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Baron noir (Barón negro) (Serie de TV)

Serie de TV. Drama. Thriller Serie de TV (2016-2020). 3 temporadas. 24 episodios. Cónica de la epopeya política y judicial de Philippe Rickwaert (Kad Merad), teniente de alcalde de Nord del Partido Socialista francés, impulsado por una sed incontenible de revancha social. Durante el período comprendido entre las dos vueltas de las elecciones presidenciales, Rickwaert ve su futuro político en peligro cuando su mentor, el candidato de la izquierda, lo sacrifica para ... [+]
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Críticas 8
Críticas ordenadas por utilidad
12 de junio de 2020
34 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se equivoca el crítico de The Guardian en su afán simplificador.

Hablar de House of Cards y de Los Soprano para referirse a Baron Noir está fuera de lugar. La primera no deja de ser un ejercicio de fuegos de artificio al servicio de Spacey, en el que la política y la presidencia de los Estados Unidos son nada más que el escenario para un depredador. A estas alturas, hablar de Gandolfini&Friends es hablar de otra historia. Magistral, pero otra cosa.

Puestos a relacionarla con otras series, Baron Noir se hermanaría con Gomorra, con Succesion y, por qué no decirlo, con la tercera temporada de The Wire.

Para hablar de Baron Noir hay que hacerlo de la historia reciente y presente. De la europea, de la francesa y también de la española. Es hablar de la naturaleza de nuestras democracias, de su auge y de su aparente y perseguido (por algunos) declive. Es hablar del error histórico de algunas de las izquierdas, por esa tercera vía que no ha llevado a sitio alguno y es también examinar al microscopio al populismo, esa oscura pretensión que anida en los medios y en las redes sociales. Es hablar de la corrupción y del poder de algunos políticos, pero también de su dedicación y vocación por hacer una sociedad mejor, del arrepentimiento y el servicio público. Es hablar de una sociedad de expectadores e irresponsables (nosotros) que, pudiendo cambiar la sociedad, se limitan a ver los toros desde la barrera.

Para hablar de Baron Noir hay que ir a la historia reciente de Europa y, por ejemplo, haber leído algo de Tony Judt, quizá uno de los últimos y mejores historiadores de este siglo y quien explica bien por qué estamos donde estamos. La serie es una auténtica lección de Historia.

Hablando del cine que lleva dentro, no existe el 11 aquí pero se lo daría. A la dirección, al guión, a la música, a la fotografía. Al reparto, perfecto. Matrícula para el cine francés.

A ese Barón Negro llamado Kad Merad (quién diría que es un cómico), creible hasta la extenuación. Inolvidable la escena final.

Baron Noir es una llamada a salvar lo que queda de nuestras democracias, desde la participación, desde la implicación ciudadana, desde el compromiso personal y colectivo. Contra quienes las acechan y esperan su caída. Desde la esperanza.

No os la perdáis.
FrankPoole
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2 de mayo de 2020
21 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Baron noir es una serie compleja. Es necesaria una mínima formación de teoría política, de la Historia de Francia, de las diferencias entre la 3ª , 4ª República y del cambio que impulsó Charles de Gaulle en la 5ª República en 1958 y de sus peculiaridades del sistema electoral a nivel tanto regional como nacional.
Sin un mínimo conocimiento de estos elementos la serie se torna complicada y un poco difícil de entender.
Dicho esto, es una serie muy buena con magníficos guiones que muestran cómo la política deriva hacia el "tactismo" en detrimento de las ideas y los programas. En la primera temporada parecía que las relaciones personales iban a ser el centro de la trama, pero poco a poco los guionistas se adentran en las interioridades de la política, de los partidos, de sus alianzas y tácticas electorales.
Ideológicamente la serie está vista des de un perspectiva de izquierdas, de la disgregación del Partido Socialista y la aparición de los grupos populistas que devienen en Partidos. Los Partidos de la Derecha son comparsas (en los guiones), sin profundizar tanto en sus mensajes, sólo en cuanto contrapunto.
El Personaje central, "el Baron Noir", es un político de raza, siempre atento a las tácticas para lograr los fines que pretende. Los guiones son muy buenos así como la interpretación de Kad Merad, el " barón noir".
Son interesantes los paralelismos con la política actual en Europa, así como ciertas particularidades de la política española, mucho más simple, oportunista y mediocre.
Está a años luz de "House of Cards" (USA)
rocamadur01
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24 de enero de 2021
8 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta serie fue un gran descubrimiento por lo bien hecha que esta, miedo me da que hubiera pasado si hubiese hecho esta serie España.

Esta serie toca temas muy interesantes como la corrupción, el funcionamiento de los partidos, las luchas de poder, el problema con el fundamentalismo islámico, la posmodernidad, el populismo, el funcionamiento del modelo político francés a todos los niveles y en el poder ejecutivo y leglastivo principalmente.

Barón Noir nos cuenta la historia de la política francesa que se centra principalmente en los partidos de izquierda, especialmente del partido socialista francés, entre otros grupos como ecologistas y comunistas pero también de la derecha gaullista y de la agrupación nacional.
Dante
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3 de julio de 2020
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
A lo largo de tres temporadas de 8 episodios cada una, de una hora de duración, Baron Noir plantea el intermitente ascenso, también alguna caída en desgracia, de Philippe Rickwaert, un político del PS o Partido Socialista francés, alcalde de Dunquerque en un primer momento, pero que llegará a tener todo tipo de cargos y cometidos dentro y fuera del partido, así como en el gobierno. Es un estratega "en la sombra", admirado y temido tanto por sus compañeros como por los presidentes del gobierno socialistas y por los secretarios generales del partido. Suscita adhesiones sin fisura, pero a menudo traiciona a sus más allegados y a la postre parece que sólo pretende vencer a toda costa porque esa es la manera de llevar a cabo su ideología. El punto de vista de la serie es de izquierdas, se percibe que sus autores conocen de primera mano la política francesa desde esa orilla del socialismo y de la izquierda en general. El centro aparece como una postura tibia y de nuevos ricos, la derecha o son unos estirados (los gaullistas) o unos desalmados (el FN). Pero la variedad de partidos y de ideologías nacionales en Francia en más amplia que en España, y puede que nos perdamos en ese bric-à-brac con tres o cuatro opciones por cada lado y sus obligadas alianzas por ejemplo al pedir el voto en la segunda vuelta para elegir al Presidente de la República.
En la serie hay poca vida personal, todo gira alrededor de la política, de las elecciones locales, regionales, presidenciales o de cargos en los partidos y de cómo se administra el poder, especialmente en el Elíseo, con una presentación muy interesante de la vida en la residencia del Presidente. Creo que a veces la serie se enfanga en exceso con temas que parece van a ser decisivos para el curso de los acontecimientos; pero que al final se liquidan sin más, y en otras ocasiones se elimina algún personaje sin motivación clara. Por fortuna, sobre todo en la segunda temporada, el personaje de Rickwaert no siempre es omnipresente, también se da entrada a una mujer que desde la secretaría del partido llega a alcanzar la Presidencia, Amélie Dorendeu, muy bien interpretada por Anna Mouglalis, su personaje me ha parecido muy rico y desde luego es el más trágico de toda la serie. En la tercera temporada tanto el "barón negro" como Michel Vidal (inspirado en Mélenchon) plantean el dilema general de la izquierda y la extrema izquierda: ir unidos hacia el poder para llevar a cabo las reformas desde dentro o hacer la revolución y ponerlo todo patas arriba. Cuando una especie de telepredicador populista amenace desde fuera de las ideologías tradicionales precisamente con eso, con hacer saltar todo por los aires, y ayudado por los propios poderes que otorga el sistema democrático roce la posibilidad de llegar a la Presidencia, se plantearán las situaciones más atractivas de toda la serie. Me ha recordado las advertencias de Houellebecq, en su novela Sumisión, con respecto a una posible islamización de Francia, tampoco en la serie se ve imposible que un cantamañanas youtuber llegue al poder por sufragio popular.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Capra62
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2 de febrero de 2021
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Serie política absorbente, dinámica e impactante. Un gran descubrimiento que engancha desde el minuto uno.
Aporta cosas nuevas al cine político, cosas que no se habían visto en otras series de este corte como House of cards o Borgen.
Digamos que es corrupción de izquierdas. Absolutamente realista. El director consigue transmitir el stress que sienten los protagonistas de manera muy impactante.
La serie nos muestra los entresijos políticos en la Francia actual y como los gobernantes se relacionan con sindicatos, estudiantes y agrupaciones de izquierdas para conseguir sus objetivos.
Cabe destacar la actuación estelar de su protagonista encarnado por Kad Merad.
Una serie altamente recomendable.
binchin
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