El corsario

Pobre coproducción entre Italia y España, concretamente "obra" del productor Eduardo Manzanos. Y con esto se asegura uno una peli barata, muy modesta en cuanto a ambición y producción, pero unas inestimables ganas de entretener al personal. En lo que a mí respecta, no lo logró, aunque la vi hasta el final, lo que quiere decir que no es tan, tan, pero tan sumamente mala.
Es un producto de su época, ni más ni menos. La época dorada de las coproducciones europeas, con España e Italia a la cabeza, con los spaguettis westerns y las pelis de aventuras como esta e incluso policíacas y demás.
En esta ocasión lo que hace que no sea nada buena es que el guión es un coladero, nada riguroso aunque con algún acierto ocasional, como el hacer que los personajes tengan un hálito de honor y antepongan en un momento dado a sus ambiciones personales (el lucro a toda costa) el bien común (la libertad para el pueblo).
Por lo demás, poca cosa, gusto sin pasarse para el vestuario, alguna escena de cama que por lo menos en su distribución para España resulta ligth, y escenas a tutiplén de acción sin mucho fuste, a motrollón pero sin una adecuada puesta en escena.
Firma el embolado un tal Tony Mulligan, que no piense nadie que se trata de un director anglosajón, sino del italiano Antonio Mollica, para mi gusto un ilustre desconocido.
En fin, en su época, para verla en un cine de barrio antes de ir a bailar y olvidarla a la primera chavala que veíamos, pero viéndola hoy en día resulta un tanto penosa.
El protagonista, Robert Woods, un habitual del spaguetti, se pasó cuando ya se le acabó el chollo, al cine porno. Desconozco si tuvo algún éxito.

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