Sandokán (Miniserie de TV)

La segunda mitad de los setenta fue una época ciertamente prolífica en lo que a series y miniseries se refiere. Así, a bote pronto, recuerdo con especial cariño y nostalgia “Starsky & Hutch”, “Los ángeles de Charlie”, “Las calles de San Francisco”, “En ruta”, “Hombre rico, hombre pobre”, “Raíces”… Pero si hubo una serie con la que verdaderamente flipamos todos los chavalines que por aquellos entonces teníamos entre ocho y catorce años esa fue, sin lugar a dudas, “Sandokán”; famosísima adaptación televisiva de una novela de Salgari que versaba sobre las peripecias de un príncipe malayo destronado por los británicos y reconvertido posteriormente en pirata con sede social en la isla de Mompracem.

El tremendo éxito de “Sandokán”, sin embargo, no sólo fue televisivo. De hecho, su repercusión mediática fue tan descomunal que dicho personaje llegó a traspasar las fronteras de la propia serie instalándose en diversos ámbitos de nuestro país. Así pues, con el nombre de Sandokán fueron apodados, por ejemplo, el periodista —recientemente fallecido— Luís Mariñas y también el futbolista gaditano Juan José. Un rudo y durísimo central de frondosa barba y largas melenas tristemente conocido por haber sufrido en sus propias carnes el ‘recorte’ más espectacular que se haya podido ver jamás en un terreno de juego. Se lo practicó un Maradona de blaugrana en un partido de la ya desaparecida Copa de la Liga entre el Barça y el Real Madrid cuando, tras driblar en seco al portero madridista, el astro argentino esperó impávidamente la acometida del pobre “Sandokán” Juan José para ‘quebrarlo’ con un limpio y preciso golpe de cintura y meter el gol mientras el defensa merengue estrellaba sus huevos en el poste. Brutal.

Ese día el gol de Maradona dio la vuelta al mundo y Juan José echó por tierra el poderoso influjo de su apelativo. Algo que, afortunadamente, jamás le sucedió a “Tarzán” Migueli. Mi ídolo.

Cosas del fútbol, supongo. O no. ;)

Mítica serie sobre las novelas de Emilio Salgari sobre El tigre de Malasia, o de Mompracem.
Era tan pequeño que casi ni me acuerdo, pero aún hay una escenita que la recuerdo perfectamente tantos años después. Sí, aquel enfretamiento, un tigre a un lado, Sandokán al otro, corren uno hacia el otro como los típicos duelos de coches, saltan y... Sandokán pasa justo por debajo del tigre y con su puñal lo destripa de una tajada. Mítico.

Curiosamente con esta serie a muchísimos tíos con melena y barba empezaron a tener el mismo mote: Sandokán.

PD: Con un foro en tiempo real también se podrían comentar recuerdos de infancia como éste. Así que vuelvo a solicitarlo... ¡Foro ya!

Entretenidísima serie de los 70, que independientemente de la mayor o menor credibilidad que pueden tener las alabanzas inherentes a la nostalgia, consecuente del escaso criterio que puede tener el niño que fui cuando esta serie nos tenia embobados a prácticamente todos los niños de la época, es una voluntariosa y brillante puesta en imágenes de los magníficos e intemporales libros del más famoso y bravo pirata de la Malasia que en el mundo ha sido, escritos por Emilio Salgari, con un Kabir Bedi, que no es que interpretara a Sandokan, sino que era Sandokan en carne y hueso.

Salgari, el autor ideal para llevar encima durante el verano.

Sus capitanes, sus misterios dentro de la jungla, sus tigres, las princesas en peligro, los piratas, los tesoros. Es un autor de aventura, creador de grandes sueños de lectores con corazón de explorador o aventurero, que sueñan con pasar un día feliz leyendo a la sombra.
Es cierto que la lectura no conoce estación, ni año ni momento, todos valen pero hay algo de Salgari que evoca las playas, el calor de la jungla, el amor prohibido entre un pirata y una princesa, como ocurre con su obra maestra, "Sandokán", llevada a la pequeña pantalla en los 70 de manera brillante en una producción italiana de la mano de Sergio Sollima, con Kabir Bedi protagonizando al apuesto Tigre de Malasia, príncipe de Mompracem, que intentará reconquistar su tierra, enamorado sin remedio de Mariana, la Perla de Labuán, con Carole André, como uno de los rostros más hermosos que jamás ha habido en la televisión, y demasiado olvidada en mi opinión.

Y es que Kabir Bedi protagonizó muchos posters en carpetas y revistas de los 70, como sinónimo de rebelde romántico, dando vida al personaje de Salgari de manera magistral, con un carisma único para la época, y tan genuino como la banda sonora vibrante y pegadiza de la serie, que recoge el nombre de "Sandokán" de una forma tan burbujeante que no podemos evitar pronunciarlo como un mantra, mientras movemos el pie al compás.

Probad con la canción, no podréis dejarla, es una adicción. Es imposible de escuchar sin mover un pie o una mano marcando el compás.

Y no es una música que se quede en los créditos, pues acompaña cada escena de Sandokán llenándolo todo de una rotundidad y fuerza como hasta ahora jamás he visto hacer en ninguna serie.

Los capítulos fueron cortos, apenas dos temporadas con pocos capítulos en cada una, pero el resultado fueron aventuras de bucaneros, de británicos sedientos de poder, de un amor imposible, y una búsqueda por la recuperación de la cultura y la tierra que dejan un bello mensaje además de presentar a otros personajes realmente carismáticos y villanos convincentes.

Sin duda, una recomendación para aquellos que buscan ver una serie diferente a todo cuanto se ha hecho hoy en día, que cuenta una historia de aventuras, pero que también llega al corazón, pues Sandokán de esos héroes a los que al final, tan solo el amor puede mover, y con él la compasión y la sensibilidad, aunando en su personaje tan distintas capas que le hacen único, sin duda solo el pakistaní Kabir Bedi podía ser el amado príncipe de Mompracén.