Amor al primer mordisco

Al ser desahuciado de su castillo en Transilvania, el conde Drácula se traslada a Nueva York en busca de su amada, una modelo de revista. Pero un descendiente de Van Helsing intentará acabar con él por todos los medios.

Parodia de la mítica creación de Bram Stoker, con el protagonismo de un George Hamilton ideal para el papel. La irrupción del legendario vampiro y su sirviente en la ciudad de los rascacielos da lugar a no pocas situaciones jocosas, aunque el film en su conjunto jamás llegue a brillar lo deseado por la audiencia.



"Yo puedo hacer que nunca más tengas que volver a mirarte en un espejo."

Comedieta de poca monta que juega, una vez más, con las imposibles adaptaciones a través del espacio-tiempo: En este caso es El conde Drácula quien viaja a Nueva York en los años setenta porque el gobierno comunista rumano expropia su castillo en Transilvania para convertirlo en un centro de entrenamiento de gimnastas. Típico de los guionistas norteamericano de la época: ¿ a qué les suena un yanqui medio Rumanía? Pues a Drácula y a Nadia Comaneci...

Confieso que, aunque en conjunto la pelicula es malilla, en el spoiler pongo algunos momentos cómicos que aún hoy recuerdo de esta película después de verla hace más de 25 años en vídeo.

Y si la puntúo como floja al final es quizás porque decepciona al esperar más de ella: George Hamilton es un actor muy limitadito, con poca vena cómica, a quien se le recuerda más como galán que por su aportación al cine. Y, una serie de buenos gags deslavazados no forman una buena película.

Infructuosa comedia -a socaire del telón de acero- que, a pesar de algún gag aprovechable, quedó confinada, justamente, en los confines del limbo donde penan, las peores secuelas, las peores imitaciones, las peores parodias con las que, desde siempre y tanto, nos bombardea la industria hollywoodense...

Además, su protagonista, George Hamilton -ese actor de aspecto bronceado y de playboy californiano-, no es que esté especialmente dotado para la comedia, pese a que no dejase de intentarlo a lo largo de su carrera, entre la que le recuerdo, en dos buenas intervenciones, cómo protagonista invitado, en sendos episodios de “Colombo”.

Y aun no existiendo, muchas cintas satíricas sobre Drácula -aunque algunas serias lo parezcan-, las hay mejores que este "Amor al primer mordisco". De hecho, aparte de la afamada, “El baile de los vampiros”, de Roman Polanski, así, a bote pronto, recuerdo, a una vieja españolada protagonizada por Fernando Fernán Gómez, bastante más divertida y más paródica que esta película, cuyo mayor acierto fue su título… El cual, me sugirió esta estúpida sinopsis:

-Ya en Rumanía no hay Rey,
y ahora es un comité
el que detenta el poder,
quienes hoy, sin preaviso,
han expropiado el castillo;
que Transilvania ya no es
ni asomo de lo que fue…

-Entonces abre el rastrillo,
membrillo, y a Nueva York
partamos sin dilación
cuando no halla solecillo
para hallar un nuevo amor,
amor, al primer mordisco…

..Y mordisco a mordisquito,
a mi amor haré cachitos,
poco a poco, a besitos;
de tornillo, de colmillo,
retorcido, de flequillo.