Tormenta (Miniserie de TV)

Esta película esta basada en un experimento que realizo un profesor de la Universidad de Yale en los sesenta. Todo el que considere que es una buena miniserie debería visualizar La ola (2008), película que contiene muchos puntos en común con ésta y que consigue con mucho menos tiempo de metraje ofrecernos un espectáculo muy superior.

La película intenta vendernos una inspección profunda sobre los trastornos de personalidad a los que pueden verse sometidos los jóvenes, planteando una situación que ponga en jaque su nivel de tolerancia frente a situaciones un tanto extremas. Pero no consigue ir más allá de la violencia gratuita con un guión débil y a la deriva.

La actitud de los protagonistas pasa a ser radical a gran velocidad, y uno se pregunta porque no se ha realizado un análisis más profundo para entenderlo; tiene que conformarse con una serie de tópicas y absurdas situaciones y aceptarlas como el desencadenante de todo.

En definitiva, Daniel Calparsoro falla a la hora de contar una buena historia, y decide simplificarlo todo buscando que el espectador sienta esa ira, pero uno no puede hacer otra cosa tras verla que aceptar que ha perdido el tiempo. Si El castigo o Inocentes eran muy justas, ésta queda muy por detrás.

El trabajo actoral, para finalizar, es justo, y pese a la entrega de Patricia Vico no hay ninguna opción de salvar nada de este despropósito.

La idea de la que parte la película es buena, analizar el comportamiento del ser humano bajo presión, su comportamiento en equipo, su tolerancia o intolerancia y su predisposición para la violencia.
Pero una buena idea mal llevada a cabo, se convierte en la peor de las ideas. Y eso es lo que ocurre aquí. Con un reparto plagado de actores "de moda", guapos moja-bragas, "físicos o químicos"y chicas cuya única baza artística es que están buenas. Y con un guión poco creíble, a veces incluso rozando lo imaginativo o esperpéntico.
Con todos estos ingredientes, solo puede salir un producto defectuoso. No apto para el consumo adulto. Sólo valido para que las adolescentes sueñen humedamente con el cachas de la pantalla mientras le dicen a su amiga: ¡Que fuerte tía lo que echaron el otro día por la tele! Y los adolescentes digan en el recreo: ¡Pedazo peras tenía la rubia! Exceptuando esto poco más se puede sacar de esta basura.

Recuerdo que quería ver la miniserie, la esperaba con emoción, pensaba que iba a disfrutar de un cóctel de trama con misterio, violencia y originalidad... pero al final solo puedo decir que me ha parecido una gilipollez de bajo presupuesto, mal desarrollada y sin sentido alguno. Otra cosa ya es que haya disfrutado con la actuación de Natalia Hernández, ha hecho una interpretación muy buena, a diferencia de Los Protegidos, en el que daba vida a un personaje absurdo y poco aprovechado.

Miniserie española de dos capítulos en la que un grupo de jóvenes, con idea de subir sus notas o alcanzar el aprobado, se recluyen en un colegio mayor, y a instancia de sus profesores, se dividen en dos grupos, "los superiores", que gozan de todos los privilegios, y los "inferiores" que se convierten en los criados-esclavos de los otros.

A los profesores la experiencia se les va de las manos y como casi siempre, aparece la violencia desmedida y la xenofobia para afirmar las posiciones de cada grupo.

Interesante serie. Mi valoración, un 7.

Tenemos grandes actores y actrices: Pepe Sancho (que por desgracia ya no actúa en este mundo) en “Crematorio” hubiera podido competir con cualquiera de los más grandes de Hollywood por citar sólo uno muy bueno en una muy buena serie española. Y seguro que cuando era joven lo hacía peor, no tengo duda de que mejoró con el tiempo. Pero siempre vocalizó bien, desde el principio. Como Bardem, como Carmelo Gómez, como Victoria Abril, como Carmen Maura, como Maribel Verdú… como tantos y tantas. Pero llega esta ola de pipiolos/pipiolas y se lanzan sin pasar por el logopeda. Y lo peor es que quien hace el casting los deja que se lancen. Estoy de los niñatos/niñatas del tipo “Al salir de clase” hasta los…

Por lo que respecta al guión es muy imaginativo: imagina que los institutos españoles tienen piscinas, que tienen jardines, que tienen bibliotecas con miles de libros, que las aulas donde se hacen los exámenes son como el aula magna de una gran universidad…

Calparsolo, me imagino que tienes una hipoteca muy grande que pagar para hacer estas miniseries tan mediocres. ¿Recuerdas “Un salto al vacío”? Era una buena película. Incluso “Ausentes” me gustó. Hace ya bastantes años de eso.