Aurore

Una historia de maltrato infantil. El primer tercio de la película contrasta fuertemente con los otros dos tercios: comienza como un verdadero canto al amor y a la felicidad de una vida sencilla y familiar para ir derivando en una auténtica pesadilla, con bruja incluida.

Parece que la historia está basada en hechos reales, cosa poco relevante para que la película interese. Aurore es físicamente de una belleza dulce y delicada, cosa que no impide que tenga un fuerte carácter y sea capaz de deducir muchas cosas acerca de los adultos observando su comportamiento. Mucho más madura que los otros niños, será la víctima no sólo de los malos tratos de la mujer perturbada que ha sabido ganarse a su padre, sino de toda una comunidad que no es capaz de enfrentarse al poder de la iglesia ni a renunciar a un pequeño bienestar económico. Cada vecino tiene un motivo para no interferir en los "asuntos privados" del herrero, al que necesitan para seguir trabajando en sus campos.

Cuando, después de dos muertes silenciadas, Aurore empieza a revelarse, es más fácil culpar a la niña que, además, se atreve a contestar al señor cura, que indagar en los motivos que provocan su comportamiento. Es una historia triste, algo desmesurada y muy oscura. Pero está bien contada, con esa mezcla de esfuerzo físico, deseo carnal, mezquindad, amor y religión mal entendida. Aurore es la primera en huir de la iglesia, en el momento en que, después de rezarle a Santa Filomena y darse cuenta de que no ha servido para nada, destroza la estampilla de la santa, preludio de lo que después harán con ella, nueva víctima de la iniquidad humana, como fue Filomena (tal y como se narra al principio de la historia)

Por lo tanto, un relato bien montado que consigue lo que se propone: mostrar una sociedad cerrada y mezquina donde los personajes que intentan escapar de ella son aniquilados.

Aurore es una película sobre un terrible caso de maltrato infantil que tuvo lugar en Canadá a principios del siglo XIX, en Sainte-Philomène de Fortierville, Québec. La película contiene lecciones morales y propone una profunda reflexión sobre cómo la indiferencia de las personas y la malinterpretación de la religión pueden causar auténticas tragedias.

Es una película con valores, lo que no significa que sea aburrida o lenta en absoluto. Las escenas del abuso sufrido por la niña ponen los pelos de punta. La actuación del reparto, especialmente la de la madastra desquiciada, pone los pelos de punta.

Y al final, no nos olvidemos que no estamos viendo un mero dramón televisivo. Aurore Gagnon existió y entre su padre y su madrastra la mataron, como mataron seguramente a su hermano y como hubieran matado a sus otros hijos, mientras el pueblo permanecía impasible porque no había nadie lo bastante valiente como para dar un paso adelante por la niña.

Para no perdérsela. Es una lástima que esta película no esté en español. No sólo es preciosa además de durísima, sino que nos ayuda a pensar.

Película pensada para que cada cinco minutos (una vez pasada la presentación lo más ideal de la muerte posible para que el efecto o contraste con lo que viene a posteriori sea así mayor, más impresión) te lleves las manos a la cabeza y digas entre sonoras y profusas exclamaciones, ale, joder, esto no puede ser, no puede estar pasando o pasó, hostias, qué hija de la gran puta, me cago en la leche qué cagón, aibá la mar que cabrón, hostias qué puto horror... y así entre gritos, aspavientos, exabruptos, interjecciones, onomatopeyas, blasfemias, imprecaciones, insultos y demás bagatelas para una masacre hasta un final en el que una de dos (si tienes un mínimo de conciencia), o te descerrajas un tiro y adiós muy buenas, a tomar por culo las bicicletas, yo me bajo en esta, o coges esa misma escopeta de mayor caza y te pones a dar tiros a diestro y siniestro y a ver qué pasa o a quién pillas por medio, tirofijo o... te subes al cielo y la montas gorda parda la de Dios es Cristo o... al Vaticano y ajustas cuentas, los pasas por la piedra a metralleta, que la muerte sea con vosotros o... a Canadá y no dejas títere con cabeza o... a por las madrastras y los padres y los jueces de paz y de guerra o lo que sea y los vecinos como Clint Eastwood en Sin perdón o... No, realmente contra quien de verdad quieres/tienes ganas de ir es contra los que hicieron esta película, muy mala gente, increíblemente sádica, morbosa y enferma, por qué, señor, nos mandas estas pruebas, nos haces estas putadas, se hizo esto, tan puto, por qué nos das esta carroña si no somos buitres (solo).
Esta película pretende sacar lo peor de ti, las ganas de que les hagan cosas malas a la gente que tanto se lo merece, quiere desvelar/sacar a la luz al asesino sediento de sangre y venganza, lleno de ira y rabia, que hay dentro de ti.
Cuento de terror de la Cenicienta y la Doctora Mengele con Eichmann, los Kapos de los campos y todos los nazis y sus bandas con el prelado intelectual (a más a más, agárrate los machos, Dios mío qué mezcla o junta de cadáveres, lo peor de cada casa, palo y tentetieso, especulación y fe) de fondo como salfumán en la herida, ácido corrosivo alienígena para que no falte de nada y te vayas caliente contento a casa, bien servido.
Está basada en hechos reales, lo cual quiere decir, os traduzco, que todo vale, que puedes contar lo que te dé la gana ya que pasó y.. no o.. sí y.. qué más da si de hacer una película hablamos, tiene que ser mentira para ser verdad, no para llamar la atención del espectador o darle más ración de horror, sino que para que sea verosímil, humano, posible, y esto igual pasó tal cual, pero, tal como está, resulta grueso, grosero, obsesivo, obsceno, burdo, forzado, melodramáticamente manipulado, folletinesco, pulp, freak show, desagradable, psiquiátrico, loco, repulsivo, enfermizo y espantoso y horroroso en la forma y en el fondo.

Quizá no sea más que una sucesión de episodios crueles vertidos porque sí, pero a mi me parece que está muy bien interpretada, y el nivel de los diálogos está bastante por encima para lo que cabría esperar de una película de bajo presupuesto. Literalmente, engancha, cuando la mayoría de este tipo de producciones te matan de aburrimiento.

Está bien recordar de vez en cuando que existen personas así en el mundo, que solo desean el mal a todas horas, viven por y para ello. En este caso la madrastra fue matando poco a poco a sus dos hijastros, los hermanos de Aurore, por un móvil económico. Pero disfruta especialmente torturando a Aurore, probablemente por su atractivo, su rebeldía o porque le recuerda a la difunta esposa de su nueva pareja, es la última semilla que ha de ser exterminada. La madrastra engatusa al padre, un hombre tosco y desvanecido, que necesita ser dirigido para poder sobrellevar los días. Es sorprendente la influencia psicológica que llega a ejercer sobre esa mujer sobre él, hasta el punto de mostrarse totalmente impasible y ausente ante el hecho de que ésta la estuviera matando a palos literalmente delante de sus narices. Yo creo que hay gente que se vuelve así, de una personalidad narcisista y psicopática, debido a un arraigado complejo de inferioridad contraído en la infancia.

Y no sería nada descabellado pensar que horrores así de verdad sucederían, que estas atrocidades no salieron de la perversa imaginación de algún guionista morboso. También sirve para reflexionar sobre el mundo de la pareja y de los peligros que puede esconder, conoces a una así, te monta un par de veces como Dios manda y eres tú el que voluntariamente se pone a cuatro patas, el bozal y la correa, y le entregas todo lo que tienes, incluyendo a tus propios hijos.