El camino feliz

Esta película, una de las menos conocidas de las dirigidas y/o protagonizadas por Gene Kelly, está llena de buen rollo, buenas intenciones, y mensajes políticamente correctos en favor del entendimiento entre personas de países diferentes, especialmente entre los estadounidenses y los franceses. Es un film rodado en Francia, y según IMDB se trata de una coproducción entre los Estados Unidos y Francia.

Un niño estadounidense (Bobby Clark) y una niña francesa (Brigitte Fossey) se escapan de un internado suizo cercano a Francia con la intención de llegar a París, y a partir de ahí correrán muchas aventuras, al igual que los respectivos padres de los niños, interpretados respectivamente por Gene Kelly y Barbara Laage. El argumento da pie a situaciones más o menos divertidas que ponen de relieve, con humor y sorna, la idiosincrasia francesa, y también un poco la norteamericana. Kelly interpreta a un empresario muy ocupado que, a través de esta aventura, aprenderá a ver la vida de otra manera, más "europea".

Se trata de una comedia simpática que en su asunto se parece sorprendentemente a otra película estadounidense coetánea, "Escapada en Japón" (Escapade in Japan, 1957), dirigida por Arthur Lubin. Y, por cierto, las dos son igual de mediocres.

Muy simpática película coproducida entre USA y Francia, que tiene como mejor aval la humanidad de la historia, promoviendo el entendimiento de las diversas culturas sitas en los diferentes lugares del mundo, donde lo más importante son las personas, cada una en su país, con su idiosincrasia y particularidades propias.

Gene Kelly logra narrar de forma ágil, dinámica y muy divertida en ocasiones, las vicisitudes de dos niños, niño y niña, ninguno de ellos repelente, sino agradables, cariñosos y cordiales, para llegar hasta sus padres, ambos con numerosos problemas en sus vidas como para tenerlos cerca.

Es algo irregular en su desarrollo, pero en líneas generales se sigue con verdadero gusto, siendo muy entretenida y sacando la sonrisas prácticamente en todo el film y no pocas veces la carcajada, como, sobre todo, en su primer tercio.

Está francamente bien y deja un inmejorable recuerdo, gracias a su elenco interpretativo, el gracejo de las situaciones, donde los más peques son los inteligentes y no los adultos. Además existen personajes chistosos, como el general inglés (estupendo el gran Michael Redgrave), ol policía francés de la moto, por citar sólo dos de ellos.

Como curiosidad, leyendo el IMDB, tras ver la peli, compruebo que trabajan Jean-Pierre Cassell, en el papel de un joven enamorado y Patrick Dewaere, como uno de los niños que ayudan a los dos protagonistas.

Se pasa un rato muy ameno.

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