Batman: año uno

El hombre murciélago parece estar pasando por otra dulce etapa en lo que respecta a adaptaciones cinematográficas, una que no tenía igual desde que Bruce W. Timm grabase su nombre a fuego en la historia de la pequeña pantalla creando "Batman: La serie animada". En 2010 asistimos a la madurez de la división animada de DC con "Batman: Under the Red Hood", dirigida por Brandon Vietti. Este 2011 ha tocado una adaptación de "Batman: Year One", el aclamado cómic de Frank Miller y aunque el resultado no es tan sólido, desde luego es meritorio. El problema viene del propio origen: "Year One" es un cómic fantástico, profundo, dibujado de forma brillante y contado con mucha habilidad, pero que alterna dos líneas argumentales en episodios muy cortos y remarca con fechas los acontecimientos. El ritmo interno de las viñetas no es el del cine y a pesar del esfuerzo de Tab Murphy (guionista del film) en algún momento da la sensación de que "Batman: Year One" (película) sea algo así como el tráiler de un largometraje aún por estrenarse. Que dure unos 65 minutos ayuda a reforzar esta sensación.

Dejando este pequeño handicap, es de aplaudir la fidelidad con la que se ha transportado la historia al séptimo arte sin recurrir a secuencias de acción extra, ni suprimir diálogos interiores o personajes secundarios por el simple hecho de acercar el producto a un público más amplio. Ha habido respeto tanto en la narración referente a Wayne como en la de Gordon, policía recién llegado a Gotham y que se da de bruces con la corrupción como elemento primordial dentro del propio cuerpo de policía. Secundarios de lujo arropan a los dos protagonistas y poco a poco vamos entendiendo los motivos de porqué actúan de una forma u otra. El estilo de dibujo es apropiado (con un marcado tono anime) a pesar de que el del cómic sea muchísimo mejor (aunque difícilmente reproducible en movimiento).

"Batman: Year One" es una buena película ejecutada de forma sabia por Laurent Montgomery y Sam Liu, que quizá sacrifica un poco las herramientas cinematográficas para no perder puntos como adaptación del material original. Mi recomendación es no quedarse sólo con el filme sino también leer el cómic original. Sólo por su calidad de dibujo ya es una parada obligatoria para todo fan del hombre murciélago. Pero en resumidas cuentas: otro tanto para DC Animated. Merece la pena.

Es una de las películas más esperadas, por los fans sobre todo, y que aunque visualmente es menos atractiva que otras, ya que la utilización de tecnologías se han dejado a un lado, es de las mejores que se han hecho de este superhéroe.

En ella vemos por un lado, un tributo, merecido, a uno de los grandes, y padre de Batman, Frank Miller, y por otro, la adaptación a la gran pantalla con total fidelidad, quitando algunos puntos, del origen de este superhéroe, perfectamente llevada por Sam Liu y Montgomery.

El resto, la película, dejo que la veáis, porque el que tenga ganas acabará viéndola, y el que tenga dudas, también, porque a todos nos gusta los “buenos principios”.

Dije en una anterior crítica sobre el Hombre Murciélago, que Batman volvería y pegaría aún más fuerte.
Me equivoqué.
No será en esta ocasión, cuando los fans o no fans del murciélago nos quedemos con la boca abierta de puro estupor. Como casi todo entendido sabe, o debería saber, "Año Uno" es un cómic original escrito por el gran Frank Miller, dibujado excelentemente por David Mazzucchelli y coloreado por Richmond Lewis en 1988. Cómic, que entre otras cosas, supera a la actual audiovisual producción en mucho, como suele suceder con todo lo escrito sobre papel y llevado posteriormente al celuloide.

Batman: Año Uno, de Montgomery / Liu, es una especie de thriller que excede sobremanera lo sobrio, la narración de la cinta transcurre de forma similar que en el cómic, DEMASIADO similar.
Pero esto no es "300" (de Frank Miller también) y su genial recreación en el cine por Zack Snyder fotograma a fotograma, que lo convertía en algo espectacular porque en esa ocasión se trataba de actores de carne y hueso.
Aquí es dibujar de nuevo lo ya dibujado y a mi personalmente no me aporta nada, mas que hacer las banales delicias de un bat-fanático como soy.

Hubiera querido algo distinto, es más, esperaba algo distinto, pero tal vez no era realmente consciente de lo que una adaptación animada de un cómic significa.
El dibujo es muy bueno, muy cercano al anime.
Respeta la paleta de colores, en lo posible, del monocromático cómic coloreado por Lewis.
Las escenas de acción/lucha, perfectamente coreografiadas. A destacar las de:

- James Gordon vs Flass.
- Bruce vs Selina.

Lo que más me gustó, los créditos finales y la música que los acompaña con las imágenes de fondo del cómic original. (Y no fué porque acabara la película, mal pensados...)

Esta cinta dará que hablar, porque el cómic dió que hablar, por lo demás, no dejará huella.
Un merecido tributo al trío de artistas : Miller / Mazzucchelli / Lewis.

Di Angelo.

Para hacer tiempo para la llegada de The Dark Knight Rises, la película que cerró la trilogía que dirige Christopher Nolan, Warner, a través de su división que edita films directamente en video, fue sacando largometrajes de animación con el personaje de Batman. Si hace dos años llegaba la notable Batman: Under the Red Hood, ahora lo hace la también satisfactoria Batman Year One, adaptación de la novela gráfica de Frank Miller. En su elenco, voces conocidas como el muy de moda Bryan Cranston (Breaking Bad), Ben McKenzie (O.C.), Eliza Dushku (KM 666) y Jon Polito (habitual de los hermanos Coen).

La trama sigue el primer año como superhéroe de Batman (McKenzie) en Gotham City, que coincide con la llegada al departamento de policía del teniente Gordon (Cranston), en un cuerpo liderado por el corrupto comisionado Loeb (Polito), que maneja toda la delincuencia de la ciudad y que en este caso resulta ser el villano. Entre medias, aprovechando el tirón que causa la llegada de Batman entre la población, nace Catwoman (Dushku), una ex-prostituta que se quiere ganar la vida como ladrona.

Película que varía de tono dependiendo del personaje que se encuentra en pantalla. Cuando es el teniente Gordon, el auténtico protagonista del film, Batman Year One es una combinación de cine policiaco y drama cercano al Serpico de Lumet (salvando mucho las distancias), en cambio, cuando es Batman el que hace acto de presencia se asemeja a los últimos films de la saga llevados a cabo por Nolan. Como adaptación de un relato de Frank Miller que es, por supuesto no falta la obligada voz en Off, al igual que en 300, Sin City o El Regreso del Señor de la Noche, y escenas violentas que junto a su trama hacen que no sea un producto apto para todos los públicos.

Aunque está por debajo de las anteriores Under the Red Hood y sobre todo La Máscara del Fantasma (especialmente al no contar con un villano de carisma), la película dirigida por Sam Liu y Lauren Montgomery es un producto bien acabado, con gran categoría tanto en aspecto de voces, dibujo, guión y banda sonora (muy cinematográfica), posiblemente este gran resultado es debido a que todos los involucrados llevan una gran experiencia en producciones de este tipo, cada vez más habituales en el catálogo de Warner.

No debería sorprender que estas películas animadas sobre el hombre murciélago atesoren esta calidad, al fin y al cabo, ya estaba a principios de los 90 Batman: The Animated Series, que llego a ganar un par de premios Emmy. Lo que sí que puedo decir con certeza de cada una de ellas es que son mucho más dignas del personaje creado por Bob Kane que los dos Batman dirigidos por Joel Schumacher a finales de los mismos 90.

Los principios y finales suelen considerarse lo mejor… y Batman es tanto una excepción como una prueba de la anterior afirmación. Aunque “El caballero oscuro” se considera unánimemente como la mejor película del superhéroe de Gotham, dentro del mundo del cómic y la novela gráfica las aportaciones de Frank Miller (“Batman: el regreso del caballero oscuro” y “Batman: Año Uno”) son consideradas por aclamación universal como lo mejor que ha generado el señor de la noche. La perspectiva contemporánea, el tratamiento sobre un thriller con pretensiones de estética y tono realistas y la personalidad de sus personajes desenmascarados, son características en el cómic que ahora es trasladado a un largometraje después de 20 años de su nacimiento. Se mantiene la evolución de dos protagonistas y la alternancia de los puntos de vista encumbrados en soliloquios y voces en off propios del cine negro. También la cúspide perfecta para presentar paralelismos éticos y morales entre dos justicieros que utilizan las armas de la que disponen para enderezar el rumbo de un Gotham completamente corrupto a todos los niveles. Ese ‘año’ uno de vida describe a los protagonistas en sus historias entrelazadas y condenadas a amarrarse firmemente para forjar un destino conjunto.

El poderoso guión de Miller y un David Mazzuchelli en estado de gracia son un material suficientemente potente. A lo que se suma que los directores Lauren Montgomery y Sam Liu se han convertido en una especie de encargados de adaptar todo lo adaptable dentro del mundo DC (y ‘algo’ de Marvel): desde la Liga de la Justicia, Linterna Verde y sobre todo Batman y Superman. Es obvio y su mayor defecto que le falta conservar la estética del cómic y ese oscuro granulado, pero las incapacidades y necesidades del medio elegido por epatar con la audiencia y rentabilizar la inversión generan un producto sin alma ni personalidad. Otra cuestión es que el guión mantenga el tipo por la historia pese a que sobrevuelan muchos momentos que no funcionan dentro del territorio animado pero sí incrustados en viñetas: coches de policías flotando como garbanzos en un cocido, momentos-bebé desopilantes y más momentos-bebé para mear y no echar gota.

Crea, eso sí, los contraplanos equilibrados entre Gordon y Wayne con el añadido de Selina Kyle AKA Catwoman. Que los personajes estén construidos sobre imperfecciones, ayuda mucho. También interesa su narración a modo de calendario y que se formula sobre un thriller policial con justiciero enmascarado. Méritos del cómic y aprovechados y rentados en su adaptación animada. Lo siento por “Batman: Año Uno”: me quedo con la imprescindible novela gráfica y con “Batman: La máscara del fantasma” como película y demostración cinematográfica con ecos de melodrama clásico americano para desarrollar la creación y génesis del Caballero Oscuro.