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Uno detrás de otro

Western Un pueblo mexicano es sojuzgado y expoliado por un cruel tirano rodeado de un grupo de asesinos. (FILMAFFINITY)
Críticas 4
Críticas ordenadas por utilidad
20 de marzo de 2013
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mala. Y no la califico como "muy mala" porque el gran actor José Bódalo sale en ella. Por cierto ¿qué hace José Bódalo en semejante bodrio?. Y eso que lo he visto aparecer en varios spaguetti western o paella western. En fin, supongo que todos tenemos nuestro lado oscuro.

Ahí van unas "perlas" que la califican: El protagonista es blanco de las burlas de los malos porque lleva gafas... hasta ahí todo normal más o menos. En el viejo Oeste existían las gafas lo único es que éstas son bifocales y con un perfecto diseño de los años sesenta pero del siglo XX. Osea, que "cantan" cantidad.

En una escena el bueno es víctima de una brutal paliza, al término de la misma le quitan las gafas y se las pisotean con saña (antes le han dado "la del pulpo" sin que se le caigan), pues bien, cuando todos se van las recoge y están impecables, tanto es así que las lleva hasta el final. No se a que óptica irá el bueno, pero me gustaría saberlo.

Otra "perla". A vueltas con las dichosas gafas: En una pelea, el bueno acaba con un moratón en su ojo izquierdo (si que le ha salido rápido), pero las gafas siguen en su sitio sin un rasguño. Digo yo, que cuando a alguien que lleva gafas le pegan en un ojo, como mínimo le tirarán al suelo las mismas ¿no?. Y así el resto de la película.

Atención al final. La música que sale me recuerda a mi niñez, cuando un señor al que llamábamos "el afilador" pasaba por mi calle tocando una especie de flauta para que la gente saliera con cuchillos, tijeras, etc. para ser afilados. Pues bien, el sonido es calcado.

Por salvar algo. Como he dicho al principio la actuación de Bódalo, la única creible.
Phernando
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11 de noviembre de 2021
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Arriesgado, frío, intrigante, pausado, oscuro, violento, inteligente, salvaje, cruento y sorprendente spaghetti western en el un pueblo mexicano es expoliado por un cruel tirano apoyado por un grupo de asesinos letales.

Nick Nostro, apuesta por una incursión en un relato de intereses e intrigas personales con notables dosis de suspense y venganza.

Cuenta con un tratamiento frío, árido y próximo a lo enfermizo, con el que sus responsables, logran desarrollar una trama revolucionaria.

La selección del reparto está a la altura del relato y cada uno de los diferentes personajes, presenta claros aspectos definitorios, que hacen comprender e intuir el desarrollo de algunas situaciones.

Ajustado reparto para una producción en formato spaghetti western, con un estruendoso baile de engaños y traiciones. en la que destacan la ambientación y el estilo visual.

Deudas, traiciones, morbo, obsesión, suspense, terror y venganzas personales, van de la mano hacia un ingenioso desenlace.

Uno detrás de otro, queda como un complejo e inteligente spaghetti western
Jon
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9 de diciembre de 2023
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Aceptable Spaghetti sobre un vengador con misterioso pasado que se propone liquidar el asesino de su hermano. Tortilla/Ravioli Western con un profesional director italiano y dos actores principales de Spaghetti: Richard Harrison y José Bódalo. Se trata de una película llena de acción, suspense, peleas, traiciones y escenas al aire libre desde Manzanares del Real, La Pedriza, Madrid y el desierto de Las Tabernas. El oscuro protagonista es un misterioso vengador con gafas, bien vestido, Stan Ross (Richard Harrison), que llega a un pequeño y peligroso pueblo, Canyon City, y busca al asesino de su hermano, Bill Ross, y enfrentándose a desagradables villanos. El implacable pistolero Ross busca al asesino y llega a un pequeño pueblo, un lugar dominado por bandas violentas y en el que se produce un frustrado atraco, mientras se roba el banco local. En ese lugar existe una temida banda liderada por Espartero (José Manuel Martín) y sus malvados pistoleros. Ross también se enfrenta a un rico propietario, el coronel Jefferson (José Bódalo), y propietario del banco: el Jefferson's Bank.


Se trata de un pasable western con impresionante tiroteos entre el protagonista Richard Harrison contra el desalmado José Bódalo y Paolo Gozlino o Paul Stevens; además, una fuerte confrontación final, que incluye giros sorprendentes en la trama. Esta película es bastante divertida de ver, ya que incluye un retorcido argumento, elaborados tiroteos y primeros planos portentosos de rostros cubiertos de suciedad con baños de sangre incluidos. La principal emoción radica en ver qué nueva y sorprendente víctima puede ser ejecutada por el despiadado pistolero. Mientras tanto, Ross se involucra con dos facciones enfrentadas y parece lanzar nuevos extraños asesinatos cada pocos minutos de la película, tal como ahorcándose, apuñalándolos, disparándolos o explotándolos. Es una historia entretenida con un toque de peculiaridad, algunos papeles poco convencionales y también violentos, y una atrapante banda sonora. La película es una historia de justicia y venganza, en la que un hombre duro busca venganza y su objetivo resulta ser una sangrienta confrontación. Richard Harrison es apropiado en su habitual duro personaje: arrasa la pantalla, dispara, golpea, huye y mata. Y siendo bien acompañada por un familiar casting. Pero esta es principalmente es una película de Harrison, por supuesto, y él la interpreta bien. Nunca ha sido un actor de gran rango, el papel de Stan le sienta admirablemente y le permite aprovechar sus puntos fuertes. Taciturno sin ser rígido, su personaje es una mezcla interesante de solitario egoísta y vengador que busca justicia, y su mirada con gafas le da un aire de inteligencia y vulnerabilidad que contrasta bien con su crueldad armada. Esta fue una combinación ideal para Harrison ya que su tamaño físico y su presencia se compensaban con un rostro ligeramente infantil que siempre sentí que insinuaba un lado más suave de cualquier personaje que interpretara y ciertamente le funciona aquí. Algunas de sus películas, como Venganza (Vengeance) y Gringo (Gunfight at Red Sands), son sólidos ejemplos de Spaguettis en los que trabaja muy bien. Pero, en última instancia, era un actor que dependía en gran medida del trabajo que se hacía a su alrededor para poder brillar. Nunca fue un interprete que pudiera transformar una película débil en un clásico simplemente con su presencia o carisma, como a veces podían hacer los mejores de sus contemporáneos. Y a veces tomaba malas decisiones sobre qué películas hacer. Pero era un buen actor de género y en el vehículo adecuado podría tener una excelente relación calidad-precio. 'Uno tras otro era' uno de esos vehículos y sacaba lo mejor de él. Incluso el papel principal de ¨Por un puñado de dólares (For a fisful of dollars)¨ se lo ofrecieron a Richard Harrison, pero él lo rechazó y explicó: ¨Quizás mi mayor contribución al cine no fue hacer ¨Fistful of Dollars¨, y recomendar a Clint Eastwood para el papel¨. El elenco de apoyo está lleno de caras conocidas, apareciendo los secundarios ordinarios de Spaghetti, tales como: los secundarios españoles como Hugo Blanco, José Manuel Martín, José Jaspe, José Canalejas, Luis Barboo, con mención para Bódalo, así como los italianos como Fortunato Arena, Roberto Messina y Goffredo Unger.

Asimismo, la música de Berto Pisano es pegadiza y efectiva, aunque un poco derivada, y él también podría haber sido mejor recordado en el género con algunas presentaciones más. Este músico compone una bonita banda sonora al estilo Ennio Morricone y bien dirigida, esta resulta ser una de las partes más memorables de la película con un fondo musical agradable. Cinematografía llamativa y atmosférica del prolífico español Mario Pacheco. El trabajo del equipo creativo detrás de la cámara es igualmente sólido. Hay una implementación muy adecuada de tomas en el trabajo de cámara durante algunas escenas particulares a medida que la película se acerca a su clímax, como en los tiroteos finales. La dirección de Nostro es competente, si no inspirada, y ciertamente desearía que hubiera hecho algunos westerns más en su corta carrera. Se le recuerda más por sus peplums con Dan Vadis o el par de films de espías que hizo, pero según las pruebas mostradas en 'Uno tras otro', podría haber contribuido mucho más al género si hubiera sido más prolífico. La dirección de Nick Nostro está diseñada profesionalmente, aquí está más inclinado hacia la violencia, un soterrado humor y acción, pero especialmente este emocionante western contiene largos tiroteos. Dirigió este pasable western, género en el que no sólo destacaría sino que desarrollaría parciamente de su carrera, aunque que dirigió todo tipo de géneros, la mayoría de ellos coproducidos con España: crimen/misterio italiano como "Red de violencia", "Operación Contraespía", "Vendetta en Sorrento", "Superargo contra Diabolicus" y Peplum como “Triunfo de los Diez Gladiadores” y ¨Espartaco y 10 gladiadores¨.



miguelan
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25 de agosto de 2021
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es muy frecuente, pero algunos westerns hemos visto con protagonistas con gafas. Ahora, ninguno como Stan (Harrison), un forastero que llega al pueblo cuando acaba de ser robado el banco. Atildado, elegante, llega pues en un mal momento. Para colmo luce unas preciosas gafas que son motivo de burla. No sabemos bien por qué, parecen bifocales, con cristales antirreflectantes, sólida montura a prueba de golpes y con un diseño a lo Dior. Da la sensación que alguna óptica está detrás de la cinta como esponsor.
Problemas oculares aparte, la cinta es mala sin contemplaciones. Desde la cruz a la raya, con un guion miope y una dirección que parece tener la vista cansada pues lleva ciegamente en derechura al desenlace esperado. La cosa va de un robo que se atribuye a una banda de mexicanos, desarrapados como exigen los tópicos más rancios. Sigue la consabida ración de amoríos, traiciones, engaños, tiroteos y miedos ("No somos cobardes, es que nos gusta vivir").
Todo realizado con precipitación. Al fallo de las gafas se puede añadir, por ejemplo, el de la tortura a que se somete a un individuo para que "cante", para que les diga el plan de los enemigos, mientras lo tienen completamente amordazado y no puede decir así ni "Pamplona".
Además de las cuestiones ópticas, desde el punto de vista sanitario el protagonista se extrae una bala del pecho con la consabida navaja pasada previamente por la llama, cauterizando luego la herida con pólvora de bala que quema. Hay también un ataque de amnesia seguido de perdida del habla, consecuencia de haber sufrido un shock traumático que se cura con otro parecido. Y es que no hay como un clavo para sacar otro clavo.
Los personajes están construidos a base de tópicos con interpretaciones por lo general bastante ramplonas. No sabemos muy bien lo que pinta allí un excelente actor como José Bódalo. Entre los secundarios tenemos a un enterrador (Galadini), que recuerda mucho al Piripero (Egger) de "Por un puñado de dólares".
Western mediterráneo, pero lento, sin ritmo, aburrido. Música que quiere recordar a la del gran Morricone con abundante guitarreo eléctrico y silbidos.
En fin, una película que no recomendamos mucho.
Lafuente Estefanía
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