Lionheart

A pesar de algunas buenas críticas que circulan por otros foros, Lionheart es una película terriblemente convencional. El hecho de ser nigeriana, la más que probable causa de todas las buenas palabras que se han dicho respecto a esta película, es absolutamente intrascendente, en tanto que la trama se podría desarrollar, con modificaciones mínimas en cualquier otro país del mundo.

La dirección y el guion son mediocres. Una historia convencional, con unos puntos de inflexión previsibles y un desenlace clásico. Además, en algunas partes suceden cosas totalmente inverosímiles, explicadas malamente con el único objetivo de hacer avanzar la película a trompicones. Una gran parte del tiempo está dedicado a estrategia, empresarial, renegociación de préstamos y tribulaciones económicas, lo que obliga a un cierto grado de genialidad para que sea apetecible. Además, hay escenas de transición absolutamente innecesarias, que tratan al espectador como un niño que so sabe entender secuencias causales.

Podría extenderme más sobre las vulgaridades de este obra sobre nigerianos ricos (que se parecen demasiado a los ricos de cualquier otra parte), pero no es necesario. Es una película convencional, sin ningún carisma ni ninguna apuesta artística, cuyo único argumento es amalgamar un par de ideas de autosuperación empresarial.

Cine convencional con actores correctos y trama moderadamente entretenida, creo que el gran valor del metraje se halla únicamente por la visión curiosa que hay de África desde Occidente, me interesan especialmente el contexto sociopolítico y de las relaciones personales, sociales y de poder que se establecen entre los personajes.

Llegó el momento de viajar a África para encontrarme con la primera producción nigeriana en Netflix, año 2018. Una película que en su sinopsis intenta hacernos creer que por sexismo el padre de Adaeze, nuestra protagonista, se niega a cederle las riendas de su empresa de transporte en Nigeria. Al menos esto dice en la página Filmaffinity.

Dicha premisa está lejos de ser cierto, en un solo momento ella hace mención de que si fuese el hermano quien estuviera en su lugar le darían el puesto, pero su tío (a quién su padre llama luego del ataque al corazón) le dice que no es así. Lo cual la película lo demuestra.

Es un film que no se termina de decidir por un género. Por momentos parece un drama político, problemas con la economía en la empresa. Luego parece una comedia, tiene esos típicos sonidos o canciones que aparecen sólo en las comedias cuando intentan subrayar que algo divertido o desopilante está pasando o por pasar. Después vuelve a ser un drama sobre como salir de una situación que afecta a nuestros protagonistas…un sinfín de situaciones que no terminan por definir que quiere decir o hacer este film.

A pesar de ser una película de corta duración, 95 minutos, por momentos se me hacía tediosa. Más aún cuando cambiaban constantemente de idioma. Hablaban inglés un rato, igbo otro ratito… ¡decídanse! (creo que tengo problemas con esto, ya lo he mencionado en dos películas anteriores… ahí vengo, voy a llamar a mi psicóloga para charlarlo)

Las actuaciones están bien, ninguno se destaca para bien o para mal. La banda sonora, como mencioné antes, subraya momentos que no hacen falta, como queriendo hacer que uno se ría o se ponga triste. Lo más lindo del film es ver algunas imágenes de Nigeria, países hermosos los pocos que nos muestran.

La película falla en el mensaje que intenta dejar, buscar ser profunda para que veamos los problemas de sexismo o socioeconómicos en Nigeria, pero se queda a mitad de camino y termina siendo convencional en todo su sentido de la palabra. Tira muchas puntas y no termina de resolver varias, y juega con la casualidad y/o causalidad cuando el tío ayuda a alguien que parecía un cualquiera, pero… no digo más nada para no spoilear.

El único mensaje que sí me quedó claro y me pareció hermoso fue el que dijo el tío: ‘Ayuda a cualquier ser humano que veas en cualquier lado, porque no sabes lo que puede pasar mañana’.

Mi recomendación: Está en Netflix, quizás te sirva pa’ pasar un domingo aburrido.

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