But I'm a Cheerleader

Divertida, refrescante y sátira comedia para pasar un buen rato.
No es una maravilla técnicamente, ni tan siquiera la historia es muy buena, pero con sus toques de humor y su desproporcionalidad ocasional atrapan al espectador. La interpretación de Lyonne es despampanante, me enamoré de cada una de sus expresiones.
La película tiene su buen fondo crítico aprovechando todo lo habido y por haber para decir la verdad de muchas cosas referidas a la homofobia.

Divertida comedia con la justa mezcla entre tontería y realidad para hacernos pasar un buen rato y, en el fondo, invitarnos a pensar. El guión es muy dinámico y acertado, y las interpretaciones resultan muy divertidas.

Una escuela para curarse de la homosexualidad. Desde luego, la idea da para mucho, chistes tópicos incluidos, claro. La protagonista es una animadora y tiene novio, ¿cómo va a ser lesbiana?, pues lo es. Igual que el resto de asistentes al curso. Y, por supuesto, ninguno tiene oportunidad de ser curado...

Porque la homosexualidad no se cura. No es una enfermedad. Los enfermos son los homófobos, que, por suerte, sí pueden curarse si lo intentan.

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Interesante y humorística película que aborda el tema de la homosexualidad. Tiene su epicentro en una institución dedicada a la cura de homosexuales llamada "El buen camino", donde los internos son sometidos a ciertos mecanismos presuntamente curativos, es decir una serie de jalones sucesivos que deben ir superando para pasar a la etapa siguiente y, por fin, recibir un diploma de "heterosexuales". Las pruebas van desde el cumplimiento de tareas propios de cada sexo (por ejemplo, las lesbianas limpiar la casa y los homosexuales usar el hacha o reparar automóviles), hasta besar personas del sexo opuesto, etcétera. La mujer que dirige el establecimiento es muy rigurosa y está atenta a que los recluidos no cometan deslices de tipo homosexual, que a veces no puede evitar. Por momentos acompañan a los jóvenes sus padres en la terapia y no siempre reaccionan bien ante las actitudes de sus hijos. La película no es una sátira mordaz de la homosexualidad sino que el enfoque es humorístico, predomina una estética con colores como el lila, el naranja, el verde flúo, en forma casi omnipresente. Las actuaciones, en general, son buenas Es una película recomendable como entretenimiento.

Película muy irónica que ofrece un espejo a ciertas instituciones que son muy abundantes en Estados Unidos (los centros de rehabilitación para homosexuales). El guión no es gran cosa, la película no deslumbra en ningún aspecto y a mí no se me hizo particularmente entretenida (basta con decir que no la volvería a ver) pero está bien para ver lo que ocurre en dichos centros de rehabilitación y como crítica a ciertas mentalidades también está interesante. De todas formas, si se quiere ver algo del género, yo recomendaría otras películas antes que esta.

Comedia loca muy mariquita en la que los chicos van vestidos de azul y las chicas van de color rosa. Con expresiones y movimientos muy locos que provocan enseguida la sonrisa del espectador, y hasta su complicidad. Ya desde el principio parece que el director no pretende moralizar ni establecer tesis, solo divertir de la manera más alocada. Y en buena medida lo consigue. El guión está muy bien trabajado, buscando las actitudes y expresiones que caracterizan y son tópicos del mundo homosexual, y aquí son utilizados para demostrar que es falsa la teoría de que una terapia adecuada puede conseguir que un homosexual llegue a ser heterosexual. Más bien puede ocurrir lo contrario. Las imágenes son muy claras en su significado y en su composición fotográfica, recurriendo al hiperrealismo si es necesario con tal de llevar la idea al espectador. Las interpretaciones son absolutamente buenas, especialmente las de los muchachos homosexuales que parecen sacados de un desfile del orgullo gay. Y es especialmente buena la interpretación de la pareja protagonista femenina, cada una en el papel que se contrapone al otro y también cuando cambian los papeles entre si. En fin una película para reírse pero no para burlarse del mundo homosexual. Aunque no se como reaccionarán las gentes homofóbicas.