Colmillo Blanco

Entretenida y libre adaptación de la mítica novela de Jack London, con un desconocido en estas lides y reputada referencia en el cine de terror, Lucio Fulci, como director, rodada en clave spaguetti (desde la llegada al poblado ya nos damos cuenta de por dónde va la cosa, confirmándonoslo plenamente cuando vemos como esta filmada y sonorizada la primera pelea a puñetazos), en la que tanto la pareja Franco Nero y Virna Lisi en los papeles del periodista y la monja, como el magnífico Fernando Rey como el cura borracho, le dan la patina de lustrosa producción, sin olvidar por supuesto al entrañable y bello Colmillo Blanco y el resto de los animales que asoman la gaita.
Estamos ante una película que tanto en su día, como en la época actual, entretendrá y hará disfrutar a niños y no tan niños, mientras esperamos se ruede la versión definitiva y por su camino de esta magnífica novela (que yo sepa, esta y la de Disney, son las únicas estrenadas en cine).
Recomendable.

Entretenida coprodución de la época del spaguetti western. Resulta muy violenta para los niños y con escenas, impensables hoy en día, protagonizadas por animales.
40 años después de su filmación resultan entrañables algunos aspectos que en su momento hacían de esta película un producto mediocre. Protagonista acartonado, monja enamoradiza, malos malísimo y además un niño indio que está para matarlo, son muestras de lo impersonal y tópica coproducción de los 70, pero, en cambio, el tratamiento del racismo, la ambición y la mezquidad humana, además de la continua sucesión de acontecimiento, todo sin pretensiones, hacen que resulte chocante, para bien.
Gracias al paso del tiempo y a la visión que nos ha dado Tarantino de este tipo de películas se pueden degustar con agrado.

El film se planteó como una secuela de La selva blanca (1972). Las escenas de renos y de lobos que acompañan a los títulos de crédito iniciales en ambas películas lo indican claramente así como sus bandas sonoras, las dos de Carlo Rustichelli.

En la primera escena del título que nos ocupa, Buck (el perro lobo protagonista de La selva blanca) acude al lado de Charlie -personaje interpretado en la cinta anterior por Sancho Gracia- con la intención de morir y de dejarle a cargo a su hijo: Colmillo Blanco.

A partir de ahí la cinta nos ofrece una buena historia de aventuras basada muy libremente en la obra homónima de Jack London.