La brigada del diablo

A pesar del peligro que tiene hacer un comentario de este tipo no me queda más remedio que protestar en base a la gran cantidad de películas americanas que tratan el tema de la IIGM tomando a los alemanes por tontos.

Todos los americanos-canadienses son personas con sentimientos, valor y camaradería y los alemanes forman un ente absurdo, un bloque sin personalidad compuesto por individuos traicioneros, amuermados y sin reflejos. Aunque la peli sea americana y tengan derecho a hacerlas así, deberían pensar que cuando el enemigo es más fuerte y astuto, más importante es la victoria. Pero si el enemigo es tonto, más tonta es la peli y la victoria.

En esta mierda de película no hay más que ataques sorpresa al soldado alemán que sistemáticamente cae levantando los brazos casi con pudor para recibir amablemente el machetazo. Todos caen sorprendidos por la retaguardia, incluso sin que los compañeros adviertan ni una sola vez al enemigo y se rinden siempre en silencio y dócilmente.

Va un pelotón de soldados alemanes por la calle y uno a uno son eliminados por el soldado americano. Se vuelve el jefe del pelotón y ve que está sólo. Ni una película de Buster Keaton hace el mismo efecto.

El ataque a la cima del monte es de lo más gilipollesco visto desde aquella vez que Cantinflas le dijera al jefe de un ejército mejicano a caballo con los que iba:
-Nos siguen, mi comandante…
-Pero ¿son amigos o enemigos?
-Pues yo diría que son amigos… pues vienen todos juntos.
Lo que pasa es que esto no tiene gracia.

Llega la brigada de los diablillos a la montaña. Tienen que tomar la cima para sorprender a los alemanes. Holden, que no está ni para subir dos pisos por las escaleras de su casa, va y hace que sube a pulso más de 50 metros de escalada. Espera, que ahora voy y me lo creo.
Hubiera quedado bien que se le cayera el mechero, bajara y volviera a subir.
Aparece el soldadito americano en la cima y sólo hay un soldado alemán de guardia, y encima está de espaldas. Joder, ya puestos tenían que haber instalado un chiringuito para que Holden se tomara un botellín después del esfuerzo; hubiera quedado más creíble la cosa.

Si los alemanes fueron tan tontos como hacen ver en esta película no se explica uno muy bien como en el año 39 iniciaron una serie de ataques relámpagos que terminaron derrotando a los ejércitos de: Checoslovaquia, Polonia, Noruega, Dinamarca, Bélgica, Luxemburgo, Francia, Yugoslavia, Grecia y Creta, además de estar ocupados invadiendo la URSS.
Ah, y cuando se vieron las caras por primera vez, cuando los americanos desembarcaron en el norte de África, Rommel que venía huyendo de los ingleses les dio una patada que los devolvió al Atlántico.

Película sin gracia ni emoción que causa espasmos ante tanta colección de tonterías.

La película esta bastante bien, es un filme al estilo “La chaqueta metálica”, ósea que se divide en dos partes claras; en la primera transcurre el periodo de instrucción, que tienen que aprender a convivir soldados Americanos y soldados Canadienses juntos en un mismo pelotón, en esta primera parte hay algunos puntos de humor buenos, también se deja notar el compañerismo y la competitividad entre ambos grupos. Ya en la segunda parte viene todo lo bélico, la ultima misión que tienen es durísima e increíble a la vez.

Los actores trabajan muy bien, en especial Cliff Robertson, la fotografía es bastante buena y la B.S.O también me ha gustado; en definitiva, es un film que recomiendo a todo el mundo que le guste el cine bélico.

Inspirada en gran medida por Doce del patíbulo, rodada el año antes y ambas por el western Gloriosos camaradas de 1964, coinciden en que lo de menos es el enemigo, de brocha gorda y cargado de topicos, que pueden ser indios, vietnamitas, japoneses o nazis, al estilo de los filmes de propaganda de los años 40 como es el clásico Objetivo Birmania, cuyo papel se reduce a pegar tiros, ser tontos y taimados.

Al igual que los filmes mencionados, se divide en dos partes, la primera es la instrucción donde nace la camaradería entre soldados aparentemente opuestos, gracias a un conflicto con un tercero estúpido, sea una pelea con lugareños o con otras unidades, para luego pasar a la segunda parte, bélica, donde se producirán un sensible número de bajas entre los protagonistas, en escenas y acciones heroicas. Estas escenas están bien rodadas y resultan entretenidas, gracias al oficio del director, versado en todo tipo de filmes de accion y que posteriormente dirigió Patos Salvajes y Cerco roto.

Un buen film bélico de propaganda, a mayor gloria de los estadounidenses, que para eso ganaron la WWII.

La crítica que ha hecho el usuario fantomas, es sencillamente 100% acertada. Además que me he meado literalmente de risa leyéndola, porque además de lograda y real, es realmente graciosa.

Todas éstas son la mayoría películas de propaganda, hechas bien por los americanos o bien por los ingleses, donde ponen a los alemanes de subnormales profundos, con menos puntería que un retrasado bizco de gafas de 12 diotrías.

Por su parte, los aliados, fundamentalmente americanos e ingleses, les ponen de superdotados todos, también sexualmente, con una puntería mejor que la de un francotirador experto, y además con el arrojo de 100 hombres cada uno de ellos.

Es simplemente ridículo para cualquiera con un mínimo de inteligencia, el ver cómo los alemanes salen de su escondite en plan patos de feria, y cómo los aliados les van disparando uno a uno, donde cada alemán va viendo cómo el que iba delante de él cae muerto, cosa que a él no le llama la atención para no seguir en fila, sino que muere como el que le precedía, y donde el último de los alemanes se dice algo como: "Vaya, nos han matado a todos, qué putada y qué mala suerte hemos tenido".

Simplemente progaganda aliada y escenas que intentan ridiculizar al ejército alemán.

Cosa que me parece aún más gilipollas por parte de americanos e ingleses.

Porque para vencer a los alemanes (y pequeños aliados suyos: italianos, rumanos, ...), tuvieron que unirse Estados Unidos, Rusia, Inglaterra, Francia, Canadá, ..., y multitud de países aliados ocupados y no ocupados: Polonia, Dinamarca, ..., incluso países tan lejanos como India.

Y aún así, la guerra duró 6 largos años. Donde Alemania conquistó prácticamente toda Europa.

O sea que si ponen de subnormales a los alemanes, eso les hace aún más subnormales a los americanos e ingleses, pues tardaron años en vencerles incluso uniéndose todos ellos contra los alemanes.

Lo dicho: pura propaganda rencorosa por parte de americanos e ingleses, que tratan de ridiculizar a los alemanes.

Nunca en estas películas van a salir detalles verídicos, que sí suelen salir en los documentales imparciales sobre la IIGM, donde por ejemplo, en los campos de batalla en Francia, veteranos de los americanos e ingleses, cuentan cómo se orinaban encima, cada vez que tenían que enfrentarse a las divisiones Panzer SS. Dunkerque y demás humillaciones aliadas a manos de los alemanes, como lo que bien dijo fantomas, de que los alemanes de Rommel del Africa Korps echaron al mar a los americanos, nunca van a salir en este tipo de películas.

Por lo demás, una película para entretener. Eso es todo.

La gente sin mucho talento siempre aprovecha el éxito de alguna obra que sale al mercado para inmediatamente sacar una versión que en muchos aspectos suele tener bastante de plagio.

Eso mismo le sucedió a Andrew V. McLaglen cuando un año después del éxito de “Doce del Patíbulo” de Robert Aldrich intenta conseguir dividendos imitando ese estilo de películas con la suya que llevó por título “La brigada del diablo”.

La película podría ser definida por una palabra muy sencilla: Previsible. Todo lo que va a ocurrir lo sabemos desde los primeros minutos de cinta y es que toda ella carece por completo de originalidad y resulta mil veces vista, incluso para la época.

Dividida en dos partes, la primera y más floja transcurre en el campamento y es completamente convencional, ya se sabe, soldados norteamericanos camorristas y fuleros que con el paso de los meses serán convertidos por un coronel-William Holden, que está flojo, siendo generosos- que se deja la piel por ellos, en la mejor unidad del ejército aliado. A esto le añadimos los canadienses, con todos los tópicos que uno pueda imaginar, y la consabida rivalidad entre ambos cuerpos que genera disputas y peleas, que irá en pro de una competitividad sana que se notará en el combate.

Eso sí, una vez en campaña, serán íntimos amigos y compañeros, combatiendo como los mejores en contra de los alemanes, que como suele ser habitual en estos casos suelen tener más bien serrín en la cabeza.

Aparte de que algunos hechos históricos son erróneos, pero que tampoco tiene demasiado interés más que para especialistas, cinematográficamente la historia tiene demasiados elementos de western como las peleas cada dos por tres tipo saloon, que no ayudan a su credibilidad.

Es desde luego una película bélica que no aporta nada en absoluto a un gran género y que puede ser perfectamente olvidable y que dentro de una línea ultra patriótica no deja de ser una exaltación del ejército americano a costa de ridiculizar a los europeos.

Lo mejor sin duda la escena del ataque al risco, que al menos es entretenida y tiene cierto mérito de planificación y dirección, aunque en la posterior lucha, los méritos se pierden al insistir en que los soldados alemanes luchaban como apaches.

Otro punto a su favor, es la presencia de un nutrido grupo de buenos secundarios que cumplen, especialmente Richard Jaeckel, uno de los más queridos por mi, y desgraciadamente hoy olvidado.

En definitiva, sólo para amantes de este tipo de cine, que aún así, no les parecerá ni mucho menos una obra notable.