Resident Evil: La maldición

Resident Evil es una saga de videojuegos producida por Capcom que se ha extendido al mundo del cine, de la literatura, del cómic, etc. La segunda película de animación de la franquicia lleva consigo un propósito indiscutible: promocionar su próxima entrega en forma de película sirviendo de antesala al susodicho videojuego. No obstante, su distribución está bastante limitada, por lo que en España esta cinta no pasará por el cine, sino que irá directa al mercado del DVD y Blue-ray, lo cual es una pena, pues la adaptación supera en muchos aspectos a las de carne y hueso (las cuales están en manos de Paul Anderson).

A diferencia de su antecesora (Resident Evil Degeneration), está película requiere unos conocimientos previos de la franquicia para entenderla durante su visionado, cosa que en Degeneration, aunque era recomendable para disfrutar más del filme, no era indispensable. Por su parte, Damnation requiere al menos conocer a los personajes de Leon y Ada; más lo ocurrido en los videojuegos de Resident Evil 2 y Resident Evil 4 para así poder comprenderla, aunque la trama esté más acercada al futuro Resident Evil 6 que a las anteriores entregas.

Una de las cosas más destacadas de la película son las escenas de acción, que mantienen al espectador entretenido durante los 97 minutos que dura el filme. Además de la calidad de las animaciones, que se superan a si mismas desde Degeneration; sin embargo, el argumento deja demasiados cabos sueltos que seguramente se resuelvan en el próximo videojuego, lo que supone que dejará mucho que desear para aquellos que no puedan jugarlo. Quizá, para los más quisquillosos, incluso necesite algo más de profundidad.

Nos encontramos ante una cinta digna de la saga, que agradará a los fans y que nos dará pistas sobre el futuro de la franquicia. Le habría puesto más nota si hubiese tenido una trama que no requiriese conocimientos previos como sucedió en Degeneration, puede que algunos no vean bien mi acción, pero al fin y al cabo es mi nota.

Para todos los jugadores de la saga: Tenéis mi recomendación.

Mientras que Resident Evil ha encontrado un mundo paralelo a los videojuegos a través del cine con la -por ahora- pentalogía protagonizada por Milla Jovovich, desde Capcom han intentado crear un microcosmos unificando criterios en una rama animada de producciones directas a DVD/BluRay tras el experimento que supuso en los 90 "Resident Evil 4D Executioner". La primera de éstas fue Resident Evil: Degeneración, lanzada en 2008, una pelicula CGI producida por Digital Frontier en colaboración con la compañía japonesa y que llegó con la esperanza de recuperar el feeling de la saga de videojuegos, abandonando el estilo de las producciones de imagen real. Lo único que se consiguió con aquel trabajo era demostrar que técnicamente podía alcanzarse un buen nivel con un presupuesto ajustado porque temáticamente la película se tomaba demasiadas licencias como para poder considerarse un filme fiel. Es más: si atendemos al origen de la saga de juegos (la serie B de George A. Romero) esta Degeneración era 'engaño' pues estaba pensada como superproducción, ubicando la narración dentro de un gran aeropuerto con innumerables escenarios y decorados.

No puedo hablar mucho más de aquella porque apenas la recuerdo cumplidora, un pasaratos sin ningún tipo de fuerza más allá de su visionado. En "Resident Evil: La maldición" la sensación es la misma: es un producto de consumo rápido que tiene un inicio interesante, metiéndose de lleno en temas sociales para acabar derivando en un batiburrillo de acción con cada vez menos sentido. Volviendo al personaje de Leon S. Kennedy, y recuperando a otras caras conocidas de la saga de juegos como Ada Wong, en "La maldición" nos vamos de viaje a Europa del Este para intentar que un nuevo vírus acabe por ser liberado en todo el mundo. Cualquier análisis serio de la película cae en saco roto y es que ni siquiera invita a ello, siendo una secuencia de vídeo alargadísima -hora y cuarenta- en la que se echa el rato, entreteniendo mientras dura, y poco más. Y es que si bien el cine es un arte, aqui encontramos la cara mercantilista de éste: no hay ninguna ambición real más allá de la explotación comercial de la marca. Si te gusta Resident Evil -la saga de juegos- y quieres echar el rato, póntela. De lo contrario, como cine de zombis es mediocre y como película de acción tiene poco destacable. Se ve, y se olvida. En otros cuatro años, cuando salga su secuela, apenas recordaré dos detalles y que alguna vez, existió. No es ninguna pena; está hecha para tal efecto.

Hace mucho tiempo que salió la película de Final Fantasy: La Fuerza Interior. Hace mucho tiempo que quedamos maravillados por cómo la animación digital japonesa había llegado a esos extremos. Nos pasábamos horas viendo únicamente lo bien que se movía el pelo a los personajes de aquella película, hasta el punto de que casi nadie se enteró de lo que iba. Ese momento fue hace mucho tiempo.

Y es por ello que ahora vemos películas como Resident Evil: Damnation y ese impacto nos dura únicamente unos segundos. Este tipo de películas no se salvan ya únicamente porque "el pelo esmuy bonito", porque si fuera así Leon y Ada se llevarían el Oscar. Buscamos algo más, y como pasara en la anterior película de animación de la saga Resident Evil: Damnation no tiene nada que merezca la pena.

Siendo sinceros si nos ponemos en ese plan la película es muy fiel. Hace mucho, mucho tiempo, que la saga Resident Evil en videojuegos, películas y en todo, se fue a hacer gárgaras. Te lo puedes pasar todo lo bien que quieras matando bichos en la consola/PC (yo el primero), pero dudo mucho que alguien tenga Resident Evil en la actualidad como un ejemplo de narrativa a seguir. Nada tiene sentido, todo está descabezado y cada juego parece un universo paralelo donde todo lo demás no ha existido. Con las películas más de lo mismo, así que Resident Evil: Damnation como mínimo no desentona.

Empieza muy bien, pero luego acaban apareciendo personajes que caen mal y no hay casi ningún motivo para seguir viéndola. Espionajes, guerras, armas biológicas... pero nada que no puedas ver venir desde muchos minutos antes. La saga en general necesita un lavado de cara y ésta película por supuesto no es una excepción.

Si “Resident Evil: Degeneración” daba para más, “Resident Evil: La maldición” sigue produciendo las mismas e idénticas sensaciones: Capcom no acaba por rematar a nivel cinematográfico las grandes virtudes de su franquicia de videojuegos y sus carismáticos personajes. El gigante de la industria del entretenimiento sigue prometiendo realizar la película definitiva de ‘Resident Evil’ y produciendo finalmente obras fallidas pese a sus continuados homenajes a su mundo pixelizado. Otra cuestión es el éxito que tuvo su anterior película directamente lanzada a DVD y el que seguramente tendrá esta nueva entrega.

Mientras que Paul W.S. Anderson ha hecho un popurrí gothic-pop a conveniencia e indiscreción, los largometrajes de animación de Sony y Capcom denotan aquello que los seguidores echan de menos en los videojuegos: la construcción de una atmósfera malsana que convierta la obra en un survival horror y no un videojuego de acción. Si “Resident Evil 4” marcó un giro en la saga se espera que “Resident Evil: La maldición” pudiera acercarse por su argumento y personaje principal a la premisa. Pero el objetivo es hacer películas independientes que acaban convirtiéndose en secuencias cinemáticas: simple elasticidad pixelizada y cobertura de entretenimiento vacuo.

Entre revoluciones, sabios, oligarcas y presidentas sacadas del Tekken, hay un interesante fondo pero una desaprovechadísima forma. Aunque cuando dicen aquello de «Nunca pensé que me salvaría un ABO» pensaba que decían NABO… Si la cosa es dar miedo unos ABO con gran NABO darían mucho más miedo, ¿no? Tiene momentos chanantes plagiados de “La cosa”, “La invasión de los ultracuerpos” y “Lord of the Rings”. Contiene instantes con luchadores-pro-liberalización y con poco cerebro e incluso se permite demostrar que Los Ingenieros en “Prometheus” podrían haber dado mucho más juego. Posee, además, sus detalles en planos subjetivos y realmente funciona cuando se convierte en un filme de animación de acción, aunque la sensación reiterada es que a continuación va a pasar a un modo juego para que manejemos a Leon Kennedy y Ada Wong con nuestro mando… El problema de todo el invento tiene dos nombres propios: Shotaro Suga y Kamiya Makoto, director y guionista de “Resident Evil Degeneration”. Y aquí hemos dado con un difícil hueso por mucho que muestra analogías de colapsos de sistemas sociales, diferenciación entre escalas sociales, guerras civiles y conspiraciones a gran escala: si vuelves a repetir fórmulas que no funcionaron en la anterior película, poco puedes avanzar… Aunque el éxito de estas películas ata, intoxica e infecta a modo de virus al producto que esté por venir.

"Resident Evil: la maldición" te mantiene pegada al asiento pues intercala bien las escenas de acción con el diálogo y, en términos generales, no padece bajones en su ritmo. La duración es la adecuada. El argumento se halla a medio camino entre lo acontecido en RE4 y lo que sucederá en RE6 (siempre hablando de los videojuegos), aunque nuevamente encontramos una característica que se está tornando típica en esta franquicia: las armas biológicas se extienden geográficamente en su uso y los finales siguen siendo abiertos y ambiguos...¿dónde quedó aquella sencillez contextual que se materializaba en dos sencillos pilares: Raccon City y Umbrella? Se perdió, definitivamente. De todos modos es una buena película de acción que satisfacerá a cualquier espectador, ya sea un fan histórico de la saga o un ocasional. Ah, me olvidaba: supera por mucho a sus homónimas protagonizadas por Milla Jovovich.

Lo mejor: posee un buen ritmo y es entretenida. A pesar de tratarse de una película de animación, te olvidas de ello en pocos minutos porque no es ni mucho menos para niños y el gore abunda, bien a tono con los videojuegos, lo cual es de agradecer.
Los guiños destinados a los nostálgicos, que no son muchos pero serán reconocidos inmediatamente (los menciono en el spoiler).

Lo peor: emana un tufillo a producto promocional del Resident Evil 6.