Flirteando con el desastre

A ratos divertida, a ratos esperpéntica, a ratos tostón, lo mejor que podemos decir de esta película es que tiene tres o cuatro momentos verdaderamente graciosos y recomendables. La hsitoria es una sucesión de situaciones grotescas, y es evidente que los contínuos secundarios que van apareciendo son los que determinan si estas aprueban o suspenden el examen final. No destacaría a ningún intérprete en particular y a todos en general. Quizás por encima de la media destacaría a Tea Leoni y Alan Aldea, pero dentro de un tono general bastante correcto.

David O. Russell no es que fuera muy famoso por las fechas en que realizó este film, y al contrario que otros autores sus primeras películas quizá no fueran las mejores, pero ha ido evolucionando hasta convertirse en un director bastante destacable, y en "Filrteando con el desastre" (1996) ya se dejaban ver algunos de los temas de los que más adelante hablaría, analizemos a David O. Russell.
Se podría decir que los temas de los que habla son, las neurosis de sus personajes, siempre al borde de la locura o traspasándola, vease la genial "Silver linnings playbook" (2012) y siempre tratando en familias o círculos cerrados de personas , "The Fighter" (2010), "I love huckabess" (2004), y con algún componente estupefaciente, pastillas, heroína, LSD etc.
En la cinta que nos concierne no falta ninguno de esos temas, de los que no concretaré por posible spoiler.
El personaje principal, interpretado por Ben Stiller (Zoolander), decide buscar a sus padres biológicos porque siente que le falta algo, y se embarcará en un viaje por América dando palos de ciego hasta encontrarlos, le acompaña su mujer, interpretada por Patricia Arquette (Lost Highway) y su hijo de cinco meses. A lo largo del viaje se irán encontrando personajes bastante curiosos, algunos interpretados por actores de la talla de Josh Brolin (no country for old men), Richard Jenkins (The Visitor), y Alan Alda ( Misterioso asesinato en Manhattan) entre otros.
Una comedia bastante agradable y que quizá este un poco por encima de las comedias estúpidas que suelen poblar los cines, pero que no trasciende quizá como lo puede hacer alguna de sus últimas películas, no obstante, si que se vislumbran su temas y quizá gracias a ir aprendiendo de su propio trabajo y evolución como director, tenemos hoy en día obras como "The Fighter" y Silver Linnngs Playbook", películas en las cuales a sido nominado al Oscar a mejor dirección.
Personalmente espero con muchas ganas el próximo trabajo de David O. Russell.

Comedia ocurrente que no llega a ser de enredos sino, más bien, una especie de Road Movie. En ella el joven matrimonio Coplin y su bebé emprenden un curioso viaje acompañados por una psicóloga, en busca de los padres biológicos de él. Parece que el argumento no da para mucho juego y durante los primeros veinte minutos el espectador tiene la sensación de que no va a ser muy divertido. Afortunadamente, te equivocas. Porque David O. Russell, que no sólo dirige y si no que firma el guión, una vez que nuestros amigos echan a rodar, consigue encarrilar y hacer que funcione su "Flirteando con el desastre". Es cierto que lo que hacen es dar tumbos de un lado a otro pero aún así las situaciones y los diálogos consiguen arrancarte unas cuantas risas, gracias sobre todo a la amplia panoplia de secundarios extravagantes, que aún así, no están aprovechados del todo. Diría que lo intenta pero le faltan varios puntos para ser desternillante.

El trío protagonista lo forman Mel (Ben Stiller), su mujer, Nancy (Patricia Arquette) y la psicóloga Tina (Téa Leoni). La verdad es que tal como pintaban las cosas se hecha falta un mayor juego entre estos tres. El personaje de Tina es divertidísimo y la tensión, sexual o no, enredos y piques en los que podrían haber incurrido con Mel y Nancy en este periplo pudieran haber hecho de esta película algo bastante más gracioso. La opción de los secundarios, no obstante, resulta pero ese flirteo con el desastre que anticipa el título queda un poco manco y se resuelve de un modo rápido y abrupto. Eso si, la intriga se mantiene casi hasta el final, más por imaginación de un servidor que por pericia en el guión. Mientras tanto, a la bella Patricia Arquette le ha salido una buena competidora en la no menos guapa Téa Leoni. Gustos aparte, me inclino por la Arquette, que luce monísima con trenzas, gafas, sin maquillaje, una camiseta y un kilo de más. No le hace falta más.

Se trata de una comedieta que en algunas escenas te hace reir un poquito.

El argumento es completamente inverosímil. El guión está lleno de situaciones y gags traídos por los pelos, como en las vetustas comedias de Alfonso Paso.

Por todo ello no hay que buscar en esta película ninguna tensión dramática, ninguna psicología de los personajes, ninguna identificación con ningún tipo de problema. Sino, simplemente, querer sonreir de una manera un tanto distraída.

Entretenida y a veces divertida comedia cuyo dinamismo y ritmo envolvente seduce al espectador si éste no espera otra cosa que pasar un rato agradable.
Los sucesivos enredos que D.O. Russell muestra en la pantalla dan lugar a continuos gags, algunos muy ocurrentes.
La acción trascurre sin obstáculos, el clima general resulta desenfadado, próximo y la interpretación convincente.