Haz click aquí para copiar la URL

Medianoche

Cine negro. Drama Un juicio da un giro sorprendente cuando Edward Weldom, presidente del jurado, tiene que dar el voto decisivo en un caso que podría significar la muerte para una joven juzgada por asesinato. La decisión que toma causa un gran revuelo en la prensa. A pesar de sufrir todo tipo de presiones por parte de los periodistas, Edward se mantiene firme y declara que si las circunstancias fueran otras, incluso si se tratase de un miembro de su ... [+]
1 2 3 >>
Críticas 14
Críticas ordenadas por utilidad
8 de noviembre de 2007
28 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
Escalofriante película que nos adentra ante una profunda reflexión sobre el mismísimo concepto de la justicia. Fuera de los maniqueísmos moralistas que implanto el código Hays en el cine americano de su época, esta obra sitúa en una continua encrucijada moral a espectador y a los personajes. La pena muerte es el tema central, lo más sorprendente es que el film no es un alegato en contra, circunstancia antisistema que seria discordante con el Hollywood de ese tiempo, ni tampoco a favor; solo muestra las más diversas actitudes, opiniones y coyunturas ante un tema tan delicado: escepticismo sobre los procesos judiciales dependientes de la astucia de los abogados, justicia politizada, rigor máximo moral del ciudadano americano, indefensión, celos, mentira, crimen, humanidad...
Argumento excelente que sugiere ver la obra escrita en que se basa. Respecto a los aspectos formales y partiendo desde mi más modesta opinión, los actores sobreactuan y no dan la intensidad necesaria, la cámara a veces marea y no obtiene la intensidad de algunas escenas. Se salvan un duro Bogart y un cínico periodista, Henry Full. Como resumen, aunque no sea una obra muy negra, es aconsejable y casi imprescindible para conciencias abiertas e inquietas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Minyatur
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
21 de abril de 2010
12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay fotos antiguas, color calamar, metidas en recónditos cajones, que guardan historias de antepasados de los que, remotamente, hemos oído hablar, y que, sin embargo, sentimos que están vivos, circulando por nuestro color de pelo o la forma de nuestros ojos. También hay películas que nos parecen tan antiguas que, cuando las ponemos en casa, las oímos casi crepitar o renquear y parece que van a volatilizarse en una nube de cenizas en medio de nuestra habitación, según las vemos. Y, sin embargo, muchas de esas películas tienen de antiguo solo la fecha, porque, por oficio, por arte, por curiosidad o por belleza, tienen el sello de lo inmortal, o sea, que no tienen edad, al menos, para morirse nunca. Yo creo que ésta es una de las que habría que ver por su curiosidad. Y por la forma en que está realizada. Es de corta duración, poco más de una hora, y la mitad de ella está rodada en tiempo real... tic...tac... según el reloj se acerca a la medianoche, y al tiempo en que una persona puede morir o vivir, según... Y consigue transmitirte el desasosiego y la tensión de la espera... tic... tac... de una forma nerviosa y magistral...

Otra cosa interesante de la película es el tema escogido: la justicia. Ni más ni menos. Y, para concretar más, sobre si tenemos igual percepción de la justicia, según seamos jueces o juzgados. De si para nosotros se hicieron los atenuantes y para los demás los agravantes; que si lo que en nosotros vemos como un "error" en los otros es un "delito"; y que, si la "vara" de la justicia, para el resto es para castigar, para nosotros debería ser para medir... Pues claro, es humano que la ley que más nos guste sea la del embudo, y, por eso mismo, se han el resto de las ochocientas mil leyes: para protegernos colectivamente de la ley individual de cada uno. En esta película vemos a un señor muy recto y muy justo que encuentra una nueva utilización de la justicia: ni vara, ni regla, es, directamente, una pértiga, para saltársela según convenga. Aquí aplicamos la ley con toda su dureza, y aquí nos la saltamos olímpicamente... Y los políticos confirmando o desmintiendo, y los periodistas grabando o mirando para otro lado. Y todo eso en media hora... tic... tac... Muy entretenido, sí. Y muy edificante.

Por todo eso, y por unas imágenes tan expresivas como solo supieron hacerlas al salir de un cine mudo, donde cada imagen era mucho más que mil palabras... Esas manos, muy diferentes, de un jurado: nerviosas, prepotentes, vacilantes, despreocupadas, ignorantes, ansiosas, decididas... que decían mucho más que muchos folios de guión y que un derroche de planos. Por todo eso, supe, nada más empezar la peli que no iba a volatizarse en el aire, porque no era antigua, ni vieja, era, una vez más, la vida misma.

Bueno, moderna, moderna, no es. A ver: Humphrey es un chavalote que está de becario en una empresa italiana de Chicago, o algo así... Pero el temita no puede ser más actual, eso sí...
paki
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
24 de enero de 2009
12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las situaciones se juzgan según sea el color del cristal por donde se miran.
Una mujer es condenada a la silla eléctrica y el presidente del Tribunal que dictamina se va a su casa a jugar a las cartas, aunque las presiones por el fallo le pongan en un dilema.
Casualmente su hija tiene esa noche un terrible encontronazo.
La película es interesante debido a los diálogos profesionales jurídicos que aún hoy siguen teniendo validez para ver cómo se pueden tratar de diferente manera mismos casos para que el resultado, en un juicio, sea totalmente diferente.
El guión está magistralmente llevado y explicadas con maestría los fundamentos de derecho y muestra a las claras que en un juicio real, el dinero para buenos abogados le puede salvar a uno. Y es verdad, hasta la forma de explicarse de un acusado, hoy día, es fundamental ante el juez para inclinar la balanza.
La calidad de la cinta es pésima y resta atención.
floïd blue
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
31 de julio de 2011
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Realizada en 1934, es, en realidad, una película muda. Los actores parecen malos, salvo Bogart, que es el único actor que trabaja de una manera moderna, pero no son malos, son actores de cine mudo trasplantados al sonoro. Los gestos son de cine mudo, las caras son de cine mudo y la realización es de cine mudo. La copia está fatal y la banda sonora exageradamente alta en un castellano perfecto. Está basada en una obra de teatro y está facturada como tal. Toda la película transcurre en un salón, en una hora y cuarto, a tiempo real.

Nos plantea muchas cuestiones sobre la justicia, los jurados, los jueces, los fiscales..... y no resuelve ninguna. Todo se queda en el aire y nadie acaba seguro de nada.

Mantiene la atención, eso sí. No aburre en ningún momento, y eso ya es un punto a su favor.

Por cierto, el verdadero título no es "Llamada a un asesino" sino "Llamémosle asesinato", que es la traducción de "Call it murder" y que es el título que dicen en español en la cinta y que, además, concuerda con la trama y es una frase de la película.

Filmaffinity debería cambiarlo.
Infierno de Cobardes
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
27 de abril de 2011
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Titulo esta crítica poniendo el título original del film, que no entiendo porqué ha sido traducido de una manera tan parecida como equívoca.

Mas allá de disquisiciones semánticas la película tiene un planteamiento de cierta originalidad (el presidente de un jurado que condena a muerte a una mujer sufre su particular calvario en la noche de su ejecución) ... y punto, las interpretaciones no son buenas, la puesta en escena es pobre y la dirección del poco prolífico y gris Erskine es torpe y estática. Poco creíble, contada a brochazos, sin matices ni sutilezas, y resuelta con una ligereza y ramplonería, en un final que no te crees.

No me parece una película representativa del gran cine de esos años, y sólo destacar a su protagonista, Sidney Fox, que creo que está bien, era guapa, dicen que una mujer inteligente para la época, hizo cine con Pabst en Alemania, pero a la que una azarosa vida sentimental (dicen que engañaba a su marido con su descubridor Carl Laemmle y el hijo de este) condujo a una espiral que acabó con su suicidio cuando sólo contaba con 34 años.
zymu
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 3 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow