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Cinco almohadas para una noche

Drama. Comedia. Musical Ana, una muchacha de familia acomodada que está a punto de contraer matrimonio, descubre en casa de su novio una fotografía en la que aparecen en actitud muy cariñosa su madre, muerta al nacer ella, y su futuro suegro. La lectura del diario de su madre le da una serie de pistas sobre los galanes que la cortejaron. Se trata de averiguar cuál de ellos podría ser su padre. (FILMAFFINITY)
Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
15 de septiembre de 2014
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se ha considerado durante mucho tiempo que "Cinco almohadas para una noche" era la peor película de Sara Montiel pero desde luego sus películas de finales de los 50 y primeros de los 60 eran mucho peores. Además la dirección aquí recae sobre el firmante de varias de las películas más inolvidables de la historia del cine español, nada menos que Pedro Lazaga quien se preocupa de que la estrella se luzca bastante ofreciéndole los planos que más le favorecen. Sara Montiel despliega un cierto magnetismo en la parte musical y sobre todo en las canciones "Míreme señor" y "María de la O". También la ilustración musical de los créditos es agradable. Todo lo demás resulta insípido e insustancial aunque haya algunos momentos de belleza formal sin duda debidos al buen gusto de Lazaga. El ritmo es irregular y el tono vodevilesco y revistero no siempre resulta eficaz de cara a mantener atento al espectador. Fue una de las muchas ocasiones en las que Manuel Zarzo trabajó con Lazaga. Manuel Tejada también había trabajado con él por ejemplo en "El tímido". Ricardo Merino fue un actor de cierta popularidad y Craig Hill encontró en España el amor con Teresa Gimpera. Rafael Arcos fue otro actor popular que acabó con problemas muy graves y tuvo una complicada relación sentimental con Silvia Tortosa. Sara destaca más o menos en el conjunto de una obra discreta pero que no estorba a pesar de que Lazaga tiene películas un poquito mejores.
Cromatico
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15 de julio de 2018
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película española en color de 1974 de 81 minutos de duración, dirigida por Pedro Lazaga con Sara Montiel, Craig Hill, Manuel Zarzo, Rafael Arcos, Ricardo Merino, Tota Alba, Manuel Tejada, Víctor Alcázar ...

La película es algo floja pero se deja ver si lo que se pretende es "ver el mayor número posible de películas de Sara Montiel". Es curioso que de las 47 que hizo sólo he encontrado a la venta 26 por ello no deja de ser notable ver películas de Sara Montiel que por un motivo que desconozco no se hallan en el mercado. Con Ava Gardner que realizó 42, pude conseguirlas todas en poco tiempo, pero con Sara Montiel es difícil, claro, ello es debido a que su fama saltó a raíz de "El último cuplé" que era la número 33 y que venía tras la trilogía norteamericana "Veracruz", "Serenata" y "Yuma", si bien hay unas cuantas de la primera época que sí se pueden conseguir como "Mariona Rebull", "Don Quiojote de la Mancha", Locura de amor", "La mies es mucha", "Pequeñeces", "Ahí viene Martin Corona". "El enamorado"...

Siendo la última película que hizo Sara Montiel, todavía tiene una belleza y fotogenia en la cara impecables. Ella hubiera querido actuar más y demostrar que podía ser buena actriz pero los productores querían seguir explotando el filón de los musicales y eso le impidió conseguir ese deseo que ella siempre tenía. Tuvo el gran acierto de decidir que ésta sería su última película y aunque la crítica no la recibió muy bien, lo cierto es que ha quedado como una película interesante porque Sara Montiel todavía seguía siendo muy bella.
Mariano Bayona Estradera
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10 de noviembre de 2018
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde el interesante principio encontramos una agradable película que P. Lazaga hace suya, le imprime dinamismo, sentido de la oportunidad y la adorna con detalles de un humor, a veces algo previsible, pero casi siempre con una dosis notable de alto nivel.
Se trata de una obra divertida, ocurrente y planteada como un desafío desde el punto de vista cinematográfico a pesar de centrarse en el lucimiento de S. Montiel.
La película se desarrolla con habilidad narrativa y ofrece un juego inteligente de las cámaras para proporcionar consistencia así como un manejo ágil de las escenas en todas la situaciones favoreciendo la continuidad discursiva y la coherencia interna de la obra.
Sencilla pero sustanciosa.
ABSENTA
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