Masacre en el autocine

Tras un resultón arranque en el que vemos como una pareja es asesinada en una autocine por un individuo al que no vemos (solo la hoja decapitar al chaval cuando asomaba la cabeza para tomar los auriculares, y atravesar el cuello de la muchacha en el asiento del acompañante), la cosa lamentablemente en lugar de entrar en un sangriento slasher setentero, lo hace en un policial rijoso con 2 policías aun mas piojosos investigando la autoría de las muertes entre los empleados del negocio, y un mirón que anda por ahí.

Fotografía piojosa (en las escenas nocturnas es de pena), banda sonora pésima (tanto música como sonido), trabajo actoral inmundo, y desarrollo de la trama plano y aburrido, muy aburrido (y eso que estamos hablando de poco mas de 70 minutos), sin un solo dialogo que merezca la pena, y/o, situación con un mínimo de tensión, tan solo la pasable decapitación del comienzo (de desnudos olvídense), y pare usted de contar.

A lo decepcionante de que en el mismo año de la también ambientada en un autocine, y entretenida e interesante, "Ruby 1977", hacia esperar algo minimamente potable, le sumamos el hecho del desperdicio de tan sonoro y divertido titulo, y tenemos una función a la que llamar película sería exagerado, ya que ni el más condescendiente escarbador en mugrientas series Z, supongo será capaz de encontrar el menor interés a esto.

Un cutrísimo telefilm que nos presenta un slasher casi de serie z, donde un psicópata se va cargando al público de un autocine noche tras noche.

La peli consiste en asesinatos -decentes, la verdad, incluso con un poquito de gore-, y un montón de diálogos de besugo interminables entre los policías y los sospechosos.

Se me hizo eterna, y mira que es es cortita. Muchas escenas de relleno, muchas escenas alargadas hasta la saciedad... y unos poquitos asesinatos decentes, menos mal, algo es algo.

Para completitas de los slashers de los 70/80, pero no vale la pena verla.

Se supone que un slasher está predestinado a a deleitar al espectador con dos elementos: sangre y sexo. Y efectivamente, aquí se manifiestan ambos conceptos, no obstante, tomando la forma de un metraje indigerible que mezcla el terror de serie B más absurdo, un policial mal construido y pequeñas dosis de humor negro que no sabemos si es intencionado o la película es tan absurda que resulta cómica.

El único aspecto positivo que puedo extraer de este visionado es que la cinta termina siendo ligera y las muertes, aunque cutres, tratan de ser originales y sangrientas. La salsa de tomate canta como un gallo, eso sí, pero si le echas un poco de imaginación, los asesinatos pueden llegar a ser pasables.

La estructura del filme se parece al giallo, pero no consigue esa mezcla de policíaco y slasher con la que genios como Mario Bava y Dario Argento nos han deleitado en tantas ocasiones.
Si eres un fanático del cine slasher, has visto diez veces la saga de Viernes 13 y estás harto de lo mismo, puedes echarle un vistazo a "Masacre en el autocine" que tal vez te eches unas risas.