Jane por Charlotte

Jane por Charlotte se trata de un curioso documental dirigido por Charlotte Gainsbourg, la polifacética actriz, cantante y ahora también, directora de cine, de origen franco-británico. Jane Birkin, que a la vez es también una conocida cantante, es ni más ni menos que su madre, y en este documental de tono intimista, nos adentramos en la relación materno filial entre ambas. La película se estrena el 11 de marzo de 2022 en cines y ya ha sido estrenada en Cannes, donde en general ha obtenido críticas positivas.

La verdad es que el espectador que busque una película que nos descubra algo nuevo sobre los aspectos más interesantes, o mejor dicho, más conocidos de la actriz, saldrá decepcionado. El documental no explora la faceta artística de Gainsbourg, siendo esta testimonial, sino que nos encontramos ante un retrato intimista de dos personas, que podrían ser ellas o podrían ser dos personas desconocidas cualquiera.

Seguramente para el espectador francés, mucho más cercano tanto a la figura de Charlotte Gainsbouurg como la de Jane Birkin, el documental tenga muchas más posibilidades de tener éxito, en contraposición con un público español, que si conoce algo es sobre Gainsbourg y su faceta como actriz, incluso más que como cantante. Esto no quiere decir que el filme no tenga interés en nuestro auditorio, porque desde luego el filme resulta ser un soplo de aire fresco en comparación con una taquilla que rehúye de mostrar temas, paradójicamente, tan cercanos a nosotros.

Aún así, recomiendo al espectador que se mire por encima la biografía de ambas personas por encima en la Wikipedia, porque la película revela conversaciones personales y biográficos que hacen referencia a detalles que quizá el espectador francés si conozca, pero no el español. Y estos detalles desde luego ayudan a entender mejor la relación entre ambas.

Otra constante de Jane por Charlotte es el empleo que se hace de las distintas ópticas fotográficas que emplea Gainsbourg para poder captar a su madre. Hay diversos formatos, focos y variedad de técnicas que usa la hija para poder retratar a su madre. Como la propia filosofía cubista, Jane Birkin es descompuesta y reconstruida a través de numerosas ópticas, que mediante el collage muestran como la hija ve a su madre, o como cree que puede verla.. Es uno de los recursos cinematográficos más interesantes que emplea la directora en la película.

Lo que es Jane por Charlotte es una carta de amor en toda regla, de una madre a su hija, y es desde esta perspectiva universal por la que el filme pretende conquistar nuestros corazones. Y en cierta medida lo consigue. Obviamente la película no se acerca a la experimentación de cineasta como Jonas Mekas (que llegó a realizar una película sobre fragmentos totalmente caseros sobre la vida de su familia), sino que cuenta con un metraje más o menos coherente con el cine convencional. Tranquilícense, porque la película, a pesar de tocar algunos temas espinosos, es apta para numerosos públicos.

Más allá de eso, no hay una trama de por sí, así que tampoco espere el espectador un documental clásico que reconstruya los hechos biográficos de las dos celebridades tal y como estamos acostumbrados. Slices of life, que se dice en la jerga anglosajona.

Jane por Charlotte no es un documental al uso, vayan avisados. Aún así, tiene una personalidad única, y revela el amor de una hija por su madre y al revés, por más que las circunstancias personales nunca sean fáciles. En todo caso, una película singular, que seguramente amarán los más francófilos y fans de los dos personajes.

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Un documental sin espíritu de documento, es curioso.

Charlotte tiene tantas tablas y tanta gracia, que incluso grabando escenas cotidianas para mostrar una Jane Birkin desconocida, se pierde en la parte artística y triunfa en su creación.

Jane por Charlotte no aporta mucha información. Nos trae una cara que no conocíamos, nos lo dibuja con momentos tiernos, susurros, copas de vino y libertad en un entorno bucólico de la bretaña francesa, sin artificios. Entre cámaras, plantas, cocina y conversaciones, conocemos más el pasado de una familia extraordinaria, pero sobre todo nos concede un rato de paz y cariño que casi vale más que lo que se cuenta.

Es curioso cómo se puede hacer algo nuevo sin la aparente intención de creación novedosa.

No esperes muchos detalles de la vida de Jane Birkin, no esperes una biografía ni de ella ni de Gainsbourg. No esperes nada, pásate a tomar un vino con un par de amigas que también fueron madre e hija.

Que nadie espere una biografía sobre Jane Birkin; este documental es, ante todo, una tierna declaración de amor de una hija a una madre y se centra en la relación que las une. Ahora que este icono pop de los sesenta y setenta acaba de morir me he puesto a ver este estupendo documental y uno más antiguo dirigido por Agnes Vardá, donde la todavía muy atractiva Birkin acababa cumpliendo cuarenta años. Aquí en cambio es ya una anciana de setenta y pico, una anciana algo frágil que ha pasado por enfermedades y por la brutal experiencia de perder a su hija mayor Kate (que tuvo con el compositor John Barry y que se tiró al vacío desde su piso parisino). A destacar la larga visita de madre e hija a la casa del músico Serge Gainsbourg (padre de Charlotte), donde ambas vivieron durante años, y también la emotiva escena final. Una película sencilla, sincera, profunda, y muy emotiva.