Ante todo es una película inteligente, con brillantes diálogos. Es un ejemplo claro de que un realizador brillante con un buen guión y un buen reparto (personalmente me ha encantado Marlene Dietrich) es capaz de sacarse una pequeña obra maestra de la chistera.

Un placer recuperar esta película. Su temática se mantiene en el tiempo y es válida para nuestros días. Emotivas actuaciones de unos jóvenes Hoffman y Streep, y sorprendente actuación del niño. Aunque se la pueda acusar de lacrimógena y que busca aspectos puramente sensibles, la verdad es que trata una problemática totalmente creíble, tratada con sensibilidad y rudeza a partes iguales.

Partimos de que me ha gustado, y que pese a los premios no había oído hablar muy bien de ella, por lo que el listón no estaba demasiado alto, y lo ha sobrepasado. La historia de amor no es empalagosa, pero tampoco potente. Los números de baile es un querer y no poder si los comparamos con las películas de la época dorada del cine musical. El tema principal reconozco que me ha acabado gustando y es pegadizo. Y en cuanto al reparto, bien los dos, pero sobresaliente Emma Stone, de lo que me alegro un montón porque era una actriz que me gustaba mucho. En general es una buena película que seguro que volveré a ver en el futuro.

Dos apuntes: En cuanto a Denzel Washington, se ve en él los rasgos propios que llevo viendo desde hace años en su carrera: es un intérprete brillante, un actor fantástico, pero en ocasiones sigo pensando que sobreactúa, y en la primera parte de esta película es lo que me parece observar a cada minuto que pasa. Por otro lado, la que sí está perfecta es Viola Davis: ¡¡'vaya pedazo de actuación la suya!!! y el "Oscar" recibido totalmente merecido.
En lo demás coincido con muchas de las críticas que he leído: brillantes diálogos, pero excesivamente lenta y demasiado larga. Es una película que generará opiniones muy diversas y extremas.

El mayor problema de esta película es que nunca avanza, se lía, se aturulla, empieza a dar vueltas sobre si misma y no sabe llegar a un final digno. A partir de la mitad del film, no pasa realmente nada y hay esa sensación constante de querer y no poder. No cuestiono actuaciones, pero la película en su conjunto resulta fallida.