La casa de los dibujos (Serie de TV)

Esta es, en mi opinión, una serie muy divertida. Por un lado da un repaso muy interesante a los clichés más típicos de la actualidad: racismo, homofobia, machismo,e tc. Pero también hace análisis desgarradores de "dioses intocables". Aunque alguna crítica habla de la necesidad de que vuelva el oso Yogui, contra el que nada tengo, esta serie destripa mitos como las princesas Disney o los superhéroes. Todo visionado se puede hacer a varias lecturas. Una de mis películas favoritas es la "La bella y la Bestia", pero si la miro con ojos críticos, resulta una de las películas más machistas de la historia. La Casa de los Dibujos arrasa cont odo eso, criticando a ocho mitos o arquetipos de los dibujos animados, entre ellos Supermán, Ariel, Betty Boop o Bob Esponja. Por otro lado destroza el reality show, mostrándolo como la basura que es. Y su ritmo casi nunca decae. Los capítulos son divertidos y con mucho ritmo.

No es una serie para que la vean adolescentes que se sientan "guais" por ver dibujos guarretes, como comenta alguna compañera de la página. Es una serie para divertirse y para disfrutar con su capacidad crítica. Aunque por sí mismos sean bastante entretenidos.

Otra cosa es que los timoratos se asusten y prefieran recoger firmas para ponerle pantalones al pato Donald.

Me da lo mismo que la serie no sea sutil. Es tremenda y arranca carcajadas en todo aquel con la suficiente (falta de) sensibildad.

Sexo, violencia, rascismo, homofobia, parodia de Gran Hermano...

Todo cabe en esta serie.

Brutalmente hilarante.

Estamos ante una serie animada muy sugerente. ¿Qué es lo que me atrae de esta serie?, pues simplemente que se rebela contra todo lo establecido. En la serie podemos encontrar violencia, sexo, homofobia o racismo, algo que no encontramos en ningún otro lado.

Opino que ha sido malinterpretada por muchas personas porque quizás no vean el verdadero significado que tiene. En realidad, la serie intenta criticar todas esas cosas de la mejor manera posible, es decir, utilizando el humor.

Por eso es una serie que se la recomiendo a todos los fans de los Simpsons, South park o Padre de familia.

Desde que por primera vez vi South Park, pensé nunca habrá algo tan blasfemo, racista y portentosamente libertino en la tv, pero apareció a mediados del 2004 unos tipos llamados Dave Jeser y Matthew Silverstein con una de las mas polémicas, corrupta pero sobre todo entretenida e ilógica serie de televisión animada.

La casa de los dibujos es el más fiel reflejo que en este nuevo siglo ahora se le puede abofetear a la religión, sociedad y política sin indirectas, una parodia sádica de un reality donde de manera muy sugestiva ataca y se burla de Dios, Jesús, los homosexuales, judíos, musulmanes y todo, todo lo que rodea nuestra sociedad, critica agria soberbia y controversial una serie si para adultos y para personas sin ningún complejo emocional en donde el espectador de una u otra forma puede ser atacado sin escrúpulos y sin atenuantes, gran serie animada y que por mucho junto a mi favorita South Park se han ganado un puesto entre las series animadas más criticadas y censuradas de la historia de la televisión.

Nos la hemos ganado. Sí, damas y caballeros, no se alarmen y enciendan las luces de emergencia. ¿Cómo podemos ver tantos programas de formato media tarde, esa cadena de concursos de famosos y esos Big Brothers y luego enfadarnos porque Dave Jesser y Matt Silverstein creen esto? Es el resultado de su tiempo, ni más ni menos.

"La Casa de los Dibujos" es un show inteligente y con una capacidad de pervertir a los adorables dibujitos de nuestra infancia. Una princesa Disney que tiene orgamos ante los grandes accidentes, un Superman pansexual que le pega absolutamente a todo, un Bob Esponja destrozado y un amplio etceterá.

Es un programa que no se casa con nadie y que es verdaderamente impactante la primera vez que se ve. Humildemente a mi parecer bastante más interesante de ver que los fenómenos de la pequeña pantalla a los que parodia. Como fuere, esta serie de animación tiene otra cara, un aspecto que es poco menos que discutible hasta el extremo.

En una tónica que en ocasiones siguen otros shows como "Padre de familia", sorprende y desilusiona un poco cuando los espectadores tenemos la sensación de que esta irreverencia también nos toma el pelo. Que hay instantes en que las bromas soeces y lo subido de tono es simplemente eso, una gamberrada que permite ahorrarse horas de trabajo y argumentos más currados, cogiendo la vía rápida de lo desagradable. Y lo grotesco, que en ocasiones puede ser genial, en exceso agota y cansa.

Un producto de su tiempo y que debería hacernos reflexionar. Una nota absolutamente condicionada, algunos capítulos me han parecido muy, muy buenos, otros mucho peores y encima con el agravante del mal gusto.

A buen seguro, no les dejará indiferentes.