La princesa y el pirata

Película de aventuras en tono cómico a la medida de Bob Hope, en la que este actor utiliza su carisma y talento para cargar con el peso del film. No es un actor cómico de mi simpatía, pero reconozco su buen trabajo en esta comedia.
El guión tiene algunos altibajos pero cumple con el objetivo de entretener y lograr alguna sonrisa. No me gustaron algunos chistes anacrónicos, aunque tienen cierta gracia.
El vestuario y la puesta en escena son excelentes, clásicos de aquella época.
La música es de destacar el tema que canta Virginia Mayo, (la princesa) en el bar.

El 23 de febrero de 1981, después de que Tejero tomara el Congreso de los Diputados a punta de pistola, y a la espera de un mensaje institucional, TVE programó "La princesa y el pirata". Fue la forma de mantener entretenida a una población angustiada, mediante una comedia ligera y clásica, hasta que por fin apareció el Rey diciendo aquello de que no se podía tolerar tal ataque a la democracia y bla, bla, bla.
La película no pasa de ser una comedia mediana, con unos chistes que ahora nos resultan pasados de moda, y un humor blanco. Trata sobre un comediante que por casualidad se hace con el mapa del tesoro de un malvado pirata, y que a pesar de su cobardía debe ejercer de héroe oficioso. A su lado está una bella princesa, que huye del mismo pirata, que la quiere secuestrar para pedir un rescate.
En definitiva, no deja de ser una película pasable. Recomendada para Golpes de Estado.

Una de piratas...con Bob Hope.
Si en " El temible burlón" de Siodmack, Burt Lancaster ya nos advertía en los créditos de inicio que no nos creyéramos ni la mitad de lo que viéramos, imaginaros lo que debemos creer en esta peli protagonizada por " El cobarde burlón".
Para mí, no puede. No puede con un Walter Brennan, descacharrante, que se lo come literalmente. No puede con Victor McLaglen, en la piel del sanguinario " Garfio", ni tampoco con Walter Slezak, como el corrupto gobernador. Estos son, los que, en mi opinión, hacen que esta peli merezca la pena. Bueno y una Virginia Mayo guapísima que da gusto verla.
Con Bob Hope tenemos chistes, chistes y chistes, algunos verdaderamente graciosos pero la velocidad a la que los suelta, hace que se olviden pronto. Me he reído sí, pero ya se me han olvidado. Bueno y cierto juego de identidades.
Yo prefiero, con mucho, algunos gags de situación.
Cuando llegan a la isla, por ejemplo, la excelente caracterización de todos esos piratas y el descubrimiento de Hope de que se ha metido en un auténtico nido de serpientes.
O la escena de la taberna y las cervezas.
O el juego de espejos.
Al final me doy cuenta de que lo que más me gusta de la peli es, precisamente, todo el apoyo que recibe por parte de los secundarios, que le dan la verdadera prestancia cómica al film.
Y también echo de menos una trama un poco más currada en vez de tanto chiste.
Dejo para el final la mención de la buena escenografía, vestuario y ese precioso tecnicolor. Eso sí que está muy bien hecho.
! Ah, y el final!. A mí me gusta mucho pero tampoco creo que los jóvenes, si la ven actualmente, lo pillen.

Película agradable, que basa su experiencia en una mezcla continua de comedia y aventuras en la que, aunque no todo funcione siempre igual de bien, el conjunto resulta entretenido.

A pesar de encontrarnos frente a una comedia continua, la ambientación, los personajes, y el desarrollo de la cinta, muestran un tono clásico de aventuras que hace que lo que se nos muestra en pantalla tenga su encanto y sea agradable de seguir. El apartado cómico funciona a grandes rasgos y, aunque las tonterías continuas que circulan en torno al personaje de Bob Hope no siempre funcionan, el resultado es siempre simpático. Hablando de las actuaciones, estas cumplen en base a lo que propone la película. Bob Hope está bien como protagonista aventurero/bufón y Virginia Mayo me ha gustado mucho como coprotagonista.

“La princesa y el pirata” no tiene grandes aspiraciones, pero tampoco lo pretende. Una película simpática y disfrutable, que resulta recomendable como entretenimiento ligero.