3 superhombres en el Oeste

Esta cuarta entrega de los supermen italianos ya empieza a ser demasiado bizarra y cutre. Un arranque con unos científicos que parecen de Mortadelo y Filemón. El jefe del FBI parece el Superintendente Vicente y su despacho -ridículo- parece más de la TIA que del FBI.

De nuevo un agente del FBI pringado - nuestro Frank Braña- coincidirá con los dos ladrones y los tres se apoderarán de una máquina del tiempo que les llevará al Oeste americano. Pero esto no es "Regreso al Futuro III". El oeste que nos muestran es de spaguetti del malo. La película no tiene guión alguno. Son sucesiones de combates kilómetricos que hastian. Uno detrás de otro. Cansan y mucho. En alguna escena aparecerá una bellísima Ágata Lys. Acrobacias de George Martin, las muecas y tonterías de Sal Borghese. Braña en esto se queda corto, lo suyo era hacer de malo en los spaguettis.

Como dije con las anteriores entregas, típica película de sesión doble de cine de barrio o de los inicios del videoclub. Pero esta película tiene menos imaginación, está peor acabada y se limita a repetir hasta la saciedad las mismas situaciones, ya vista en esta entrega y en las anteriores. Y tiene muchísimos menos medios. Le falta frescura y sirvengozoneria. Todo por la pasta.