Al este del oeste

Largometraje que sirve como ejemplo del crepúsculo de la comedia española, se adscribe a un género también crepuscular por aquel entonces como es el western. Dejando a un lado ciertas licencias-chapuzas propias de este tipo de películas, es este un tótem del humor, sembrado de momentos delirantes, tanto en su vertiente lingüística (los juegos de palabras de Antonio Ozores y Juanito Navarro: "qué mala pata" "tampoco soy manco" "soy un indio navajo, de Albacete") como en algo muy característico en otras recreaciones de la época ("Cristóbal Colón de oficio descubridor", "Juana la Loca, de vez en cuando", "El Cid Cabreador", "Cuando Almanzor perdió el tambor"...) que son los anacronismos (inspecciones de hacienda, referencias a Javier Solana...).

A pesar de que el protagonista sea Fernando Esteso y ya esté de vuelta de todo, el filme lo elevan a los altares la pareja secundaria formada por Ozores & Navarro. El primero en su papel de charlatán miedoso y el segundo representando a un indio escéptico, logran meterse en el bolsillo al espectador al tener un protagonismo considerable en la trama y en muchas escenas del filme. Ozores con su incontinencia verbal ininteligible (encima, haciendo de charlatán, como anillo al dedo) y Juanito con frases lapidarias y rostro imperturbable.

El guión no está nada mal planteado, con un pueblo atemorizado y dos candidatos a ser el pistolero salvador que distan mucho del arquetipo de cazarrecompensas. Mantiene la intriga y plantea los problemas a resolver por los protagonistas con total naturalidad (la hija del alcalde es secuestrada y "violada") y hay espacio para los guiños propios de la época que son las dosis adecuadas de pechamen y muslerío femeninos.

Súmense una excelente BSO, con un tema central absolutamente embriagador en música y letra, y constantes referencias explícitas para los amantes del western (Johnny Guitar, "cabalgar como Richard Widmark", "soy el hombre que mató a Liberty Valance"...) y se logrará el deleite de espectadores como usted, es decir, como yo.

Aunque no lo parezca, ésta comedia tiene algo que la repele del resto, un humor sarcástico hacía el oeste americano, absurdo y en ocasiones más tronchante que cualquier otra de las míticas películas de Mariano Ozores, elogiando a la vez a clásicos del western como El hombre que mató a Liberty Valance, por ejemplo, la cuál es mencionada en la película.

Con situaciones absurdas y graciosas, un guión lleno de ingenio y una constante ironía hacía el oeste americano, puede que sea la película mas graciosa con la que Mariano Ozores nos ha agraciado. Con un Juanito Navarro y un Antonio Ozores inconmensurables.

Recuerdo en los años ochenta cuando fui a alquilarla por primera vez al videoclub Dumbo de mi barrio, lo que pude reírme y disfrutar con esta gran película, con los años se convirtió en todo un clásico para los amantes del cine español, que yo mismo intente producir una segunda parte con el actor Andres Pajares y naturalmente el gran Fernando Estesto entre otros, no siendo posible por la salud y problemas de espalda de Andres.
Divertida de principio a fin, la recomiendo encarecidamente a todos los que valoren este tipo y genero de cine, buena historia, buenos actores, buenos decorados, lograda al cien por cien cada minuto de rodaje, risas garantizadas, no puede faltar en la colección de todo cinéfilo, aun no perdemos la esperanza los admiradores de este genero, de volver a ver juntos a la gran pareja cómica, una vez mas, en un papel a la altura de ambos en un proyecto solido.

Increíble pero cierto. Parecía un imposible pero al menos consiguieron un pleno entre tantos intentos, y de la mano de Mariano Ozores. Y sin Pajares. Fernando Esteso lo borda vestido de blanco como el heladero, enfrentándose al peligroso Bad Milk y demás pistoleros. Juanito Navarro convence haciendo sus tonterías de indio fiel al Gran Manitú (que por eso no consiguió ser presidente del Real Madrid), y Antonio Ozores encuentra perfectamente su sitio con su parsimonioso papel que hace siempre.

La música está más adrede imposible, con la canción adecuada rememorando las viejas glorias del Western, la fotografía es estupenda y los gags funcionan. El montaje de lo más efectivo, no hay más que ver a Esteso mostrando su dominio con las pistolas.

Al principio puede parecer una más de estos tres show man, compañeros de fatigas tantas veces vendiendo humor pero con más predominio de lo soso que otra cosa. Ahora, cuando sueltas la primera carcajada, espontánea, corta, contundente, que ni te lo esperas, y enseguida otra, ante los comentarios que hacen sin parar, de lo más absurdos por simplones (porque decir diálogos sabemos que aquí no los hay, tan solo realizan mensajes cortos acompañados con expresiones tontas), nada más que eso, entonces te das cuenta que la acción sigue en la misma tónica, y ves que estás ante el producto tantas veces perseguido por esta gente y por fin conseguido.

Tal vez haya otra más lograda de Esteso, pero yo no la he visto. De momento.

Una de las mejores películas made in "Mariano Ozores", parodiando el western americano, en especial películas como "Los 7 magníficos" o "Raíces profundas", introduciendo los típicos chistes fáciles made in Ozores y con un duelo interpretativo de primer nivel entre el charlatán vendedor de un mágico elixir Antonio Ozores y el Bill Pistolas de oro Fernando Esteso, en sendos papeles muy divertidos.

La película se rodó en Almería, en cuatro días y sin apenas presupuesto (aprovechando el éxito que entonces tenía el cine de destape y las comedias españolas de la época). Sin embargo, gracias a un guión acertado (algunos chistes y gags son antológicos) y a unos intérpretes que brillan a gran altura (todos), la película es súmamente entretenida, el ritmo no desfallece en ningún momento y las risas están más que aseguradas.

A continuación os expongo las razones del porqué merece un visionado:
- Porque es de las mejores interpretaciones de Esteso y Ozores. La escena del duelo en la barra del bar es un compendio de sus mejores actuaciones.
- Porque hasta Juanito Navarro está bien (el papel de indio Navajo parece escrito para él). Atención a la conversación que tiene con un indio de La India, discutiendo quien es más "indio" de los dos.
- Porque aparece la estupenda Adriana Vega, deleitándonos con más de un destape de los que cortan el hipo, en un papel que parece escrito a su medida, el de ninfómana.
- Porque es una prueba de que no hace falta grandes presupuestos para hacer una película entretenida.
- Porque, sorprendentemente, la película tiene ritmo, y no aburre en ningún momento.
- Por la canción a modo de banda sonora del western, medio en español, medio en inglés, interpretada por el propio Esteso (que hay que reconocer que no cantaba nada mal).
- Porque te puedes ir distrayendo, intentado acertar en cada escena, a qué película americana del oeste está homenajeando (hay muchas, ya lo adelanto).
- Aparece nuestro gran Víctor Israel en un demasiado breve papel.

Lo mejor: El duelo interpretativo Esteso - Ozores.
Lo peor: En algunas escenas (sobretodo a caballo) se nota demasiado que han doblado a nuestros protagonistas.

Película interesante, de fácil visionado, sin grandes pretensiones, pero que te hace reir como pocas. Ideal para pasar un buen rato.