santo Job por su paciencia y tenacidad. Ésos son los poderes de este superhéroe de carne y hueso, junto a su ingenio para salir adelante aferrándose a lo más importante que existe para él en la vida: Su hijo (muy notable también la actuación del que lo es también realmente suyo, el pequeño Jaden).
Claro que son inevitables las comparaciones con otras películas como "Kramer vs. Kramer" con ese inmenso Dustin Hoffman, o "John Q." con Denzel Washington. Pero "En busca de la felicidad" retrata como ninguna hasta qué punto tiene resistencia este padre, el cual lucha en vez de echarse a llorar ante un cúmulo de circunstancias que harían tirar la toalla a cualquiera y sumirse en la más absoluta desesperación. De hecho, el rol de Thandie Newton es justamente el contrario al de Smith: La madre que no puede más y abandona, malhumorada y quejándose al mundo entero de su desgracia.
Una película necesaria en tiempos difíciles - no sólo aplicable a los de crisis económica - y que además critica de forma brutal el afán del Gobierno y de las empresas por ganar dinero sin importarles las pequeñas historias que contextualizan el día a día de cada persona.
Lo único que podría reprocharle al argumento es que tenga algunos altibajos en el interés con que se sigue, y que exagere juntando todas las penurias de golpe; pero si está basada en hechos reales supongo que no se trata de ninguna licencia por parte de los guionistas.
Mi nota: 7,7

Aunque es la típica película americana de superación, de esfuerzo y de lucha por conseguir el sueño americano, que curiosamente siempre significa éxito=dinero, es verdad que la película te deja buen sabor de boca.

En primer lugar porque Will Smith dignifica el personaje y porque el niño es tan "salao" que entiendes que su padre tenga ese desvelo por no perderse un minuto de su compañía.

Esta crítica será breve puesto que sólo me voy a centrar en un aspecto de la película: el mensaje.

La película la vi hace bastante tiempo y cuando la busqué para votarla y hacer la crítica me equivoqué y puse "En busca de un sueño" en lugar de "felicidad" y es que mi mente jugó a los trileros con mis recuerdos para adaptar mejor el título a la película. Porque va de eso, del sueño americano: Un don nadie que se hace megamillonario.

El mensaje se supone que es que a través del esfuerzo y el sacrificio consigue alcanzar la "felicidad", traducida en dinero, puesto que es lo que consigue. Pero el tema es que el colega no es que sea un ejemplo a seguir y lo digo por dos detalles:

Primero la mujer lo abandona y, si no fuera porque también abandona al hijo sería comprensible, porque después de estar ella no sé cuánto tiempo con dos trabajos mientras él se dedica a invertir el poco dinero que tienen en negocios arriesgados yo también "cogería la puerta".

Segundo, el protagonista se mete en una especie de Operación Broker ("el casting") donde "sólo puede quedar uno", que consiste en hacer ganar el mayor dinero posible a la empresa seleccionadora en un tiempo concreto. Para ello tienen una lista de accionistas y ellos deben captarlos siguiendo dicho orden. Al final el tío coge y se salta la lista, es decir, hace trampas. Para así captar, a través del lameculeo, a clientes más selectos.

Conclusión: Para triunfar haz trampas y la pelota todo lo que puedas, para todo lo demás, Mastercard. (Lo sé, se me ha ido la olla).

Al margen de esto, la película está entretenida con su superescena de dramatismo total y todo para que llores.

En busca de la felicidad adapta a la gran pantalla la historia real de Christopher Gardner. El director italiano Gabriele Muccino nos muestra a un vendedor ambulante que no llega a cubrir las necesidades básicas de su familia con su salario y cuyo único deseo es dar a su hijo una vida mejor. O eso se supone.


La película intenta contar un relato de esfuerzo y superación ante la adversidad, una búsqueda de oportunidades cuando sólo hay problemas. En definitiva, una búsqueda de la felicidad. Y lo hace. Pero se lleva la felicidad a un terreno no esperado. Tras ver el contraste entre las caras tristes de los barrios marginales y las amplias sonrisas que se dibujan en las zonas de ricos ejecutivos, la pregunta a si el dinero da ese fin tan soñado por el hombre, queda respondida. En el momento en que se nos muestra una sociedad donde los hippies y vagabundos son ladrones y los hombres de traje son el colmo de la amabilidad, la película, en cuanto al mensaje que quiere transmitir, pierde gran credibilidad. Por lo demás no cojea demasiado. Hay buenas interpretaciones, momentos enternecedores y un final complaciente con el espectador, fiel a la realidad.


Como al personaje interpretado por Will Smith, a esta película le falta un zapato. Le falta algo básico que la haga completa y equilibrada. Puede que sea el modo de recrear a las personas que refleja tantos prejuicios. Puede que, a pesar de que existe el esfuerzo, quizá tanta suerte no sea creíble. Ojalá que no estuviera basada en una historia real, para poder haber disfrutado de un final totalmente opuesto, y haber descubierto que nuestra felicidad se encuentra en las personas que están a nuestro lado, y no en el tipo de persona en que nos convirtamos.