El poder de los intocables

El poder del fuego cuenta la historia de un mercenario contratado para secuestrar y llevar ante la justicia a un poderoso hombre de negocios corrupto.

Se trata de una película de acción pura y dura dirigida por el habitual del género, Michael Winner, que en aquella época se dio a conocer gracias al éxito de la saga El justiciero de la ciudad.

Aunque vaya al grano y no se ande con rodeos se me hizo pesada. El guion presenta una trama muy básica que sirve como pretexto para un torrente de tiroteos, explosiones, peleas y destrozos por do quier pero sus giros argumentales carecen de emoción. No obstante, su conocido reparto la salva de la irrelevancia. Coburn da el pego como eficiente mercenario con sus andares de pantera rosa y su sonrisa dentada. Fue la última película de Víctor Mature.

La película trata la historia de un mercenario, James Coburn, que es contratado para atrapar a un importante delincuente oculto en una isla del Caribe.
Historia contada con desgano, la partes de acción que en este tipo de películas son lo más importante son muy flojas, algunas dan vergüenza ajena.
El paso de los años se le notan demasiado. Está filmada como las viejas series de los años 70.
La película tiene muy serios problemas de montaje, las actuaciones son muy acartonadas, la historia no es creíble.
Lo único destacable es la actuación del gran James Coburn, que hace lo imposible para darle credibilidad a su personaje.
Su director Michael Winner ha hecho muy buenas películas como The Mechanic o Death Wish con una leyenda como es Charles Bronson, en este caso se nota que lo hizo por encargo, a las apuradas. Una lastima.

Lo Mejor: ver al increíble James Coburn en su mejor momento pero en una película muy menor.

Lo peor: que artistas del calibre de Michael Winner y James Coburn se hayan metido en este muy fallido proyecto.

Interesante propuesta muy de la época, de finales de los setenta. Lo tiene todo para que fuese una cinta de más fuste, más potente. Un reparto brillante (Sophia Loren, James Coburn, O.J. Simpson, Anthony Franciosa, Vincent Gardenia, George Grizzard y con intervenciones muy puntuales de Eli Wallach y Victor Mature), una música sugestiva (Gato Barbieri), una trama rápida y vivaz, ambiente exótico y alma de thriller.
Y tiene buen desarrollo pero le falta esa genialidad que tienen o no tienen algunas cintas, y esta no la tiene. Se deja ver, por supuesto, de gusto ver a Sophia o a Coburn, pero carece de densidad, de profundidad, no es la forma de contar sino la manera en que se narra.
La complejidad del inicio no se desenvuelve, cuesta en algunos momentos seguir a los personajes y el hecho de no ver al personaje que se busca en gran parte de la cinta dificulta saber cómo evoluciona la película. Pero no es mala. Es una película normal y corriente de esa época. Sin más.