Guante blanco (Serie de TV)

Aún no salgo de mi asombro de cómo una televisión pública puede tratar tan mal a los espectadores que pedimos, entre "mira quien bailas", "morancos", "otes" y culebrones varios, una serie de ficción española de calidad. Y eso que la tenían. Pero si después de dos capítulos la cambias de día, y al tercero ya te la has cargado... ¿Es mucho pedir que se mantenga algo diferente (ya no digo de calidad, porque para gustos los colores) en una televisión que pagamos todos? Ya está bien. Aún espero que alguien de tve dé una explicación al respecto, ya que habían prometido que no iban a quitarla.

Pero vamos a hablar de la serie, que animo sin duda a ver a pesar de todo (la podeis ver por internet en la web de tve... de momento). Está en casi todos los aspectos muy por encima de la media de lo que se hace en este país, como ya lo estaba "Desaparecida" y que demuestra que no hacen falta grandes presupuestos para entretener, intrigar y enganchar. Sólo buenos actores (y muy buenos, mezclando juventud y veteranía), un buen guión y una trama original e intrigante, que hace reflexionar acerca de la moralidad de los llamados ladrones de "guante blanco".

Tanto policías como ladrones son reales al cien por cien, así como los golpes. Además, la serie tiene la gran virtud de hacerte empatizar tanto con unos como con otros hasta el punto de que no sabes quién quieres que "gane". Y lo consigue porque los sentimos muy cercanos, ya que a pesar de que en el fondo la vida "normal" de los ladrones, como si de cualquier trabajo se tratara, nos parezca poco creíble, en ningún momento pierde su verosimilitud.

En resumen, una serie más que correcta que triunfa por ser muy consciente de sus posibilidades, que son muchas y buenas, y que las explota de manera magistral. Una verdadera lástima lo que han hecho con ella. Ah! y es mejor no tenerles en cuenta el supuesto capítulo final. Estaba cantado cuando pusieron la serie en internet que lo hacían para dar salida a los capítulos que ya tenian rodados, y se veia venir que cuando se les acabaran rodarían un final desprisa y corriendo...

La descubrí por sorpresa, de casualidad porque la estrenaron a continuación de un partido de fútbol de la selección española ya que la publicidad sobre su estreno brilló por su ausencia. Es vergonzoso lo que hicieron con esta serie los de TVE. El final de la serie fue lamentable porque ya la habían quitado de la programación e improvisaron un final para los que la seguíamos por Internet en la web de TVE. En términos generales mi valoración es notable pero el desenlace improvisado es horrible así que si alguien tiene la suerte de ver esta serie que se ahorre el desenlace y guardará un muy buen recuerdo de esta serie. Cómo se echa de menos una serie española de esta calidad porque brillan por su ausencia. En la televisión mandan las audiencias y sólo 1 de cada 3 series consigue mantenerse en la parrilla. Su rival, Física o Química y posteriormente DEC en viernes terminaron con ella. Descanse en paz.

Cuando nos acostumbramos a navegar por la televisión patria entre series nacionales de comedia cada vez más absurdas y series extranjeras cortadas todas por el mismo patrón, básicamente de equipos policiales/forenses, cuando nos llega algo novedoso se nos ilumina la cara y tendemos a sobrevalorar. Y creo que esto es lo que ocurre con esta serie.

Con un argumento de lo más simplón (grupo de atracadores no violentos infalibles versus nuevo poli crack en la ciudad) y un desarrollo más simplón todavía (entre casualidades, bombillas repentinamente encendidas sobre la cabeza y muchos detalles dejados al azar se levanta una montaña) nos quedamos bastante conformados pues, al menos, es algo diferente.

Eso sí, es sana, libre de violencia o tacos gratuitos, bien interpretada (bueno, alguno chirría, como el Roelas) y medianamente entretenida.

Y un desperdicio, sí, porque lo que se inició de forma muy interesante en el primer capítulo acabó por hacerse un poco repetitivo en los siguientes. Según se comenta, se aglutinaron 5 capítulos en 1 para darle un más temprano final a la serie por falta de audiencia (¡cuán poca paciencia estos directivos, incluso en la tv pública!), una pena, porque podría haber dado mucho más de sí quitando algo de relleno y no precipitando tanto el final.

Es una buena serie que a mí me sorprendió gratamente, lo que pasa es que va de más a menos, empieza bien, como algo nuevo, pero acaba todo de una manera tan rápida y sorprendente que resulta un final un poco decepcionante.

Lo que más me ha llamado la atención de esta serie esque tanto los "buenos" como los "malos" son protagonistas, y esto te hace dudar sobre quien quieres que salga ganando, no quieres que cojan a los ladrones, o quieres que los policías se les adelanten.

Otra cosa que llama la atención es que tanto la vida personal del policía como la del ladrón se entrecruzan sin que ellos lo sepan, esto lo hace más interesante porque estás con la sensación del si le pillan o no le pillan.

Te imaginas a un ladrón de guante blanco sentado tranquilamente en la cocina de su casa charlando con su señora sobre las notas del niño o sobre las duras condiciones de su trabajo? O leyéndoles cuentos a sus hijos. O ayudando a poner la mesa. O simple y llanamente viendo la tele mientras come un plato de macarrones con su familia. Vamos, la cutrevida de un ladrón de guante blanco.

El mismo que un par de horas después de una de estas escenas domésticas puede estar disfrazado de mafioso en un casino para robar limpiamente la caja fuerte, o de intelectual en una sala de la Biblioteca Nacional para robar un libro valiosísimo, o simplemente encerrado con su banda en su guarida planificando algún nuevo golpe magistral y totalmente limpio, sin víctimas, perfecto en su diseño, sin cabos sueltos, todo pensado, todo estratégicamente elaborado.

Pues eso es "Guante blanco". Una idea inteligente y una ejecución sorprendementemente buena que no podía tener otro destino que el fracaso más absoluto y el cubo de la basura. Yo la descrubrí casualmente ahí, en el cubo de la basura, en esa nueva cadena de TVE que sólo emite series de refrito, pero en la que de vez en cuando te encuentras una joyita de éstas, que el gran público rechazó a los dos días y por las sagradas leyes de la audiencia fue condenada a los infiernos. También la podéis ver por Internet. Está bien, esta serie no podía ser para el gran público; la gente sólo quiere mierda, y esto no es mierda. Por cierto, estoy locamente enamorada de José Luis García Pérez, aunque nunca consigo acordarme de su nombre.