Cosecha oscura

Si les recomiendo esta «Cosecha oscura» como una mezcla loquísima y petarda de «Grease» (ídem, 1978), la saga «Jeepers Creepers» (ídem, 2001, 2003, 2017 y 2022, respectivamente) y la franquicia «The Purge» (ídem, 2013-2021; de momento), seguramente levanten la ceja con justificada suspicacia. Y, sin embargo, el insólito cóctel funciona.
En efecto, salvando ciertas lagunas argumentales —por otra parte en absoluto inhabituales en el subgénero—, «Cosecha oscura» constituye un divertimento rabiosamente entretenido, con su puntito de comedia «teen», gore para todos los públicos, retro-distopía, nocturnidad, alevosía y un géiser de sangre que nos retrotrae a un icono generacional de la talla de «Pesadilla en Elm Street» («A Nightmare on Elm Street», 1984). Perfecta, vaya, para las fechas pre-Halloween en que andamos.
Jalonan la irregular filmografía de David Slade títulos tan sugestivos como «30 días de oscuridad» («30 Days of Night», 2007) y la turbadora «Hard Candy» (ídem, 2005), así como su participación en «Black Mirror» (ídem, 2011-Actualidad), si bien en algunos de sus episodios menos logrados. Aquí entrega un alegato en favor de la serie B, resucitada en tanto fondo de armario para las plataformas de contenidos y en numerosas ocasiones —ésta lo es— bastante más interesante que sus buques insignia. Pero que las escasas pretensiones de sus responsables no nos lleven a engaño: los valores de producción resultan impecables. Incluso la combinación de efectos digitales y prótesis de látex que se adivina en el monstruo se deja ver sin sonrojo.
En cuanto a su joven reparto, Casey Likes quiere parecerse a Johnny Depp, pero —no sé si por suerte o por desgracia, para él, su carrera futura y para el común de los espectadores— a quien recuerda es al implosivo Casey Affleck. En cualquier caso, a su malote de buen corazón le roba todos y cada uno de los planos compartidos una Emyri Crutchfield de indescifrable nombre de pila y refulgente sonrisa a la que conviene seguir la pista de cerca.

David Slade se aventura a algo tan descabellado como juntar ‘La Purga’ con ‘El Hombre de Mimbre’ dentro de una fantasía oscura de Halloween ambientada en los 60, y lo cierto es que le ha salido una película de terror simpática, con aroma a serie b añeja, chulería y pinceladas gore.

Visualmente tiene personalidad propia, otorgando un halo de ensueño lúgubre a la cinta. Muertes más numerosas de lo esperado salpican la pantalla de sangre. El monstruo da un poco de repelús, pero también resulta encantador, al contrario que el resto de personajes, estereotipados a rabiar. El guion no es gran cosa, simple es la palabra, predecible también, pero oye, que estamos hablando de un cuento de miedo en clave juvenil, no necesitamos complicarnos la vida.

Decir además que deja en el aire varias preguntas, sin llegar a concretar el misterio sobrenatural. A mí no me molesta eso, siempre he preferido la ausencia de explicaciones a las respuestas absurdas, pero entiendo que haya gente a la que le fastidie.

Cumple como película de terror para matar una tarde de octubre, sin mayor pretensión.

¿Cómo es posible que esta peli no llegue ni al 5 en FA? Es como un cuento grotesco ambientado en Halloween, como un episodio de la mítica serie Pesadillas, basada en los libros de R.L. Stine, solo que más gamberra y más gore. Yo me lo he pasado pipa viéndola.

Una vez más escribo una reseña rápida fruto de la exasperación que me ha producido verla. El protagonista tiene cara de sepia y el policía de estreñido puesto de anfetaminas. Eso lo pongo de gratis porque tengo que rellenar líneas en la parte sin spoilers. No es ni La Purga ni El bosque, aunque intente beber algo de ambas. En su lugar se queda en un amasijo aburrido olvidable con alguna buena escena de gore y un buen maquillaje. Nada mas a rescatar.

Unos adolescentes tienen que vencer a una criatura en la noche de Halloween, para que el pueblo no sufra la pérdida de sus cosechas, a partir de ahí todo es válido.
Yo entiendo que si lo ve una persona de 25 años, le pueda molar, pero estas mismas personas deberían comprender que no hay por donde agarrarla para una persona de mediana edad.
La desproporcionada reacción de los jóvenes cuando salen de sus habitaciones, donde sus padres les habían encerrado para preparar la caza, parece que han estado tomando peyote.

Lograr crear ese ambiente de pueblos en los que pasa algo extraño y de lo que todos los vecinos son cómplices. Lógicamente es inevitable compararla con “La Purga” y a mí me recordado por momentos a “Jeepers Creepers” pero también por debajo de esta.
Demasiada testosterona, desperdicia la posibilidad de adentrarnos en esa sociedad que aparentemente domina el pueblo, en sus intríngulis, en sus planes, en sus cabecillas...

La puntuación de esta película debe estar entre 2 a 5, por lo que creo que si tienes más de 40 años busca otra, pero si tienes menos de 40 años puedes pasar el rato.