Perdiendo el norte

Nacho G. Velilla, creador de series de éxito como "7 vidas" o "Aída", del descalabro de la serie "Los Quien" y de films de más o menos éxito como "Fuera de carta" y "Que se mueran los feos" ha tocado diana con su última película. "Perdiendo el norte" viene a ser una de esas típicas comedias españolas con una previsible historia de amor y una puesta al día del contexto del film "Vente a Alemania, Pepe" en que jóvenes españoles fueron a trabajar a Alemania en busca de un futuro mejor. Velilla, como artífice de productos de éxito, junto con el resto de guionistas, saben lo que hace reír al gran público: la risa y los chistes fáciles, un punto de populismo y de escatología. Es una pena que el director no se arriesgue y ofrezca un producto atrevido. Pero lo cierto es que funciona, que saca sonrisas y hasta risas del espectador. El film es entretenido y cuenta con un atractivo reparto de actores: un poco habitual en la comedia Yon González y Blanca Suárez, el siempre efectivo Julián López, la revelación de Miki Esparbé (aunque no llega a la altura de la de Dani Rovira en "Ocho apellidos vascos", un film del que sigue cierta estela de éxito) y Úrsula Corberó. Están bien acompañados por los más veteranos y expertos cómicos Javier Cámara, Carmen Machi (que ya fueron matrimonio en la anterior película del director), Malena Alterio y el gran José Sacristán, en un papel parecido al del citado film de 1971 pero ya mayor. No obstante, este estreno tiene deficiencias de guión con situaciones poco creíbles como lo rápido que llega el protagonista en avión a Alemania desde España (y sin nada de equipaje) mientras transcurre una maratón. Aún así, esta es una producción que tiene su gracia y hace que el público se ría, por lo que es normal (y me alegro) de sus resultados en la taquilla española como el primer (y esperemos que no último) éxito del cine español de 2015.

Sólo voy a destacar a José Sacristán, quien en cada una de sus escenas no puedes evitar esbozar una sonrisa. Grande!.
Carmen Machi y Javier Camara, prescindibles, lástima.
Malena Alterio desaprovechada.
Han querido evidentemente dar protagonismo a los jóvenes que para eso son los que emigran pero por favor, los chistes fáciles y escatológicos no siempre hacen gracia...de hecho la mayoría de las ocasiones sólo se ríen aquellos a los que poco gusta el cine.
No puedes vivir de las glorias ajenas, no puedes creer que porque una película española triunfe en cuanto a llamada de público, todas van a seguir su ejemplo... Hay que ganarselo! y de verdad que con este estúpido guión (que podía haber dado para más) y estos más estúpidos diálogos, no hay forma de salir contenta.
Bueno, rescato los tres últimos minutos en los que Julian López nos hace reír como nos tiene acostumbrados... creo que sólo esto vale la pena de toda la película.

Lamento profundamente con 'Perdiendo el norte' el desperdicio de una oportunidad perdida, con un film que con más de un millón de espectadores parecía que iba a aspirar a ser una especie de nuevo fenómeno taquillero español. Y me refiero a él como oportunidad perdida, puesto que conteniendo un mayor cuidado en meter mucho más el punzón debidamente apuntado hacia la dolorosa situación laboral actual en nuestro país y con un mayor índice de cuidado en poner más sobre la mesa el tema de la emigración española en Alemania, se podía haber hecho una comedia más ácida y menos blanda y superficial que esta amable comedieta. La película comienza bien, con unos títulos de crédito y una narración en off que cuenta con cierta simpatía los problemas de dos súperpreparados amigos, uno científico (Julián López) y otro economista (Yon González) para encontrar un trabajo en España, teniendo que emigrar a Alemania debido a la retransmisión de un programa en el que Arturo Valls muestra lo bien que le va en dicho país....Mal vamos si más españoles se dejan convencer por semejante presentador absurdo y alocado para 'buscarnos la vida' en el país de Ángela Merkel...Durante el transcurso del film parecía que a la gente de mediana edad (aquellos que superan los 50 años) todo lo que veían les parecía gracioso, siento decir que a mi no. La película es simpática sí, pero no me reí en casi ningún momento. La crítica hacia nuestro país pasa de tapado y puntillas por el tema de la corrupción, la crisis laboral y el drama de la emigración de los talentos españoles fuera del país, siendo muy benévola en donde tenía que haber sido totalmente malévola, con más mala leche a mi juicio si realmente se quería una risa más cercana a Luís García Berlanga 'Todos a la cárcel' que al 'Vente a Alemania Pepe' de Pedro Lazaga. Pero parece que pedir un nuevo Berlanga es imposible en el actual cine español, así que habrá que conformarse con esta tópica peliculita pequeña, sosa, romanticona y blanda que palpa casi sin tocar la ironía en la que debería haberse metido de lleno con la crítica hacia el desastre de la fuga de cerebros, las nulas inversiones en investigación y desarrollo y los autenticos esfuerzos de aquellos que intentan levantar el país teniendo el valor de marcharse a otros. En cambio en 'Perdiendo el norte' tenemos en realidad una comedia romántica sin mucha sustancia ni prácticamente reproche alguno hacia la toma de decisiones de los mandatarios actuales. Peliculita pues que termina con una boda rota y un beso en un acto multitudinario...Más tópico imposible, en la que sin embargo cabe destacar las actuaciones de unos siempre soberbios José Sacristán (que curiosamente también apareció en 'Vente a Alemania Pepe' de 1971) y Javier Cámara, y gracioso pero menos, un Julián López al que pese a su ironía todavía le quedan comer algunas sopas para desenvolverse mejor en Cine. Reitero, oportunidad perdida...

Más info en. cristobalcine.jimdo.com (Zona Cine Español).

Las comparaciones son siempre odiosas.

Fui a verla por la semejanza que decían en la publi tenía esta peli con ocho apellidos vascos y la recomendación de un par de amigos y nada más lejos de la realidad

Ya te esperas una peli simplona pero el guión es muy predecible, está llena de tópicos oportunistas, diálogos desabridos y las risas solo vienen muy de vez en cuando (y que conste que soy de los tontos para reírme y de los que gustan del cine español)

No la recomiendo como comedia, le doy un 5 solo porque es del patio y alguna que otra risa cae...

Lo que quedo de una película que intento ser la nueva "8 apellidos vascos" y se quedo en el intento. Y es que personalmente esta película podría haber sido bastante buena si los guionistas se hubiesen involucrado más en el guión, dándole más profundidad tanto a la trama como a los personajes. La idea en si es buena y consta de un reparto bastante bueno, al cual se le podría haber explotado mucho más... pero una vez más caemos en el bucle sin salida de crear película con trasfondos débiles más bien dirigidas para un público de 15 años. Y es una pena, que teniendo tan buenos actores en España y haciendo películas bastante buenas, todavía aya personas que salgan del cine diciendo: "Vaya una mierda", "Otra Españolada"...