Todos quieren a Daisy Jones (Miniserie de TV)

*Un falso documental adictivo

Tras casi tres años de espera, los amantes de la novela de Jenkins Reid van a conocer a Daisy y su banda. Y es que la serie estaba planeada para rodarse a principios de 2020, pero tuvo que posponerse la producción en el último momento, a causa de la pandemia, hasta junio de 2021. Y lo primero que llama la atención de la serie es su tono de falso documental. El hecho de que sean los propios personajes los que narran sus éxitos, sus fracasos y sus adicciones hace que el espectador conecte directamente con su historia. Además, se convierte en un claro reflejo de los excesos de aquella generación de los años 70. No pretende ocultarlo o disculpase por ello, abraza toda esta locura e intenta mostrar los problemas que generaba en esos artistas. Es una mezcla entre The Wonders (1996) y Casi famosos (2000).

Asimismo, destaca el trabajo de Riley Keough, que interpreta a Daisy Jones. Keough da vida a esta mujer a la perfección, incluso los fans han llegado a decir que había nacido para ser Daisy. La mezcla de carisma y extroversión es perfecta para el personaje. Un personaje atormentado, fuerte y, al mismo tiempo, vulnerable que te atrapa desde el primer momento. Tal y como dice su personaje, ella es “ese alguien”. Todo el elenco ha realizado un trabajo de preparación previo muy intenso con clases de canto y han aprendido a tocar instrumentos desde cero para dar vida a este grupo. Además de la buena química que hay entre todos ellos tanto dentro como fuera de la pantalla.

*Banda sonora: querrás escucharla en directo

Otro de los elementos destacables de Todos quieren a Daisy Jones es, sin duda, la música. Las canciones se convierten en un personaje más de la trama y a través de ellas los protagonistas son capaces de expresas sus emociones. Todas son creaciones originales y es que los productores han optado por contar con artistas tan reconocidos como Marcus Mumford o Phoebe Bridgers para la creación de esta espectacular banda sonora que el espectador no se podrá sacar de la cabeza. La moda y la ciudad de Los Ángeles durante la década de los 70 son también clave. Incluso se fijaron en el arte creado por los fans para diseñar los escenarios y el estilismo de los personajes y cumplir así con las expectativas de los amantes de la novela.


*Conclusión

Todos quieren a Daisy Jones no solo nos propone una visión de la sociedad, los mitos y la fama en Estados Unidos durante la época de los 70 y la historia de esta banda de rock desenfrenada. Nos presenta también personajes bien construidos y una historia que consigue enganchar desde el primer momento. Además, la química entre los actores hace que te creas la historia desde el primer momento. Estoy segura de que los fans van a exigir una gira para ver a este grupo en directo tras el estreno de la serie, así que ya se pueden ir preparando.

Escrito por Maria José Cánovas

Serie de Amazon Prime que adapta un libro exitoso que recrea los entresijos de una gran banda de los 70, inspirada, inspiradísima, en 'Fleetwood Mac'.

Muchos la comparan con 'Casi famosos', y aunque la idea inicial es parecida, toman pronto caminos muy diferentes, que convierten a esta serie en un producto final bastante mejor que aquella película bastante insípida.

Porque esta serie gira en torno a la música, y más concretamente al proceso de cómo un grupo de amigos consigue alcanzar el éxito, pero va mucho más allá de ella. Habla de personajes, de vidas rotas, y de cómo personas quebradas se refugian en el arte (y en las drogas) para intentar sanar. O para al menos poder olvidar. Habla también de almas gemelas que no pueden estar juntos... ni separados. De envidias, roces, responsabilidades, y del amor en sus mil y una formas.

Todo ello hace, como ya apuntamos, que el producto final sea mucho más que una serie sobre una banda de rock. Y ahí reside su principal valor. Eso sí, la ambientación y la música creada para la película son excelentes, y las actuaciones, especialmente la de la nieta de Elvis, memorables.

Y por cierto, la serie tiene un final maravilloso. Completamente redondo, de esos que pocas veces pueden verse. Por eso, y aunque deseo que haya una segunda temporada, no quiero que lo estropeen.

La nueva apuesta de Amazon Prime Video es una serie sobre un grupo musical ficticio (que nos recuerda mucho a los inolvidables ‘’Fleetwood Mac’’ sin quererlo). Basada en el exitoso libro de Jenkins Reid, los fanáticos de la novela estaban deseando desde hace mucho tiempo ver tras la pantalla a todos esos personajes que habían imaginado mientras se sumergían en la adictiva lectura. En este punto, debo destacar que no he leído la novela por lo que mi critica se centrara única y exclusivamente en lo visionado en estos 10 capítulos existentes en la plataforma.


La serie nos traslada al nacimiento de la banda ‘’Daisy Jones and the six’’ que surge cuando un productor con ojo para el talento decide reunir a dos grandes músicos y compositores: Billy Dunne (quien está afrontando un momento de calma junto a su esposa y a su hija pequeña, tras un largo camino de rehabilitación para curar sus adicciones) y Daisy Jones (una cantante y compositora que comparte con Billy un pasado tortuoso y que encuentra en esta oportunidad la primera ocasión que le permite alzar la voz y abrirse paso en la industria). La industria musical de los 70 en los Ángeles es realmente feroz pero Daisy y Billy estarán acompañadas por el grupo de este ‘’The six’’ que antes se llamaba ‘’The dunne brothers’’ y que inicio siendo solo un adolescente acompañado por su hermano y los amigos de este. La improbable y a la vez deseada unión de dos personalidades como las de Billy y Daisy traerá consigo el nacimiento de una de las mejores bandas de la historia y también propiciará el surgimiento de una gran historia de amor que parece del todo imposible.


La serie combina momentos de la historia de este grupo (como se conocieron, como fue evolucionando el grupo, su ascenso a la fama y su posterior caída y separación) con entrevistas a los distintos miembros del grupo pasados ya muchos años tras su separación.


Todo brilla y encaja a la perfección en ‘’Daisy Jones and the six’’ creando una historia electrizante y adictiva que engancha desde el primer minuto. No es nada fácil el reto que se proponía a sus creadores. Debían crear una serie con una historia lo suficientemente interesante como para destacar entre las demás y además acompañarla de las actuaciones de un grupo musical ficticio capaz de atrapar y deleitar al espectador con su música. Para mí, han conseguido superar con creces este reto, ya que se nota un gran trabajo en lo que respecta al terreno musical. Las coreografías, las canciones, las letras, el ritmo y las interpretaciones musicales son sublimes. He leído que los actores dieron clases de canto y aprendieron a tocar instrumentos desde cero antes de grabar la serie y su trabajo ha quedado plasmado a la perfección. Los números musicales son brillantes y las canciones son realmente pegadizas creando una gran banda sonora que hará que tras su visionado sigas tarareando las letras.


Las actuaciones del elenco de actores y actrices son soberbias. En especial destaca la pareja protagonista: una brillante y magnética Riley Keough (que se mete al cien por cien en la piel de la alocada y complicada Daisy, demostrando grandes dotes en el terreno interpretativo y en el musical donde nos deja bien claro que es la nieta del gran Elvis Presley que ha heredado su talento) y un correcto Sam Claflin en la que posiblemente sea la mejor actuación de toda su carrera. Suki Waterhouse, Camilla Morrone, Will Harrison, Sebastian Chacon, Josh Whitehouse, Tom Wright y Nabiyah Be consiguen a su vez crear grandes momentos en unas actuaciones que, aunque son más secundarias no dejan de ser importantes para determinados momentos de la trama.


El decorado, vestuario, la ambientación y el retrato de la escena musical de los Ángeles en los años 70 también están muy conseguidos logrando que te transportes hasta esos momentos con Daisy, Billy y la banda.


Sin embargo, la serie es mucho más que todo eso. Y ese es su mayor acierto porque consigues empatizar con los personajes viviendo tan apasionadamente como ellos sus encuentros y desencuentros con la fama, los excesos y las relaciones personales. Todos y cada uno de ellos tiene una evolución a lo largo de la serie que te hace darte cuenta de lo bien construidos y desarrollados que están. ‘’Daisy Jones and the six’’ nos habla de personas atormentadas por su pasado y los golpes del destino que encuentran su salvación en el mundo del arte (concretamente en el mundo de la música). Trata temas como la soledad, el dolor, las adicciones, los celos, las inseguridades, las responsabilidades afectivas, el amor incondicional, el dejar ir para procurar la felicidad del otro (aunque esta no se encuentre a tu lado porque no buscáis lo mismo en la vida), la redención y la capacidad de aceptarte a ti mismo al elegirte por encima de todas las cosas. Pero sobre todo habla sobre ese amor que te dice que no basta con encontrar a la persona correcta, hace falta conocerla en el momento indicado. Porque por más que dos personas sean verdaderas almas gemelas que se complementan cuando se unen y sienten exactamente lo mismo, si ambas están rotas no podrán tener un futuro en común. A veces hace falta sanar para poder complementar al otro de forma correcta. Estar en el momento y el lugar indicado a la vez. Dar esa paz tan necesaria y beneficiosa para que algo bueno surja de todo lo malo. Porque el amor no es solo bombas, sangre o dolor. El amor también puede ser paz como dice Daisy en un capitulo. Puede ser un refugio al que volver después de un día duro, un lugar al que poder llamar hogar.

En 1977, Daisy Jones & The six estaban en la cima del mundo. Ahora, décadas después los miembros de la banda van a revelar la verdad de lo que sucedió desde sus arranques hasta sus caídas. Adaptación de la novela de Taylor Jenkins Reid, que ha sido un arrase en ventas y creado legión de seguidores. Ahora llega con la dura papeleta de contentar a todo el mundo y de crear propiamente una banda y un producto que responda a la mente de todo el mundo.

Serie de Amazon Prime, que consta de 10 episodios de los que he podido ver 3 a la hora de esta reseña.

La verdad es que tenían una papeleta complicadísima con la serie por varias razones:

La primera, es un libro de culto. La gente adora la novela. Reconozco no haberla leído pero incluso pasó el filtro de La Mer y me la recomendó personalmente.

El otro es que tienen que crear una banda de música real, no solo dar forma a los personajes y que te intereses por ellos sino crear la música y que sea plausible que funcione, que te creas que cantan bien y que hagan música buena. Aunque todo parece muy basado en la banda “Fletwood Mac”, en realidad Daisy Jones and the Six nunca ha existido.

Por lo que el riesgo es doble, no solo hay que hacer una serie buena a los niveles que estamos acostumbrados, sino también una banda de música. Y yo creo que salvan la papeleta bastante bien.

En el centro tenemos dos actores muy vivos en pantalla, por un lado Sam Claflin, que le conocemos de los Juegos del hambre o la pastelead de me before you y Riley Keough, que además tiene el morbo de ser la nieta de Elvis Presley y podemos ver cantar a la nieta del Rey. Hasta donde he visto me han vendido bien sus papeles. Queda por ver su química y cómo se desarrolla, pero me han convencido en sus personajes, que por otro lado son personas imperfectas.

Agradezco ver personajes que no son perfectos y hacen actos de imbéciles a pesar de que nos importen. Por alguna razón que se me escapa en los últimos años los héroes son héroes y hasta los villanos les hacen que les cojas cariño, hemos dejado de ver personajes principales que de repente la lían o se comportan mal y aprenden de ello. Aquí sí. Y es crucial, son dos personas hasta pelín irritantes que se juntan para hacer arte y hacen que te preocupes por ellos aunque se droguen, se engañen o digan que sus actitudes de gilipollas se deben al Rock & Roll.

La serie tiene un ambiente de glamour distraído, un ambiente del estilo “Casi Famosos” de Cameron Crowe. Es una serie muy placentera de ver, muy bonita en la estética y ese puede ser también su parte negativa porque cuando trata de hacernos sentir los excesos, las drogas y el camino a la perdición es todo aún demasiado ligero, demasiado vainilla para hacernos creer la parte imperfecta de ese sueño. Es como si te compras ahora una camiseta de Joy División, Los Beatles o de Oasis, compras una idea de lo que fueron esos años, de nostalgia, de idealización, de las marcas de la serigrafía perfectas. De un anuncio de la época, pero no te transporta a ese lugar. Eso es lo que me pasa con la serie

El otro problema es que siento que está todo estirado un poquito de más, creo que hay escenas muy largas para encariñarse con ellos (como las conversaciones con la compañera de piso) y otras muy apresuradas como el problema de alcohol del protagonista que se despacha en dos escenas y media.

Quitando estos detalles, creo que es una serie placentera de ver, que se disfruta y que se queda en una zona de confort y nunca trata de ir más allá. Ves un melodrama apacible con buenas canciones y gente guapa.

Empecé a ver esta serie porque alguien a quién sigo por YouTube la recomendaba. Soy muy amante de los años 70 y quiero a Fleetwood Mac pero ésta serie parece más sobre Abba, quería ser la soberbia "Vinyl" con Jagger detrás y termina siendo una caricatura con mal vestuario y pelucas poco creíbles.
Todo apunta maneras, parece querer hacerlo bien pero acaba viéndose el cartón piedra, tanto en la interpretaciones que no se esfuerzan mucho, Daisy parece que su único afán es enamorar al telespectador y seguro que Stevie Nicks enamoraba por sus canciones no por su carita sonrosada, Billy parece mayor incluso de joven y el resto de la banda son actores como de teatro universitario.
El apartado de canciones y música es poco creíble. Nadie, y digo nadie ni siquiera Stevie canta delante de un micro de más de 6000 pavos sin un antipop, antes y ahora. Nadie hace una canción y va al estudio con la banda y ellos la tocan como hiperproducida a la primera como la escena de "Let down easy" una canción que no está mal pero "Dreams" de S. Nicks es una de las mejores canciones de la década de los 70 y las canciones de la serie son como de anuncio y me pregunto: ¿qué quieren vendernos? ¿una coca cola o un seguro médico?